La verdad es que me gusta escribir de forma reflexiva y no en caliente, y por eso, pese a la cantidad de temas que pueden salir de la comparecencia de ayer de Rajoy en el Congreso de los Diputados, esperé a hoy para empezar los comentarios. Pero estos chicos tienen la capacidad de indignarme y no dejarme escribir de forma sosegada.
Tenía pensado hablar de los hooligans del PP en el Congreso jaleando los recortes anunciados por el presidente, comentando su falta de elegancia y delicadeza. Pero la hija de quien fue presidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra, Andrea Fabra Fernández, acabó por centrar mi atención.
Hace dos días dimitió un asesor del alcalde de San Sebastián por increpar a unos ciudadanos que celebraban la victoria de “la roja” diciendo “gora Eta militarra”. El alcalde declaró que "estas actitudes son inaceptables, totalmente inaceptables". No cabe duda que esa es una declaración correcta y acorde con lo que se exige a su formación, Bildu, en este momento.
Que eso no exima sus presuntas veleidades con la banda terrorista en el pasado, no puede hacernos olvidar que el futuro se construye hacia delante y así hay que valorar las declaraciones y la aceptación inmediata de la dimisión. No cabe duda de que si así no lo hiciese todos le acusaríamos de complicidad con su secretario, y algunos, por extensión, con la banda.
No espero, porque no se puede esperar de alguien así, que la susodicha Andrea Fabra dimita. Pero no tengo duda de que a la hora que Rajoy plantee en su gobierno la propuesta de recortar la prestación por desempleo, habrá firmado ya en su despacho de Génova la orden de expulsión de la diputada de su grupo parlamentario y del partido.
Andrea Fabra, para más inri, fue Secretaria Ejecutiva de Política Social del Partido Popular de la Comunidad Valenciana. Y esta, ni más ni menos que responsable de la política social de su partido, dijo, cuando Rajoy anunciaba el recorte de la prestación por desempleo, “que se jodan”. Otras versiones dicen que dijo “ya era hora”, expresión igual de impresentable.
Porque si mañana Mariano y su gobierno aprueban ese concreto recorte sin expulsar antes a la individua citada de su partido y grupo, podremos asegurar sin miedo a mentir que Mariano Rajoy es cómplice de Andrea Fabra y comparte con ella el deseo de que se jodan los parados.
Y será la prueba del nueve de que esta política antisocial, además de que se la impongan, les encanta.
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