martes, 29 de mayo de 2012

Luces y sombras.

El Gobernador del Banco de España acaba de presentar su dimisión. Y cuando la ciudadanía aun no conoce, aunque sospeche, el motivo, ya han salido los carroñeros a devorar el cadáver aún caliente. Y hablo, claro está, de, entre otros, el portavoz popular en el Congreso.
Alfonso Alonso ha dicho como despedida que la gestión de MAFO está cargada de sombras. No voy a juzgar yo ahora esa gestión que como todas tiene puntos positivos y negativos, como por ejemplo dedicarse más a aconsejar políticas que al control bancario.
Pero quien realmente arroja sombras sobre la gestión y sobre la economía en general en un momento tan delicado es el gobierno del PP. Sin ir más lejos, el propio Fernández Ordóñez pidió repetidamente en los últimos días su comparecencia en el Congreso para explicar los pormenores del caso Bankia, comparecencia a la que los populares se opusieron. Y como la de él, la de Blesa, Rodrigo Rato y demás.
Esas comparecencias sí darían luz a nuestro sistema bancario, y seguridad en que conocidas las causas no se repetirían los errores. Y deberían además de investigarse los casos pendientes de otras cajas. No sea que, después de “tirar” 24.000 millones de euros en salvar Bankia, nos encontremos con nuevos casos para los que ya no dispongamos de posibilidades, y nos alcance irremediablemente la intervención europea que ahora rechazamos.
Y no vale de pretexto decir que en esta situación delicada se puede crear confusión y perder confianza. La confianza ya está perdida y la confusión instalada en un país en el que ya no se sabe si es mejor que el presidente y sus ministros hablen o no.
Lo que es claro es que toda la actuación del gobierno no mejoró la confianza en España, sino que por el contrario la agravó. Presume de hacer reformas, pero no ha hecho las necesarias para generar el futuro del país, como una decidida apuesta por I+D+i, o una política de secundarización del sistema productivo.
Las que hizo son, como la contrarreforma laboral, aplicación directa de un pensamiento ultraconservador y neoliberal. Si las analizamos en conjunto con los recortes en el bienestar, la consecuencia inevitable será la vuelta a una sociedad de clases diferenciadas y estancas, en la que nacer en una familia pobre, nos condena sin remisión a permanecer de por vida en esa condición.
Esas sí son sombras creadas por gobernantes con pocas luces.

Rafa Castillo.

domingo, 27 de mayo de 2012

Pura ficción.

No sé como funciona ahora, pero cuando “conocí” a Rouco Varela en mi época de monaguillo en A Coruña, la cuestación que se hacía a diario era para gastos de la iglesia así como todos los cepillos, excepto un domingo al mes que era para Cáritas.
Hoy Rouco ha dicho que si se les obliga a pagar el IBI quien saldrá perjudicada es Cáritas pues se verán obligados a retirarles la subvención. Parece ser que la iglesia entrega a Cáritas 5 millones de euros. Una ínfima parte de los 10.000 millones que tiene de presupuesto.
Pero es que además, no es dinero que la iglesia entrega a Cáritas de sus fondos. Es dinero que la iglesia recauda de sus fieles para ese fin. Y lo que los fieles no saben, es que el resto que recaudan es para la propia empresa, perdón, iglesia.
Ahora el PSOE propone que se le cobre el IBI a la iglesia por los edificios, locales y solares no destinados al culto. Me parece bien, aunque sea tarde. Y añadiría que deberían proponer también la denuncia del propio concordato.
Anteayer veía en la televisión una magnífica película: las Sandalias del Pescador. Pura ficción.

 Rafa Castillo.

Con esos mimbres hasta yo hago cestos.

Ya parece mucho dicho en euros, pero traducido a pesetas son unos cuatro billones, es decir casi 100.000 per cápita. Y el caso es que ni sabemos para qué ni tienen pensado decírnoslo. En una semana, este país, en plena crisis dedica 27.000 millones de euros para comprar, o prestar, o regalar, nadie sabe exactamente qué, aunque seguramente será un poco de todo, un banco que no sabemos como llegó a donde llegó, no conocemos su valor real, y nadie nos dice cuales serán las consecuencias si el banco se hunde.
Se culpa públicamente al Gobernador del Banco de España, pero no se le deja que se explique en el Parlamento. Se exculpa a Rodríguez Rato, pero no se le exige que se explique en el Parlamento. Y cuando pensamos que ya que el banco es del Estado, el gobierno tendrá algo que decir, su Presidente, Goirigolzarri, dice que él no está ahí para investigar ni exigir responsabilidades.
Hace unos días despedimos a Rato. Si un trabajador en una empresa hace, por negligencia, osadía o incapacidad, algo que origina daños a la empresa, se va a la calle con un despido procedente. Si un funcionario de igual forma lo hace en su administración, le alcanza la responsabilidad patrimonial y puede acabar en suspensión de empleo y sueldo o incluso en expulsión.
Por eso no sería malo que nos dijesen que millonaria indemnización se lleva el autor del “milagro económico español” por hundir ejemplarmente Bankia. Bueno, lo del milagro es verdad. Fue un auténtico milagro que España no se hundiese y, pese a Rato, saliésemos de la crisis colgados del resto de Europa.
Y al final el Gobierno, en lugar de dar las precisas instrucciones al prejubilado de lujo que ahora dirige el banco para hacer una investigación interna, en lugar de permitir una comisión parlamentaria para hacer una investigación política, y en lugar de instruir a la fiscalía para que haga una investigación penal, se pone al servicio del banquero para garantizar que haga lo que haga no lo dejará caer.
Y si al final la gestión es mala y hay que inyectar otra burrada de millones, se inyectan, y así, claro, la gestión de Goirigolzarri será siempre buena. Con esos mimbres hasta yo hago cestos.

Rafa Castillo.