miércoles, 31 de agosto de 2011

Spain is different!



Cuando en los países en crisis se extiende como una plaga sana el contagio de los ricos que exigen su derecho a pagar impuestos como cualquier ciudadano y en la medida que les toca, asumiendo a un tiempo la cuota parte que les corresponde en la responsabilidad del origen de la crisis, en España los “nuestros” siguen inmunes y hacen oídos sordos como si el tema no fuese con ellos.
 Hay que reconocer que también sería inútil. Ya hace unos días el ínclito Esteban González Pons adelantó que incluir una subida de impuestos «para los ricos» en el programa electoral para las próximas elecciones es, «dejar escrito que no tienes ni idea de cómo salir de la crisis». Lo que no dijo, en todo caso, es que ideas tiene él para lograrlo.
Continuó diciendo que la propuesta del PSOE (de subida de impuestos para los más ricos) «la acabará pagando, como siempre, la clase media que tiene una nómina y una hipoteca, porque los que de verdad son ricos, ni pagan patrimonio ni impuestos». Y como no pagan, que sigan sin pagar, claro. Eso sí, les pedirán que sean buenos y den unas limosnas para el Estado pobre.
Por su parte, Dolores de Cospedal dijo que “son momentos para hacer políticas serias y no demagogias, no se puede empezar otra vez con el tema de que paguen los ricos o que paguen los pobres”. Y se quedó también tan ancha sin decir cuáles son sus políticas serias y no demagógicas.
Y sobre todo con lo del “tema de que paguen los ricos o que paguen los pobres”. ¿Para que vamos a cambiarlo si está bien así?. Dejémoslo y que sigan pagando solo los pobres. Los que están en paro, cobrando o sin cobrar. Los que les congelan o rebajan los sueldos. Los autónomos y pequeños empresarios que pierden sus negocios. Además podemos establecer el copago, privatizar los servicios, suprimirlos de plano o aumentar las tasas como en el Metro de Madrid. Total los ricos no van en metro, ni a la sanidad o escuela públicas.
Al menos en Francia estudian incrementar los impuestos de las grandes rentas en “todo” un 3% pero solo por dos años. ¡Menudo esfuerzo!
En fin. Mientras no decidan darles subvenciones a fondo perdido...
Rafa Castillo.  

martes, 30 de agosto de 2011

Déficit.

Naturalmente solo en casos excepcionales debe una persona o un país gastar mas de lo que tiene. Y que se regule el déficit estructural es bueno, y sobre todo como se ha hecho: sin aprobar el déficit cero, sin recoger cifras en la Constitución, con límite revisable y permitiendo, en función de las circunstancias, la existencia de déficit coyuntural. Buena es también la referencia a que nuestras ratios se mantengan en la línea que marque la U.E. aunque esto sea una cesión de soberanía. Pero la decisión de cedérsela a la Unión ya está tomada hace tiempo y España siempre fue, tal vez con la excepción del periodo de Aznar, impulsor de una mayor integración.
Comprendo también las prisas ante la inestabilidad del mercado que podría atacar nuevamente a España durante el proceso electoral y el tiempo del gobierno en funciones. Pero quizás hubiese sido suficiente con que los dos partidos con sus candidatos hubiesen llegado al acuerdo pero sin iniciar la tramitación parlamentaria. Un acuerdo oficializado en una reunión solemne y con firma, y con el compromiso de que sería la primera iniciativa parlamentaria que ambos presentarían conjuntamente en la próxima legislatura.
Eso aplacaría a los insaciables mercados y dotaría la reforma de un plus de legitimidad equivalente a la celebración de un Referéndum. Y quede claro que para nada comparto la idea de que esta decisión es ilegítima o de espaldas a la soberanía. La soberanía reside en el pueblo pero se materializa en el parlamento a través de sus representantes. Y cuando todos aprobamos la Constitución, aprobamos también los procesos de reforma. Y por tanto esta reforma es legal y legitima.
Falla eso sí, a mi entender, en la estética. Porque si no hay imposición de los mercados, entonces hay algo peor. Algo que me recuerda la autocensura de la prensa cuando la ley Fraga. Ya no necesita el PODER decirnos lo que tenemos que hacer. Somos nosotros mismos quienes adivinamos sus designios esperando que el moderno Leviatán se aplaque.
Y ese fallo de estética es lo que para mí, al no esperar para hacer las reformas a las elecciones, hace imprescindible la celebración del Referéndum. Esto haría que los ciudadanos sintiesen suya la reforma y por tanto reforzada su adhesión a la Constitución.
Porque así, por muchas medidas que tomemos no controlaremos el déficit, y el déficit aumentará. El déficit democrático, por supuesto.
Rafa Castillo.

domingo, 28 de agosto de 2011

Por favor. ¡Que alguien me lo explique!

