martes, 17 de julio de 2012

Responsabilidad.

Tanto Rubalcaba como Felipe González han destacado repetidamente la importancia de que desde la oposición el PSOE actúe con responsabilidad. Y, naturalmente, estoy totalmente de acuerdo en eso. En lo que discrepo es en cual es la responsabilidad que corresponde en este momento a nuestro partido.
Posiblemente, si el PP no tuviese mayoría absoluta, lo responsable sería hacer lo contrario a lo que ellos hicieron durante el gobierno Zapatero. Facilitar, sino con el apoyo con la abstención, la gobernabilidad del país de forma que el gobierno adoptase las medidas que estimase convenientes para enfrentar la crisis.
Lamentablemente, el PP en la oposición rechazaba unas medidas que en el fondo deseaba y que acabó adoptando corregidas y ampliadas. Nadie esperaba de ellos una alternativa real a lo que Zapatero se vio obligado a hacer en mayo de 2010. Pero nosotros somos un partido de izquierda.
Partiendo de la premisa ya indicada de que el PP tiene mayoría suficiente para gobernar, el PSOE debería de mostrar a la ciudadanía una alternativa clara desde el pensamiento socialista que suponga para ella una luz de esperanza al final del túnel. Tengamos en cuenta que Rajoy no solo atiende a las imposiciones de los oráculos del mercado, sino que aprovecha la situación para cargarse en la misma jugada el Estado de las Autonomías y el Estado del Bienestar.
La situación hoy de la ciudadanía es insostenible. Es una olla hirviendo lista para rebosar en cualquier momento. El nivel de indignación existente supera con creces el del 15-M y afecta a casi todos los colectivos. Policías, bomberos, funcionarios, la educación, la sanidad, los servicios sociales, intelectuales, investigadores, el mundo de la cultura... todos se sienten dañados en sus derechos sin ver siquiera un gesto en el que parezca que los privilegiados también aportan sacrificios. Hasta los siempre denostados funcionarios sienten hoy el apoyo y comprensión de los demás.
Por eso la responsabilidad del PSOE está más que en el apoyo al gobierno en construir una alternativa radicalmente opuesta a lo hecho hasta ahora, sin ningún tipo de complejo, y desde una óptica abiertamente progresista, socialista y de izquierda. Y sin rechazar en beber, cuando sea necesario, en las fuentes del origen del pensamiento socialista.
Solo así seremos útiles a la sociedad. Solo así recogeremos el apoyo de una amplia mayoría social. Solo así la gente tendrá una esperanza. Si no lo hacemos, la indignación social se desbordará y acabará siguiendo a cualquier visionario que le plantee ideas simples pero que les convenzan. El peligro de la extrema derecha que va calando en Europa, podría abrirse también camino en España.
Y si no lo hacemos así, ¿para qué servimos?

Rafa Castillo.

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