martes, 25 de septiembre de 2018

Cuestión de prioridades.


Parece que el filibusterismo de PP y C’s, impedirá al gobierno la elevación del techo de gasto que había autorizado la Unión Europea. Como siempre, la derecha bloquea todo cuando no gobierna. Basta ver su actuación cuando hay que renovar altos organismos del Estado.
Pero este bloqueo no debe suponer que el PSOE y sus aliados renuncien a aplicar sus políticas y tengan que hacer un presupuesto igual al hecho por el partido Popular. Con la misma cantidad de dinero, se pueden hacer cosas diferentes.
Obviamente el Estado tiene que cumplir sus compromisos. Externos e internos. Pero cuando el dinero no llega para todo, la política consiste en establecer prioridades. Y habrá que analizar que compromisos sin más importantes.
Pongamos un ejemplo. Los acuerdos con la llamada "santa sede" implican que si las aportaciones voluntarias de los ciudadanos a través del IRPF no llegan a determinada cuantía, el Estado los complementa. Y, claro, hay que cumplir este compromiso. Naturalmente, si se puede.
La OTAN exige aumentar las aportaciones de los países en defensa. Obligación a la que también hay que servir. Siempre, claro, que no haya otras obligaciones de más peso. Y hay obligaciones legales y constitucionales más importantes. La sanidad, la educación, las pensiones dignas, la atención a la dependencia…
Y puestos en la educación. La hay pública y concertada. Si hubiese que recortar, por cual habría que empezar? Por la más integradora o por la más elitista? Por la abierta a todos, o por la que de forma más o menos oculta selecciona los alumnos deseados? La que forma en valores cívicos, o la que pretende adoctrinar a los alumnos desde posiciones sectarias?
Y si se plantea así la cuestión, tal vez las derechas vean la parte positiva de aumentar el techo de gasto.
Rafa Castillo.