domingo, 29 de enero de 2012

Pregón.

El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha dicho que la Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, no es la persona idónea para pregonar la Semana Santa vallisoletana. Y yo estoy de acuerdo con él. O no.
El pregón es la promulgación o publicación que en voz alta se hace en los sitios públicos de algo que conviene que todos sepan. Por tanto, si el pregón anuncia las fiestas de la ciudad, de interés para todos los ciudadanos independientemente de que incluyan o no actos litúrgicos, la opinión del arzobispo no debería tener más valor que la de cualquier vecino de Pucela.
Si, en cambio, el pregón es del propio acto religioso en si, entonces es lógico que la Vicepresidenta no lo haga. Ni ella ni ningún representante del gobierno de todos los españoles, de este o de los anteriores. No tiene quien nos representa porqué participar en nombre de todos en un acto de una confesión religiosa concreta y menos cuando las reglas que la rigen no superarían los mínimos exigibles para ser inscrita en un registro de asociaciones.
Claro que las declaraciones de Blázquez van en la línea de la tradicional moral de la iglesia. Moral de doble ancho y que se describe perfectamente con aquello de los sepulcros blanqueados por fuera pero llenos de corrupción dentro. La que menosprecia una ministra casada civilmente o aparta de la enseñanza a una profesora casada con un divorciado (véase que ella no es divorciada) pero que perdona como una debilidad humana los actos de pederastia de algunos de sus miembros con los menores dejados de buena fe a su cargo.
A ver cuando asumimos de una vez y sin complejos que somos un estado aconfesional y empezamos a avanzar a ser un estado laico.
Rafa Castillo.

miércoles, 18 de enero de 2012

Hablar por hablar.

Si a quien fue Ministro Secretario General del Movimiento con Franco, José Solís Ruiz, se le llamaba la sonrisa del régimen, no cabe duda que el flamante Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, será pronto conocido como la carcajada del PP.
En las declaraciones después de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera decía entre risas, refiriéndose a las CCAA, “Se les puede aplicar mejor el rigor porque están muertas, es rigor mortis”. También reía diciendo que lo acusaban de socialdemócrata. En fin, lo contrario de la llorona ministra italiana.
Como este Gobierno hace las cosas “como dios manda”, nada mejor para incrementar el populismo que tomar medidas duras y contundentes con las desviaciones de las CCAA. Claro que entre De Gindos y Montoro se metieron en un fregado diciendo uno que intervendrían las CCAA y el otro que no, pero que las sancionarían. La cosa ahora está en que la intervención es la sanción y que “se van a exigir responsabilidades penales a los gestores públicos que superen los límites de endeudamiento”. Y seguramente el coro mediático aplaudirá el rigor y la medida.
Y para colmo el Presidente de Extremadura, José Antonio Monago, pide que la medida se establezca con carácter retroactivo. O el señor Monago ignora que no puede considerarse delito ningún hecho que en el momento que ocurra no esté tipificado como tal, o, si lo propone a sabiendas, en que manos estamos.
Pero analicémoslo. Superar los límites del endeudamiento no puede ser siempre delito. Porque ese límite puede superarse por gastar más de lo previsto en el presupuesto, en cuyo caso se incurre en prevaricación ya sancionada en el Código Penal, o por una inesperada reducción de los ingresos, por ejemplo por una recesión, en cuyo caso no puede considerarse delito.
O sea que Montoro reinventa la pólvora mojada anunciando exigir unas responsabilidades penales que ya existen, y otras que no pueden existir. Al final el Ministro habla por hablar, pero todos quedan contentos. Esto es rigor.
Rafa Castillo.

