sábado, 29 de septiembre de 2012

¡Indignante!

Ya antes del 15-M escribía en estas páginas desde la indignación sin saber que se estaba creando un movimiento de gente indignada buscando, con mayor o menor acierto, una solución a esta sociedad que ha perdido el rumbo, y con él está perdiendo lo que tantos años, luchas y vidas nos costó conquistar.
Y, cuando veo como avanza el proceso de destrucción del bienestar y damos a los bancos ¡manda huevos! el dinero que necesitamos para la supervivencia digna de los ciudadanos, crece mi indignación.
Y crece al ver los banqueros que reciben nuestro dinero y deciden nuestro futuro llevándose, a un tiempo, pingües beneficios y substanciosas jubilaciones. Y crece al ver a algunos políticos, pocos pero molestamente notorios, que en lugar de buscar una salida a nuestra sociedad se corrompen en busca de su propio beneficio a cuenta de los ciudadanos que confiamos en ellos.
Y digo pocos, por que son una minoría. La mayoría, hay que recordarlo una y otra vez, son honrados. Mejores o peores, de una u otra idea, pero honrados. No podemos caer en la trampa de quien pretende embarrar el campo para que luego solo puedan circular por él sus tanques.
Porque además, en el país de la picaresca, social y literaria, esa proporción de políticos corruptos representa seguramente una proporción similar en la sociedad civil. Los políticos no son marcianos, nacen de entre nosotros en nuestros pueblos o ciudades. Y algunos se corrompen como hay ciudadanos que defraudan a hacienda o empresarios que abusan de sus trabajadores para obtener a su costa mayor beneficio.
Y hoy he vuelto a indignarme una vez más. Porque lo de hoy es la comprobación de mi afirmación anterior. Esta vez no son políticos quienes se corrompen. Esta vez son ciudadanos “normales” representantes de ciudadanos engañados, y que confiaron en ellos para la solución de su problema.
Pues ni así. También ellos fueron corruptibles. Cuando se encaminaban a una posible victoria en el Tribunal Constitucional en la defensa de inversores y clientes ante el todopoderoso Botín, la ADIC que era la asociación promotora del recurso, la retira.
Posiblemente nunca podamos comprobarlo. Pero sin duda los dirigentes de la asociación tienen garantizada una buena jubilación.

 Rafa Castillo.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Macro y micro.

Macropaíses:

En su día, y para financiar los costes de la Entrada en Europa de la Alemania Oriental, lógica, pero que beneficiaba fundamentalmente a Alemania, y que supuso la entrada de un país en la UE por la puerta de atrás, Alemania superó con creces el déficit del 3% que ella misma había impuesto en la unión.
Hace unos días estuvimos en vilo, pendientes de que el Tribunal Constitucional Alemán diese luz verde al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), elemento fundamental para el proceso de rescate que se aplicará próximamente a nuestro país.
Hoy la noticia es que antes de admitir que Europa supervise sus cajas, Alemania deberá someterlo al Parlamento, Bundestag y Bundesrat, con lo que nuevamente se retrasan los mecanismos de supervisión europea.

Micropaíses:

España y otros países del sur de Europa se ven obligados a tomar medidas duras de recortes en derechos sociales para reducir drásticamente el déficit, en el que incurrieron por causa de una crisis internacional, y no desestabilizar así la banca y la economía alemanas.
Hace un año nos vimos sometidos a aceptar la imposición de una reforma constitucional, exprés y en periodo preelectoral, que nos obliga a pagar antes las deudas con la banca que la supervivencia de un moribundo.
España se vio obligada a una reforma drástica de su sistema bancario que produjo la desaparición de las cajas de ahorros y un agujero en la banca que los ciudadanos tienen que asumir y pagar con su sacrificio.
A Grecia e Italia se le imponen primeros ministros no democráticamente elegidos y procedentes de la banca.

Macroeconomía:

La banca, que ocasionó la crisis internacional y financió frívolamente las burbujas inmobiliarias y similares en España y otros países, se convierte en un auténtico sumidero de recursos recibiendo ingentes cantidades de dinero del Banco Central Europeo a bajo interés que invierte en la compra de la deuda pública a mayor interés y garantizada por los estados, mientras cierra el grifo del crédito y se niega a financiar a ciudadanos y empresas. Mientras, sus altos ejecutivos siguen percibiendo retribuciones e indemnizaciones astronómicas.

