miércoles, 9 de mayo de 2012

Sálvame... de luxe.

Dicen, con permiso del capitán del Costa Concordia, que las ratas son las primeras en abandonar el barco y, el apellido es pura coincidencia, Rodrigo Rato es un buen ejemplo de ello.
En vísperas de la crisis que el organismo que él dirigía no detectó, Rato abandonó el Fondo Monetario Internacional. Y ahora, cuando Mariano Rajoy dice que no inyectará dinero público en la banca, garantía absoluta de que sí lo hará, Rato abandona Bankia, lo que seguramente nos adelanta que la crisis de la entidad es más profunda de lo que se suponía.
Y hay, en este asunto dos cuestiones colaterales que analizar. La primera es calcular cuál será la jubilación que don Rodrigo se llevará después de tantos éxitos laborales. Y recordar que el nuevo presidente es un jubilado de lujo del BBVA, con 65 millones de euros, que ha vuelto a encontrar trabajo. ¿Quién dijo paro?
La segunda es pensar que mientras nos recortan todo, nos hacen pagar por todo y nos suben los impuestos, mientras no hay un euro para sanidad, educación o dependencia, tratándose de salvar un banco, aparece dinero a raudales.
Dirán que es un préstamo, y sí, será un préstamo, pero blando. Si así se lo diesen a muchos empresarios aumentaría la inversión sin duda. Si así se lo diesen a los ciudadanos, estos podrían sustituir sus hipotecas y se acabaría la morosidad del país. Al final es lo que los economistas llaman coste de oportunidad. No importa solo el coste económico. Importa el para que.
Pero, ¿hay alguien que se acuerde de salvar a las personas?

 Rafa Castillo.

2 comentarios:

  1. Está visto que las personas son prescindibles. Los bancos no.

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  2. Todavía sí hay alguien que se acuerda de salvar a las personas y pongo como ejemplo la plataforma "stop deshaucios" que no sólo ha paralizado algunos, sino que, en donde no lo han conseguido, acogen a las personas, sin ningún tipo de relación personal ni familiar con ellas, en sus casas.

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