viernes, 13 de enero de 2012

Esta es una propuesta que formulo a la Asamblea Local de Monforte de Lemos para su aprobación como enmienda de adición a la Ponencia Marco del Congreso Federal del PSOE. Se trata de una serie de ideas y propuestas en la línea que entiendo que debe evolucionar el partido y que son una respuesta de izquierdas y socialdemócrata a los problemas que veo.
Posiblemente, lo primero que hay que decir es que tenemos que ser de los nuestros. No podemos gobernar pensando en lo que desea la mayoría, y guiándonos a golpe de encuesta. Sin dejar de gobernar para todos, tenemos que hacerlo fieles al programa y al contrato electoral con nuestros votantes. Asumir el discurso de los otros simplemente para ganar votos, puede conseguir un buen resultado momentáneo, pero al final el resultado será el desapego social y el desconcierto de nuestra militancia.
En esta línea, la política que tiene que proponer nuestro partido a la sociedad es una política claramente socialdemócrata y progresista. Y no solo tiene que aplicarla en nuestro país, sino también promover, en los demás partidos socialistas del mundo en general y de Europa en particular, la clara adopción de esta política, para que la coordinación entre todos logre modificar la tendencia, cada vez más acusada, a una política conservadora, regresiva y antisocial que se observa en la Unión Europea.
Porque en un mundo cada vez más global, es inútil nadar contracorriente y es peligroso aplicar políticas contrarias a las de los países que compartimos moneda, pues la política del Banco Central jugará en nuestra contra. Pero eso no significa, como se ve en la actualidad, que esta política mayoritaria sea la correcta. Por eso es imprescindible que hagamos partícipes de nuestras resoluciones a los partidos hermanos para entre todos revigorizar la Internacional Socialista y recuperar un Partido Socialista Europeo fuerte y unido que recupere la posición mayoritaria que un día tuvimos tanto en el Parlamento Europeo como en el Consejo de Europa.
Se ha dicho repetidamente que la actual crisis, realmente el conjunto de crisis que se han manifestado en los últimos cuatro años, es una crisis sistémica. Y siendo correcto ese análisis, no hemos sido capaces de atacar la raíz del problema. El cambio a fondo del sistema, el control y regulación de los mercados. Y es así que ahora son los mercados quienes regulan a los países imponiéndoles políticas cada vez más restrictivas en las que cada resolución que recorta los derechos sociales que tanto nos costó conquistar no es sino el preámbulo de la siguiente que nos exigirán los insaciables mercados.
La globalización exige una gobernanza global para que sean, directa o indirectamente, los ciudadanos y sus representantes quienes impongan las normas que nos lleven a que el mundo global sea útil en la solución de los problemas y retos de la humanidad. La orgía liberalizadora que se impuso en el mundo en las últimas décadas ha dado como resultado, en confluencia con esta crisis, que desaparezcan hasta las tímidas soluciones que veníamos planteando a los grandes problemas que amenazan nuestro futuro. Así han desaparecido, por ejemplo, el concepto de economía sostenible, las políticas contra el cambio climático y la cooperación internacional para el desarrollo.
Y la mayor paradoja del sistema son los problemas de movilidad. Siendo el planeta Tierra la casa común de la humanidad, y pese a seguir naciendo desnudos todos los miembros de nuestra especie, por el planeta circulan libremente capitales y mercancías y solo hay barreras para la libre circulación de las personas. Concretamente de las personas sin medios y necesitadas. Los otros pueden correr alegremente tras sus capitales.
El objetivo final a conquistar es el control y regulación de los mercados y la desaparición de los paraísos fiscales y del capital especulativo. Es decir, la reforma en profundidad del capitalismo. Ello no implica su desaparición como forma de producción y mucho menos su substitución por fórmulas fracasadas como las aplicadas en el siglo XX en la Europa del Este. Se trata de sustituir el actual Capitalismo Liberal Salvaje por el Capitalismo Social Regulado. Capitalismo como forma de producción eficaz. Social como forma de reparto eficiente. Regulado como garantía de un buen funcionamiento y de su durabilidad.
Para alcanzar estos objetivos algunas de las medidas a adoptar serían las siguientes:
Ø     Establecimiento de una tasa sobre el movimiento de capitales, que sin ser una barrera para la inversión internacional y los intercambios comerciales, impida y penalice los movimientos continuos de capitales para la especulación y distorsión de los mercados financieros.
Ø     Establecimiento de una imposición con un mínimo común universal a las grandes rentas para evitar la deslocalización fiscal de los capitales y su refugio en paraísos fiscales, logrando la justa aportación de quienes más tienen a la financiación de las necesidades sociales.
Ø     Eliminar el dumping social modificando los convenios de libre mercado, que si en su día pudieron servir para impulsar el desarrollo de los países emergentes, hoy son causa de la deslocalización del trabajo y la sustitución de los trabajadores con derechos de occidente por una masa proletaria en el tercer mundo, resultando que los beneficiados del sistema non son los ciudadanos de este tercer mundo, sino el capital. Para ello habrá que establecer aranceles comunes que dificulten la entrada de productos que compiten en precio por no tener costes laborales.
Ø     Establecer una ambiciosa política medioambiental de obligado cumplimiento que preserve la capa de ozono, sea la base de un desarrollo mundial sostenible y evite el cambio climático.
Ø     Para este último objetivo, establecer un sistema de compensaciones económicas entre los países sumideros y los países fuente de oxígeno que permita el desarrollo de estos últimos sin dañar las reservas de la biosfera.
Ya en un plano intermedio entre la política internacional y la nacional, el PSOE debe impulsar desde el Partido Socialista Europeo, desde los parlamentos europeo y español, y desde la acción de gobierno, cuando nos corresponda, la integración europea, especialmente en los siguientes aspectos, y con un horizonte, a medio plazo, federal.
Ø     El mantenimiento de una política económica común, consecuencia lógica de la moneda única.
Ø     La conversión del Banco Central Europeo en un Banco Nacional Europeo, con la capacidad de entrar en el mercado financiero y crediticio como hacen los demás bancos nacionales.
Ø     El establecimiento definitivo de una política europea común, que nos dé en el mundo el peso especifico que corresponde a un sujeto internacional como es Europa, y sin sometimiento, real o de hecho, a terceras potencias.
Ø     La actuación leal con los objetivos comunes de la unión de los países miembros de la UE.
Ya en política nacional el objetivo principal del PSOE, teniendo en cuenta la situación que encontraremos en el año 2015 al final del período de gobierno popular, es la recuperación, el mantenimiento y la ampliación del estado de bienestar.
