domingo, 13 de mayo de 2012

Los gobiernos del cemento.

Pese al título, no voy a hablar hoy de urbanismo, ni a recordar cuando desde el gobierno de Aznar se decía que toda España era un solar, polvos de los que, como sabemos, vienen estos lodos.
Lo que quiero recordar hoy son los tiempos del dinero fácil cuando una nula gestión de articulación de Galicia, se suplía, con amplio rendimiento electoral, por el alegre manejo de los fondos públicos en subvenciones indiscriminadas en asfalto cemento y farolas.
Recuerdo aún las maratonianas giras de Fraga Iribarne inaugurando urbe et orbi por todo el país, y la ocasión en que en un ayuntamiento, a falta de mejor inversión que inaugurar, inauguró una marquesina. O cuando inauguraba empresas subvencionadas por la Xunta con dinero europeo, y que al día siguiente cerraban, sus dueños desaparecían después de recibir la subvención, y las empresas locales que habían trabajado en la inversión quedaban sin cobrar su trabajo.
En eso tiene mala suerte el presidente Feijoo. Ya no hay cemento ni para sujetar una señal, y así, ¿qué vende? Hasta ahora lo tenía fácil. Denunciar a Pepe Blanco por no cumplir el calendario del AVE. Calendario que dejó de ser importante al día siguiente de las elecciones y cuya dilatación le parece razonable.
Y además, cuando se presentó no contaba ganar y hizo múltiples promesas de las que es prisionero al no poder ofrecer obras a cambio. Y muchas de esas promesas eran voutades que se le ocurrían al calor de un mitin o de una pregunta de la prensa local. Y ahí está nuestra historia.
En el imperio de Julio Rajoy reinaba la pax hispánica y toda la Gallaecia estaba sometida a las reformas dictadas por Mariano Cesar. El Legado Feijoo aplicaba sin oposición los cambios impuestos en toda la Gallaecia.
¿Toda? ¡No! En un recóndito territorio del sur de Lugo, un pueblo de celtas, los Lemavos, resistían valientemente contra la reforma del área sanitaria. Cuando la de Lugo era la primera que iba a salir, no pudo implantarla en los 3 primeros años de gobierno.
Los Lemavos, antes resignados ante el continuo desmantelamiento de su tejido industrial, ahora han encontrado la poción mágica de su unidad. Y por ello un día salieron en manifestación por toda la vía Apia demostrando un poderío que hizo temblar al Legado Feijoo. Y se reúnen periódicamente en los foros para mantener viva la llama de su lucha.
Y hoy, una vez más, en la hora séptima p.m. se reunirán en la plaza de Hispania para hacer valer su fuerza e impedir la desaparición de SU área sanitaria.

Rafa Castillo.

1 comentario:

  1. NA POBRA,TAMEN SE GASTOU BASTANTE CEMENTO E SE "ENFAROLOU" MAIS DO DEBIDO.
    AGORA DANOS PO LO "CULTURAL E DEPORTIVO",VEREMOS A DONDE SE VAI CHEGAR......

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