Alfredo Pérez Rubalcaba
En el fondo no ha sido tan grave. Se va a constitucionalizar la existencia de un límite al déficit estructural pero sin cuantificar en la Carta Magna y sin ser necesariamente 0 como quería el PP. Y que podrá ser modificado por mayoría absoluta. Y se prevé, también en la Constitución la posibilidad de déficit coyuntural cuando las circunstancias lo exijan. Ni que decir cabe que el mérito de esas mejoras es de Rubalcaba, como el propio González Pons reconoce con sus acusaciones.
El problema está en las formas. Ya los romanos acuñaron la frase “la mujer del Cesar no solo tiene que ser honrada, sino también parecerlo”. Y si en política la ética es la condición necesaria, la estética es la condición suficiente. No en vano a las democracias actuales se les denomina democracias formales.
Efectivamente. La forma es la garantía de que ningún poder es abusivo. No se aprueba una ley de cualquier forma y por el gobernante que quiera. Está preestablecido el procedimiento y el órgano competente. Así funciona el Estado de Derecho.
Pues bien. Si el fondo no ha sido grave, no podemos decir lo mismo de las formas. Son, sin duda, legales. Pero muy poco estéticas.
En el fondo, la reforma es una pérdida de soberanía hacia Europa. Así lo proclama el propio texto del artículo modificado: “El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros”. Y nada que objetar a eso. Soy de los que creo que Europa debe avanzar hacia su integración en un estado único.
Peridis
Pero en la forma, la reforma es una pérdida de soberanía hacia el Mercado. Y eso es lo grave. Porque si cedemos soberanía a Europa significa, en teoría, que la soberanía que pierde el pueblo español (y los demás) la gana el pueblo europeo del que todos formamos parte. Pero si quien la gana son los mercados, entonces no la recuperamos los ciudadanos, sino que la tienen los brokers, corporaciones financieras, la banca en general y la sacrosanta mano invisible del mercado.
Foto de la Noticia
Se dirá con Montoro que no hubo una exigencia. Y es posible que nadie telefonease a Zapatero para decirte que tenía que hacerlo. Pero es que esta historia está funcionando como la censura con la famosa Ley de Prensa de Fraga durante el franquismo. No había ya censura previa.
Era peor. El periodista tenía que adivinar el límite que el censor podría admitir sin sancionarlo. Le imponían la autocensura.
José Luis Rodríguez ZapateroPues del mismo modo actúa ahora el sistema de imposición. El Presidente analiza la situación y le entra un natural vértigo: todo lo que pasó en agosto. Ahora viene septiembre. No tendré capacidad de reacción si se produce una crisis y las Cortes están disueltas. Y menos luego con el gobierno en funciones. Atacarán los especuladores. Es imprescindible tomar medidas preventivas, poner la venda antes de la herida.
Y por eso tomamos con urgencia una medida que se aplicará dentro de 9 años, y aprobaremos en unos meses un límite que podrá modificarse dos veces antes de ser aplicado. ¿No suena a ridículo?
Y por esa urgencia de tener que hacer ya lo que no tiene prisa, hacemos una reforma exprés, legalmente, eso sí (fondo) pero en circunstancias extrañas (forma). Esto es, con unas Cortes en fin de mandato, fuera del período ordinario de sesiones, en procedimiento sumarísimo de lectura única y sin referéndum, no obligatorio, pero que sería importante para que los ciudadanos viesen como suya la reforma.
Por favor. ¡Que alguien me lo explique!
Rafa Castillo.

sábado, 27 de agosto de 2011

estructural vs. coyuntural.