El justo reparto de la riqueza, fin último del socialismo, debe contemplar sin complejos, sus dos caras. La del gasto social, pero también la de los ingresos fiscales. Por eso el objetivo último del sistema impositivo tiene que ser una mayor contribución de quienes más tienen para financiar de forma suficiente los servicios públicos fundamentales para todos los habitantes, las políticas públicas de inversión y creación de empleo, y las mejoras y complementos de los más necesitados.
En esta línea los socialistas promoveremos una profunda reforma fiscal que reparta equitativamente las cargas de acuerdo con la estructura social del país y de la capacidad económica de cada persona. Los grandes capitales, las rentas más altas y la personas más ricas deben de contribuir en función de su capacidad económica. El mismo sistema que permite y garantiza su capacidad de enriquecerse debe exigirles la justa contraprestación para mejorar el bienestar de todos los ciudadanos. En este sentido,
Ø     Los impuestos directos tienen que ser progresivos y alcanzar a todo tipo de ingresos, especialmente los de capital.
Ø     Los ingresos indirectos, en especial el IVA tienen que tener en cuenta por un lado los productos de primera necesidad y por otro aquellos que constituyen un lujo solo al alcance de unos pocos.
Ø     Las tasas y precios públicos, si bien tienen que contribuir de forma importante a la financiación de los respectivos servicios, deben aplicarse de forma que garanticen el acceso de todos los ciudadanos a los servicios más generalizados.
La política económica que los socialistas proponemos a la sociedad es una política progresista, keynesiana y de crecimiento sostenible, tendente al pleno empleo y a la garantía de unos ingresos mínimos vitales garantizados. Para ello,
Ø     Potenciaremos la inversión en educación como forma de garantizar el mejor capital humano.
Ø     Incrementaremos el apoyo a la investigación científica y técnica.
Ø     Apoyaremos de forma creciente la inversión en I+D+I.
Ø     La política de incentivos a la inversión se destinará fundamentalmente a la reindustrialización efectiva, sobre todo en los sectores más dinámicos y de futuro, y respetuosos con el medio.
Ø     La política agraria tenderá a la recuperación de terrenos productivos ante la creciente demanda alimenticia y de las energías renovables, pero compatible con la preservación del medio ambiente y los espacios naturales.
Ø     En los periodos de crecimiento se realizarán políticas tendentes al déficit cero y a la disminución de la deuda que den margen de maniobra para poder aplicar políticas expansivas en las crisis futuras.
La política laboral que impulsará el PSOE tenderá a que, sin que el empleo sea un corsé que limite la dinámica evolutiva de las empresas, se garantice la estabilidad en el empleo de los trabajadores y de sus derechos. Para ello, y en función de los cambios que provoque el gobierno popular,
Ø     Se recuperarán los convenios colectivos territoriales y de sector para proteger fundamentalmente a los trabajadores de las empresas pequeñas.
Ø     Se garantizará por ley el crecimiento del salario mínimo al menos en el importe del IPC previsto y con cláusula de revisión anual.
Ø     Se potenciarán la políticas de igualdad entre los trabajadores sin que pueden producirse diferencias por ningún concepto y especialmente por razón de sexo, nacionalidad o estancia documentada.
Ø     Se ligarán los salarios a la productividad de forma que evolucionen al alza o a la baja en función de aquella, pero considerándolos en moneda constante, es decir, luego de aplicarles cada año el IPC, ya que está aplicación no es un incremento salarial, sino el mantenimiento del equilibrio contractual.
Ø     Para mejorar la productividad de las empresas, y la satisfacción de los trabajadores en el desempeño de sus tareas, se potenciará la formación de los trabajadores en la empresa, fundamentalmente en el desarrollo de nuevas tecnologías.
Pero si veíamos antes que la educación es un instrumento fundamental en política económica, para los socialistas tiene aún dos valores más importantes. El desarrollo y satisfacción de las personas y el ser el elemento que hace que todos nos nacidos tengan una real igualdad de oportunidades al romper la barrera de las clases sociales. Por eso,
Ø     Impulsaremos la educación pública y gratuita para todos los jóvenes.
Ø     Los centros privados serán concertados con subvención del 100% o no tendrán ningún tipo de ayuda en caso de no ser concertados.
Ø     Los centros concertados tendrán que mantener la media de alumnos necesitados de integración que tengan los centros públicos.
Ø     Los centros concertados no podrán discriminar a los alumnos por motivos raciales, de creencias religiosas o de practica de ninguna religión. Tendrán que respetar, en la enseñanza y en los hechos la libre opción de cada alumno en materia religiosa, sexual y afectiva.
Ø     No se concertará ningún centro que practique la separación de los alumnos por sexos o capacidad intelectual, sin perjuicio de la especial atención que deba prestarse a los alumnos superdotados.
Ø     Se tenderá a una educación humanística, científica, técnica y artística libre de dogmatismos y creencias, tendiendo a la progresiva desaparición de la enseñanza de religiones concretas en la escuela.
Ø     No se subvencionará con fondos públicos ningún servicio o nivel de escolarización en centros privados de los que no dispongan los públicos.
Ø     Se aumentará el número de becas universitarias. Cuando en la carrera elegida haya plazas disponibles en la universidad pública no se becará la privada.
La salud es el principal derecho de los ciudadanos. Por ello la sanidad universal, pública y gratuita, sigue siendo un objetivo irrenunciable para los socialistas. El PSOE descarta cualquier sistema de copago para los usuarios del sistema público de salud. Nuestra política de salud incluye la potenciación de la medicina preventiva, y se pondrá un especial interés en reducir los tiempos de espera para el diagnóstico.
Los conciertos con entidades privadas de salud en los que el servicio público de salud suplan la falta de cobertura de aquellas en zonas rurales o especialidades de alto coste se revisarán de forma que dichas entidades abonen no solo el uso, sino también la disponibilidad del servicio.
La tercera edad merece el respaldo y apoyo de la sociedad a la que ha dedicado sus mejores años. Por eso el PSOE,
Ø     Garantizará el sistema público de pensiones.
Ø     Garantizará el mantenimiento del poder adquisitivo de todas las pensiones en función del IPC previsto y con cláusula de revisión anual.
Ø     Impulsará el crecimiento del poder adquisitivo de las pensiones, especialmente de las más bajas.
Ø     No se concederá ayuda alguna ni incentivo fiscal a los planes de pensión privados.
La dependencia, que al igual que las tres anteriores, fue establecida por el PSOE, constituye el cuarto pilar del estado de bienestar. Continuaremos su impulso hasta que alcance a todas las personas que en mayor o menor grado la necesiten, procurando que la solución establecida para cada usuario sea aquella que le permita una vida de más calidad y dignidad.

