viernes, 27 de diciembre de 2013

Meapilas.

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, asegura que hubiera tenido un hijo con malformaciones graves "sin dudarlo", ya que es una "convicción personal". Y precisamente en eso está el problema de esta ley y de todos los recortes en derechos y libertades que está haciendo este gobierno. --------------------------- Habrá que recordarle al ministro que la hoy agonizante ley de Zapatero respetaba escrupulosamente su convicción personal y bajo ningún concepto obligaba a abortar a quien quisiera tener ese hijo con malformaciones, y ni siquiera lo condenaba a un ostracismo social. ------------------------------- Por el contrario, él sí quiere imponernos a todos su convicción personal, prohibiendo el derecho al aborto a quien se sienta incapaz o no quiera asumir un hijo con malformaciones. No deja de ser curioso que esta derecha, partidaria como tal de la no ingerencia del Estado, de la libertad de mercado, del estado mínimo de Adam Smith, quiera meterse hasta la médula en nuestras conciencias y en nuestra moral definiendo e imponiendo los conceptos de lo bueno y lo malo. --------------------------------- Parece ahora que a estos talibanes integristas se le está revelando el corral, pero no podemos dejarnos engañar por esta maniobra. Están centrando el tema en si un feto inviable puede ser sometido a aborto o no. Eso ya lo damos por supuesto. El problema, en este caso, está en el feto con malformaciones que, aunque fuese viable, tendría una calidad de vida, él y su familia, que ninguno desearíamos. ----------------------------- Y el problema real, lo que quieren impedir es que la mujer tenga la libertad de decidir sobre su cuerpo. Que si, sin quererlo, queda embarazada pueda tomar libremente, y exclusivamente ante si misma, la decisión de ser madre o no. ----------------------- Y que no se preocupen estos meapilas. Tengan por seguro que ninguna mujer va a quedar embarazada voluntariamente para poder abortar. ---------------------- Rafa Castillo.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

La verdad es que les puede.

El gobierno, con Montoro a la cabeza, está imponiéndonos a todos una estricta disciplina económica que no nos deja respirar. A los ciudadanos con duros recortes salariales y pérdida y deterioro de servicios públicos. A las administraciones con planes de ajuste durísimos y un férreo control presupuestario. -------------------------- Pues bien. La Generalitat de Catalunya presenta unos presupuestos en los que recoge una partida de 5 millones para celebrar la pretendida consulta y el PP catalán los impugna, lo que no eliminará esa partida, sino que simplemente retrasará la entrada en vigor de los presupuestos. ------------------------------------------------------------- Y es que la actuación de los populares es inútil y sin sentido. Y no puedo creer que no lo sepan. No hay nada ilegal en poner esa partida en el presupuesto, precisamente por eso, por ser un pre–supuesto. Ilegal sería, eventualmente, gastarlo si el referéndum deviene ilegal o inconstitucional. Pero lo que el gobierno de Mas pretende, y ha dicho que en otro caso no lo haría, es celebrarlo legalmente y en acuerdo con el Estado. Que lo logre o no, es otra cosa. --------------------------------------------------- Y ha dicho además que si no hay Referéndum habrá elecciones que él considerará plebiscitarias. Y para este segundo supuesto también hará falta la previa consignación presupuestaria. En resumen. Como es habitual el PP haciendo populismo. ------------------- Pero lo peor es la irresponsabilidad que supone. Con lo que está lloviendo aplazar la aprobación del que es el segundo o tercer presupuesto de España por su volumen es jugar con el país y su futuro. Y el de todos los ciudadanos. ----------------------------------------------------- Pero el hacer política rastrera, les puede. --------------------------------------------- Rafa Castillo.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Metamorfosis.

La propuesta del PSOE de hacer una reforma constitucional, idea que comparto, es irrealizable y, por pequeña que sea, si su sentido es progresista, contará con la oposición frontal del PP. Y su concurso es necesario a no ser que su resultado electoral sea muy reducido y no tenga la minoría de bloqueo. Por eso solo nos queda una opción. La ruptura. Que sea cual sea el resultado de las próximas elecciones generales, si el PP no obtiene la mayoría absoluta, aunque gane formar un gobierno de los demás partidos con un único objetivo: convocar nuevas elecciones a Cortes Constituyentes. No significa esto renegar de la actual Constitución. Esta cumplió su labor y nos permitió llegar a donde llegamos. Al menos hasta donde estábamos antes de este gobierno popular. Pero la Constitución tampoco es un dogma de fe inmutable en el tiempo. En su espíritu está su propia reforma, pero estos nos la hacen imposible. Como en los animales en metamorfosis, la Constitución fue como un caparazón que nos protegió de los peligros de nuestro pasado y nos permitió crecer en su interior. Pero, aunque nos parecía grande, se nos ha quedado pequeño. No debemos olvidar cuando y como se gestó. Tres años después de la muerte del dictador, y tres años antes del golpe de Tejero, en una joven democracia sin duda vigilada por los poderes fácticos. Y hoy, aquel espacio de crecimiento se nos ha convertido en un corsé apretado que limita nuestras legítimas aspiraciones como ciudadanos del siglo XXI. Por eso, siendo imposible que ese caparazón crezca con nosotros, tendremos que cambiarlo haciendo uno nuevo, parecido al anterior, pero más grande. Y si puede ser, más flexible. Rafa Castillo.