En esta crisis que tanto nos ocupa y preocupa, se observa que los todopoderosos mercados nos imponen actuaciones coyunturales junto a cambios estructurales. Y eso en principio no debería de extrañarnos. Pero, si nos paramos a analizarlo podremos observar que la actuación es coyuntural (reversible) o estructural (permanente) en función de los agentes económicos sobre los que se aplica.
Desde siempre nuestras derechas, económica y política, nos han dicho que nuestras economías, particularmente la española, necesitaban cambios estructurales para mantener la senda de crecimiento. Parece ser que esos cambios los necesitaban todos los países, porque todos dejaron de crecer. Solo lo hicieron los emergentes por la necesidad de inversión que tenían.
Y los cambios permanentes a que nos obligan son, naturalmente, los que afectan a los trabajadores: aumento de la edad de jubilación y del periodo de cotización, abaratamiento del despido, contratos de trabajo menos estables, incrementos salariales no ligados al IPC (necesidad del ciudadano) sino a la producción (beneficio del capital), contención o reducción del gasto social. En definitiva, perdida de derechos.
Por el contrario los cambios coyunturales se aplican al otro factor de producción; el capital. En Francia se subirá el 3% a las rentas altas, pero solo mientras el déficit supere el nivel exigido. Luego se volverán a reducir. Pero nadie nos dice que cuando pase la crisis los trabajadores recuperarán, aunque sea poco a poco y parcialmente, las retribuciones perdidas.
Cuatro países europeos, entre ellos España, han restringido las operaciones a corto, que tanto daño llevan producido en las bolsas como factores de especulación que son, pero por un mes prorrogable. Los demás países, ni eso. Si son elementos especulativos, habría que prohibirlos definitivamente.
Estos sí deberían ser cambios permanentes, estructurales. Y junto a ellos, otros que ni se plantean.
Impuestos sobre el capital a partir de determinado umbral mínimo exento como la vivienda o el negocio familiar. En términos similares, impuesto de sucesiones. Mayor progresividad en el impuesto sobre la renta y mayor control sobre los ingresos de capital. Control de las primas por objetivos a corto plazo de los ejecutivos de la banca y grandes corporaciones.
Y por supuesto, el cambio estructural de todo el sistema económico mundial, pasando del capitalismo ultraliberal al Capitalismo Social Regulado.
Rafa Castillo.

jueves, 25 de agosto de 2011

Por qué coño...?

Si hace unos días era un norteamericano, el 3º más rico del mundo, quien opinaba que les deberían subir los impuestos, ayer 20 franceses hicieron lo propio. Los españoles, naturalmente, ni están ni se les espera. tienen otras cosas que financiar.
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Y digo yo que esta gente rica, por gestionar bien sus empresas y no por especulación, algo sabrá de economía. Al menos tanto como las famosas agencias de calificación. A los hechos me remito.
 
 Y si eso es así, perdóneseme la expresión, ¿por qué coño no les hacemos caso? ¿Por qué no se lo hacen nuestros gobernantes mundiales? Al menos es seguro que estos tienen un sentido patriótico que no les hará escapar con su dinero. Y, además, si esa medida se toma en el ámbito mundial, acabando con los paraísos fiscales, ninguno podría huir a ningún sitio.
Porque además, no es solo que a esta gente les diese (que también) un ataque colectivo de bonhomía. Es que saben perfectamente que, si no se hace así, sus ingresos acabarán disminuyendo. Como ya decía Henry Ford, para poder fabricar muchos coches necesito que no solo los acaudalados los compren, si no que puedan hacerlo también los trabajadores.

Porque lo que está claro es que con esta forma de intentar salir de la crisis nunca se logrará. Los ciudadanos están cada vez más empobrecidos y por tanto contribuyendo menos, y los estados con menos ingresos y más intereses que pagar. Pero si el Estado no puede invertir y los ciudadanos consumen menos, no se generará crecimiento, lo que hará cada vez más difícil pagar la deuda.
Y no se trata de medidas de maquillaje como la propuesta hoy en Francia de subir el 3% los impuestos para quien tenga unos ingresos anuales superiores al medio millón de euros. Y solo mientras dura la crisis. Tiene que ser un incremento para siempre y más significativo, de forma que se cumpla la máxima tan elemental de que quien más tiene más paga. Y en mayor proporción.
Si nos obligan a reducir el déficit hagámoslo, no por la vía de reducir el gasto social, sino por la de incrementar los ingresos haciendo justicia fiscal y construyendo una sociedad más progresista y justa.
 Sabemos claramente que la derecha mundial nunca lo hará porque eso perjudica los intereses que defiende. Por eso este llamamiento tiene dos destinatarios. Los partidos de izquierda y los ciudadanos. Y no necesariamente por ese orden.