Nuestro partido, que es siempre el que abre nuevos caminos que luego siguen o imitan los demás, tiene que dar un paso decisivo en la recuperación del prestigio y la dignidad de los políticos. Tenemos que lograr que los ciudadanos dejen de desencantarse y decir que todos los políticos somos iguales.
Esta mala imagen se incrementa por el tratamiento que el partido popular y su coro mediático dan a los casos de corrupción, que cuando les son propios los mantienen en los cargos hasta que la condena es firme, y cuando les son ajenos exigen dimisiones desde la primera sospecha. A ello se une la extrema lentitud de la justicia que hace que el proceso se alargue extraordinariamente.
Tenemos que convertirnos en el primer partido que aparte de si totalmente la corrupción. Que los votantes nos juzguen por nuestro programa y nuestras propuestas, y nos puedan votar sin temor a que los defraudemos, sin temor de que echemos mano a la caja. Y tenemos que lograr, no solo que la actuación de nuestros representantes sea legal, sino que, a un tiempo, sea ética y estética.
A tal fin el partido tendrá, al menos en los niveles estatal y autonómico, un órgano interno e independiente con dos funciones fundamentales. La rápida investigación al menor indicio de una posible corrupción o actuación no ética de un cargo público o institucional, y la reposición de la honorabilidad del investigado si el resultado de la investigación fuese negativo.
Dicho órgano iniciará, a la primera sospecha, denuncia o publicación que ponga en duda la actuación legal o ética de un cargo del partido, una investigación recabando cuanta información sea posible de forma que el partido pueda tomar fundadamente la decisión de bien defender públicamente la actuación del investigado, o bien apartarlo del cargo que ostenta y del partido.

