domingo, 13 de marzo de 2016

Formatear ordenadores

Llevan un tiempo desde el partido popular, a cuenta de los ordenadores de Bárcenas, mareándonos con el tema de su propiedad. Y esto suena a aquello de si son galgos o podencos. Pero no nos dejemos engañar. Este no es el fondo del asunto.
El fondo es, claro, que el PP borró los ordenadores y destruyó pruebas sobre una serie de graves delitos presuntamente cometidos por algunos de sus dirigentes o “funcionarios”. Y además la destrucción no fue casual o rutinaria. Fue con total alevosía. No puede interpretarse de otra manera que los discos duros fueren formateados 35 veces de forma lógica y al menos recibiesen un “formateo” físico como los herreros daban forma a las herraduras… a martillazos.
Yo también manejo un ordenador en mi trabajo. Y no es mío, pertenece a la empresa. Si la empresa, el día que yo me jubile o me desvincule de ella por algún motivo, quiere destinar el ordenador a otro fin, lo formateará una vez con el objetivo de liberar espacio y eliminar programas, y el ordenador será usado por otra persona. Ya estará vacío. Porque para reutilizarlo basta con formatearlo una vez. Y eso sí, no lo martilleará so pena de que no pueda volver a ser utilizado.
Porque formatearlo repetidas veces, y deformarlo físicamente, no se hace para reutilizarlo. Se hace para eliminar, de forma irrecuperable los datos. Y eso se hace, naturalmente para ocultarlos a quien, la justicia, pueda interesar analizarlos.
Pero vamos más allá. No alcanzo a ver el interés que la empresa pueda tener en borrar los datos de su ordenador que yo uso. En el ordenador está todo el trabajo que a lo largo de muchos años yo he hecho para la empresa y por el que esta me pagó. Y ese trabajo, que yo “vendí” por mi sueldo, no es mío, es suyo y si me pagó por él será porque le interesa tenerlo. No es un trabajo escolar que, acabado el curso y evaluado el alumno, pierde interés y se libera el ordenador para el curso siguiente. Es un trabajo profesional que se supone que debe ser continuado, y consultado, por quien me sustituya.
Y digo yo. Entre las causas para que un juez decrete la prisión provisional de un presunto delincuente, además de la alarma social que sin duda existe, ¿no está la posibilidad de destrucción de pruebas?
Pues alguien debería de estar en prisión.
Rafa Castillo.