Es inaudito que quien dijo que la subida del IVA por el gobierno Zapatero era un sablazo de mal gobernante, se disponga ahora a incrementarlo, salvo que, al hacerlo, pretenda autodefinirse.
Lo justifica Montoro diciendo que en aquel entonces ellos se opusieron porque Zapatero no había hecho recortes suficientes. Y es cierto. Zapatero no solo no recortó la sanidad, la educación o la dependencia, sino que subió el IVA, precisamente, intentando evitar esos recortes que a nuestro mentiroso ministro le parecen tan buenos y deseables.
Y digo mentiroso cono definición, no como insulto, porque este individuo, en su intento a diario por superar el nivel de los eufemismos, dijo hoy que "estamos en un tránsito hacia una fiscalidad menor para el trabajo y mayor en el ámbito indirecto". Y eso es mentira porque parece querer decir que bajan los impuestos sobre el trabajo cuando la realidad es que este año, a partir de febrero, han subido el IRPF.
En su afán por dar explicaciones cada vez más esperpénticas dijo también que "si el IVA lo pagaran más quienes lo tienen que pagar no habría que subirlo tanto". Y todo ello sin ponerse colorado. Y sin pararse a pensar que tal vez la recaudación del IVA baja, no por más fraude, sino por la recesión causada por los recortes.
Economía sumergida siempre la hubo y no es fácil que aumentase mucho. Y además esa explicación también debería servir para Zapatero, ¿no? En todo caso, en vez de justificar el aumento del impuesto a los que pagan en que otros defraudan, aumentando pues la “justicia” de la aplicación del impuesto, debió de anunciar la intensificación de la acción inspectora de la Agencia Tributaria. Claro que eso no es muy compatible con la destitución del responsable de la investigación del caso Gürtel y de cinco jefes de equipo, todos ellos inspectores de Hacienda en la Oficina Nacional de Investigación del Fraude, cuya actual jefa tuvo que dimitir por su actuación en el caso Gescartera en la era Aznar.
Además, esta subida del IVA afectará básicamente a los tipos reducidos y superreducidos que afectan a productos de primera necesidad, como los alimentos y que constituyen por tanto la parte más importante del gasto de los ciudadanos con menos recursos. Es decir, subirá el pan pero no las PlayStation. Sin duda otra muestra de “justicia” en la aplicación del impuesto.
Y, por si fuera poco, se aumenta el IVA justificándolo en la evasión fiscal, mientras los evasores se pueden acoger a la amnistía fiscal opaca que les da al gobierno. También muy “justo”.
Por cierto. Del IVA de “los chuches” de aquel niño del mitin de Rajoy, no se dice nada.
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