Microeconomía:

El ciudadano que, engañado por su banco, compró una vivienda por encima, no de sus posibilidades previstas, sino de la estabilidad de las mismas, pierde su trabajo por la crisis originada por la banca, no puede pagar su hipoteca, pierde su vivienda y le sigue debiendo al banco, mientras con sus impuestos y los recortes en sus derechos sociales financia la crisis bancaria.

Macropolítico:

El líder el Partido Socialista Portugués, Antonio Seguro, quien dijo hoy en la SER que el límite de la austeridad está en la dignidad de las personas.

http://www.cadenaser.com/internacional/audios/antonio-seguro-receta-gobierno-portugues-misma-hace-ano-funciona/csrcsrpor/20120927csrcsrint_1/Aes/

 

Micropolítico:

Mariano Rajoy Brey.

Rafa Castillo.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Jugar con la Constitución.

En el fútbol, los buenos aficionados capaces de aplaudir al equipo contrario, convierten al suyo en un equipo amable, querido y respetado por todos. Por contra, los hooligans dañan a su equipo convirtiéndolo en odioso. Y no es lo mismo que te entrene Del Bosque que Mouriño o que en tus filas estén Iniesta o Iker que Pepe o Eto’o.
Ya en 2004 el incremento del voto independentista en Catalunya fue la consecuencia directa del centralismo chulesco del gobierno de Aznar y el famoso “Pujol, enano habla castellano”. Luego en la oposición los de Rajoy alimentaron el rechazo mutuo entre Catalunya y el resto del país. Y ahora, envalentonados por su mayoría absoluta, contrapesan su servilismo ante el exterior con el desprecio y ofensa a todos los que no les dan la razón, nacionalistas entre otros.
Y, irresponsabilidades u oportunismos de Artur Mas aparte, es esta actitud de los populares la que causa en enconamiento de la situación y la mayor visibilidad del sentimiento independentista de una parte de la sociedad catalana. Y es que los fuegos no se apagan con gasolina.
Hoy el líder socialista, Rubalcaba, tuvo una intervención en la cadena SER en la que propugnó buscar una cómoda, amable y agradable integración del Catalunya en España, llegando a un estado federal y, si fuese preciso, reformando la Constitución en lo que fuese necesario. Se puede compartir o no, yo lo comparto, pero no cabe duda de que es una aportación a sosegar el debate y situarlo en el terreno político, que es el campo donde debe resolverse, y no en una pelea fraternal que nos convertirá en enemigos mutuos.
Y es entonces cuando el PP saca al dóberman, encarnado en Cospedal, quien se envuelve en la bandera (¿bandera viene de banda?) y se define defensora a ultranza de la Constitución y la unidad nacional, acusando a Rubalcaba de irresponsable y diciendo que si el PSOE quiere romper con la Constitución, el PP va a estar enfrente. Lo que no aclaró es si se refería al “Frente Nacional”.
En el argot del mundo taurino que tanto les gusta, hay una conocida expresión que dice que hasta el rabo todo es toro. Y también, señora Cospedal, el Título X, “de la reforma constitucional”, es Constitución. Por tanto, pretender reformarla no es estar frente a la Constitución, pero sí es pervertirla usarla torticera y frívolamente contra los demás.
Y es que si una definición importante da de España la Constitución, es que es un estado democrático. Y, en democracia, caben todas las opiniones, incluso las de cambiar la Constitución. E incluso, aunque yo no esté de acuerdo, la de decidir modificar el artículo referido a la unidad de España. Porque siempre dijimos que lo malo no es lo que se defiende, sino el uso del terrorismo en esa defensa, ¿no?
También dijo la Cospe, en relación con la jornada de mañana, que la última vez que el Congreso fue rodeado fue el famoso 23-F. Como no estoy seguro de con que ojos veía los acontecimientos aquel día la secretaria general del PP, le aclararé que aquel día quienes rodeaban el Congreso era la Policía Nacional, leal a la Constitución, el Gobierno y el Parlamento, la prensa y los ciudadanos. Los golpistas estaban dentro. Eran aquellos señores que llevaron allí sus ideas anticuadas, su visión paticorta e inamovible de la Constitución y su afán de dividirnos y enfrentarnos a unos con los otros. ¿Capichi?

Rafa Castillo.