Finalmente tenemos que recordar que los ciudadanos nos demandan la apertura del partido a la sociedad, para que seamos un cauce eficaz de sus inquietudes.
Sin perjuicio de la apertura de los procesos de primarias a los simpatizantes y ciudadanos en general, t aprovechando las oportunidades que ofrecen internet y las redes sociales, se abrirá a estos la participación, aportando ideas y sugerencias, en los Congresos y Convenciones políticas.
A tal fin, el partido elaborará un documento básico que trace las líneas generales de la ponencia. Dicho documento se expondrá a través de internet para que los ciudadanos o colectivos que lo deseen presenten enmiendas o aportaciones. Con todo ello se elaborará la ponencia marco que se someterá a las agrupaciones locales continuándose con el procedimiento habitual.
Rafa Castillo.

martes, 3 de enero de 2012

Acatar las sentencias.

No cabe duda de que para algunos no es lo mismo gobernar que estar en la oposición. Eso se ve claramente en el PP que en un mes pasa, sin solución de continuidad, de Partido Proletario a Partido del Palo. Y aplican, ampliado y sin complejos, medidas que en la oposición les hacían romper las vestiduras.
Quienes en la oposición meten cuantos palos, leños y troncos encuentran en las ruedas del gobierno, cuando ganan las elecciones se apresuran a pedir a la nueva oposición una responsabilidad que nunca ejercieron.
Pero como algunos se creen por encima del bien y del mal desde la situación de normalidad que para ellos supone que el poder lo detenten ellos mismos, clase privilegiada del país, si lo estiman necesario, no respetan ni la Constitución ni las sentencias del Tribunal Constitucional, y hacen por Decreto Ley lo que ellos mismos recurrieron en etapas anteriores.
En 1997 el Alto Tribunal declaró inconstitucional la subida por Decreto Ley de la tarifa del IRPF hecha por Felipe González en 1992 en los inicios de la penúltima crisis. Y esa declaración fue consecuencia de un recurso presentado por los diputados del PP.
Ahora ellos hacen lo mismo, sin estar en su programa electoral ni tan siquiera en su ideario político, y exigen al PSOE responsabilidad. Y encima les sale bien, porque sin duda la tendrán.
En todo caso queda claro como los populares acatan y respetan las sentencias de los tribunales. Y como cumplen las leyes como la Constitución que juraron hace dos semanas. Es que ni habrán podido comulgar el domingo siguiente al Consejo de Ministros.
Rafa Castillo.

lunes, 2 de enero de 2012

Matemáticas.

Decía alguien el otro día que en política también hay que saber matemáticas, y es cierto. Recuerdo cuando niño recitar aquello de que una fracción, entonces decíamos quebrado, disminuía si disminuíamos el numerador o aumentábamos el denominador.
Y viene esto a que constantemente nos dicen que el déficit es un 6 o un 8 o lo que sea por ciento y casi nunca nos informan de sobre que es ese tanto por ciento. Y entonces nos dicen que es apremiante reducir el déficit porque sino cada vez tendremos más que amortizar, y más intereses que pagar, es decir más carga financiera.
Imaginemos que alguien tiene una hipoteca de 100.000€ a 25 años por la que tiene que pagar 500€ mensuales. ¿Es mucho o poco? Pues como dirían Rajoy y Jarabe de Palo, depende. Depende de los ingresos mensuales. Si son 1.000€, la carga es grande, si 3.000€ soportable y si son 10.000€... no se de que será este recibo.
Y a niveles de estados, pasa lo mismo. Si la deuda es grande, pero crece más la riqueza, y por tanto el Producto Interior Bruto, que es el denominador oculto de la manida fracción, el déficit tenderá a bajar sin que tengamos que bajarlo. Además, como a más PIB, más Renta Per Cápita, se pagarán más impuestos y será más fácil para el Estado pagar la deuda.
Y si encima parte de ese aumento se destina a la solidaridad internacional, otra parte a mejorar los beneficios sociales y el resto a crear empleo, cuidar el medio ambiente y lograr un medio más habitable, y la Renta Per Cápita se distribuye con menos diferencias, hasta podremos ser felices.
Toma nota, Mariano.