martes, 7 de enero de 2014

Apología.

Aunque seguramente no todos lo harían a la inversa, precisamente ser familia de víctimas del terrorismo del régimen franquista, me hace tener el máximo respeto por las víctimas de ETA. --------------------------- Pero ese respeto y consideración no puedo hacerlo extensivo a la mayoría de las asociaciones que hablan en nombre de todos. No, porque ser víctima, del terrorismo, el golpismo o lo que sea, no da una patente de corso que permita pontificar por encima de la Ley y del Estado de Derecho. Ni condicionar la política del Estado ni la actuación de sus diversos poderes. --------------------------- Viene esto a cuento de las críticas al juez que no prohibió el acto de los presos liberados por la aplicación de la doctrina Parrot, y de la petición que ahora hacen de que se prohíba un acto del día 11 porque pudiese haber actuaciones que sean apología del terrorismo. --------------------------- Y es que lo que a las víctimas les da legitimidad no es el ser víctimas, también las hay del tráfico o del cáncer, sino el serlo del terrorismo, de la barbarie contra el Estado de Derecho. Y por eso es una incongruencia que en su nombre algunos se permitan pedir que nos saltemos la democracia y hagamos prohibiciones preventivas como el anticuado régimen hacía detenciones preventivas. --------------------------- Y que lo hagan las asociaciones de víctimas está mal. Pero que lo hagan los dirigentes del partido que nos gobierna es ya el colmo de la desfachatez política. Y es que llevan días haciendo más o menos directas críticas al juez que tomó la decisión, decisión lógica y justa, por otra parte. --------------------------- Y así, mientras el gobierno, tan diligente en otros casos en las presiones a la fiscalía, permite en este que el fiscal no pida la adopción de medidas, para luego criticar abiertamente al juez por no tomarlas. Y así, como es habitual en ellos, van con los de la feria y vuelven con los del mercado. No incordian a los aberzales, no sea que vuelva ETA y los hagamos culpables a ellos, pero se pone en primera línea de una, hoy innecesaria, defensa de las víctimas. Las víctimas ya han sido objeto de daño. Precisan reconocimiento y apoyo, pero, por suerte, ya no necesitan defensa. --------------------------- Y es que pedir la suspensión cautelar de un acto de la izquierda aberzale porque en su seno podría haber un homenaje a los terroristas, nos daría pie a muchos a pedir la suspensión cautelar de los actos del PP porque en ellos pueda haber apología del franquismo o símbolos anticonstitucionales, o incluso nazis o discursos racistas. --------------------------- Porque ese riesgo también es real. ¿Verdad? -------------------- Rafa Castillo.