lunes, 30 de abril de 2012

1º. de Mayo.

Nunca hubo tantos motivos para un primero de mayo como hay en este del 2012. Y en primer lugar para garantizar el de 2013. No olvidemos que hoy el Presidente Rajoy acaba de amenazarnos con más reformas cada semana, por lo que tendríamos que pensar en declarar los sábados como días de luto por el estado social.
Hasta hace poco, y durante casi todo el período democrático, el 1º de Mayo era más una fiesta que una jornada reivindicativa gracias al ambiente de pacto social que con mayor o menor intensidad existió en ese tiempo.
Pero hoy el gobierno popular se ha aliado claramente con la parte fuerte de los agentes sociales, la patronal, lo que permite a esta no tener que ceder nada a los sindicatos al contar con la garantía de que la legislación recogerá íntegramente la voluntad de los dirigentes empresariales.
No olvidemos que el origen del 1º de Mayo está en las reivindicaciones del 1 de mayo de 1886 que acabaron en la condena de 8 sindicalistas en Chicago y el fusilamiento de cinco de ellos. Y hoy, ante la salida que se pretende dar a esta crisis en España y en Europa, es más necesaria que nunca la reivindicación para no acabar perdiendo todo aquello que con el esfuerzo de tantos fuimos logrando en esos 126 años.
Por eso las manifestaciones de mañana tienen que ser un éxito que muestre al gobierno y a Merkel que no estamos dispuestos a dejar que sigan incautándonos nuestro estado de bienestar para mantener una economía que solo beneficia a unos pocos privilegiados.
Mañana no deberían de manifestarse solo los sindicatos y trabajadores. Debería de ser una manifestación de todo el pueblo, trabajadores y parados, activos y pensionistas, autónomos y pequeños y medianos empresarios, estudiantes y buenas gentes en general, porque la lucha no es ya por los puestos de trabajo, que también. La lucha es por una forma social, solidaria y sostenible de ver la vida.

Rafa Castillo.

domingo, 29 de abril de 2012

El problema es si adoptan la idea.


Aunque parezca imposible, hay algo en lo que el Presidente Rajoy no miente, y es cuando dice que ningún gobierno ha hecho tantas reformas en tan poco tiempo como el suyo. Y es que nunca en tan pocos días un programa electoral ha sido tan rápidamente modificado hasta el punto que a día de hoy es difícil encontrar uno solo de los compromisos que no se haya incumplido, o un elemento de los sospechados del programa oculto que no haya sido superado.
Cierto es que ya el viejo profesor decía que los programas electorales están para no ser cumplidos, pero Tierno Galván era un cínico, en el concepto filosófico de la palabra, y lo decía irónicamente sobre lo que hacían los demás.
También Marx acuñó la frase “estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros”. Pero Groucho utilizaba su ingenio para criticar la sociedad que tenía a su alrededor, en la que los candidatos electorales de USA guiaban sus programas, no por la coherencia de sus ideas, sino por el mensaje que intuían que les proporcionaría más votos.
Por eso tampoco nos sorprendería que en poco tiempo el partido popular decidiese establecer una ley avanzada de legalización de la eutanasia activa. Un gobierno que se guía por el principio de mercado, mercado y más mercado, cualquier principio puede sucumbir ante el objetivo último y único de reducción del déficit. Y no cabe duda que la eutanasia produciría grandes ahorros en los servicios sanitarios y asistenciales, así como un ahorro importante en pensiones y medicamentos. He ahí cuatro líneas de ahorro sin tener que recortar nada.
Eso sí, le llamarían reajuste poblacional de adaptación de la esperanza de vida al eficaz funcionamiento de las medidas de creación de empleo.
Ya decía John Lennon que es fácil imaginar que no hay cielo, no es difícil imaginar que no hay países, pero que no creía que se pudiese imaginar que no hay posesiones.

Rafa Castillo.

sábado, 28 de abril de 2012

Cuatro cafés.

El consejero de Salud y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha decía con sorna, el otro día, que los diez euros del copago en los medicamentos, que le corresponden a un pensionista, equivalen a cuatro cafés. Y no es que el café subiese tanto desde aquella entrevista al Presidente Zapatero. Ocurre que este lo tomaba en el bar del Congreso y seguramente el consejero en una zona más VIP.
Y claro. Este gobierno, obsesionado por contentar y alimentar a unos mercados cada día más voraces, olvida completamente que tras las cifras y la macroeconomía hay unos sujetos pasivos de sus decisiones. Y son, lo crean o no nuestros gobernantes, seres humanos.
Ayer oía en la radio un reportaje sobre un hombre, Vicente, maestro que llegó a ganar 360.000Ptas. al mes y que hoy sobrevive con su mujer y su hija con 426€. Le prestaron un bajo en el que vivir, pero aún así me cuesta entender como tres personas pueden sobrevivir con catorce euros diarios.
Explicaba que a su hija le gustaba el chocolate, pero pasaba sin él. Que había dejado de fumar y que no recordaba entrar a un bar. El euro del café, decía, era un kilo de judías. Así pues, señor José Ignacio Echaniz, dese cuenta que el copago no son cuatro cafés. Son 10 quilos de judías. Este ya olvidó la demagogia de Fraga Iribarne preguntando en el Congreso por el precio de los garbanzos.
Menos mal que la crisis acabará pronto, porque si al señor Vicente se le ocurre hacer una chapucilla, para regalar a su hija una tableta de chocolate, lo freiremos a multas. Estaría bueno que el individuo arruine el país y luego no podamos amnistiar a nuestros defraudadores de bien.

Rafa Castillo.