Los ciudadanos, y especialmente los indignados, debemos concretar nuestras reivindicaciones y plantear las soluciones que estamos dispuestos a apoyar. Y llegar a un pacto social con los partidos y sindicatos de izquierda que asuman dichas reivindicaciones como objetivo.
Y ser conscientes que no se podrá lograr a corto plazo. Que es una política de largo alcance que necesitará tiempo y universalidad. Y que entre tanto puede que haya que dar algún paso atrás táctico, pero sabiendo claro cuál es el horizonte que buscamos.
Y en ese pacto social, ser firmes tanto en la exigencia como en el apoyo. O en el apoyo exigente. Exigencia de que se cumpla y de que cuando no se pueda avanzar se nos explique claramente el porqué. Apoyo fuerte para que los gobiernos sepan que siguiendo ese camino nos tendrán a todos detrás, cueste lo que cueste y nos cueste lo que nos cueste.
Y el llamamiento a los partidos y fuerzas sociales es a que asuman estas reivindicaciones como suyas. Que realicen un profundo análisis de cuáles son los problemas de la sociedad del siglo XXI, y cuáles son las respuestas que se deben dar desde una óptica progresista.
Que se den cuenta de que el sistema del capitalismo liberal llegó a su límite y no da más de sí. Que el PODER ya no permite a la socialdemocracia establecer políticas de reparto y de justicia social. Y que por tanto hay que cambiar radicalmente el sistema y las reglas de juego. Aprendiendo del pasado para construir bien el futuro. Estableciendo el Capitalismo Social Reglado, donde no sea el capitalismo lo fundamental y lo social y lo reglado dos adjetivos accesorios, sino que los tres conceptos tengan igual peso y valor.

Capitalismo, como forma de producción competitiva eficaz. Social, como forma de reparto justo de riqueza contribuyendo más quien más tiene y recibiendo más quien más necesita de forma eficiente. Reglado, por sometido a normas de control que impidan la especulación y la opacidad fiscal de los capitales garantizando así su funcionamiento estable.
Si podemos hacerlo y el resultado será un sistema estable, eficaz y eficiente, ¿por qué coño no lo hacemos?
Rafa Castillo.

miércoles, 24 de agosto de 2011

¡Viva la Pepa!


Con este grito los demócratas españoles mostraban su adhesión a la Constitución de 1812 aprobada por las Cortes de Cádiz. Pero esa expresión tiene también una connotación negativa en la que un “viva-la-pepa” es un irresponsable o despreocupado.
Pues bien. Parece ser que tendremos una reforma exprés de la Constitución que pondrá, de hecho, el epitafio al estado de bienestar.
Hace ocho años el Presidente Zapatero propuso una reforma constitucional limitada a cuatro aspectos de la misma. Ni que decir tiene que contar con el necesario consenso del PP fue imposible.
Sin embargo ahora, entre infinitos “noes” irresponsables, el PP da un sí a esta reforma que el gobierno asume por imposición europea. Y lo hace porque realmente ya fue propuesta suya, porque está en su verdadero programa.
Esto será un “viva-la-pepa” hecho deprisa y corriendo, sin meditar, sin nacer de la voluntad popular sino de la imposición de la Ángela Merkel. No surge del consenso de los ciudadanos sino de la victoria de los mercados. Y en efecto así es. Es la imposición, a España y todos los demás, de una norma como los aliados hicieron con Alemania y Japón tras las guerras mundiales. Se va pues a jugar con la Constitución de una forma peligrosa ya que se perturba su propia naturaleza.
¿Qué significa esta reforma? Que el Estado pierde su capacidad de decidir, ante una crisis, que política realizar. No habrá más remedio que aplicar ante ella políticas restrictivas, de ahorro. En la crisis aumentará, por ejemplo el número de parados y disminuirán los ingresos por impuestos y cotizaciones. Y la única opción que tendrá el Gobierno de turno será pagar menos, es decir, recortar la prestación que cobran los desempleados.
El problema será si los otros países deciden en una crisis futura aplicar políticas keynesianas y aquí el PP está en la oposición. A ver quien hace que apoyen una reforma de sentido contrario. Por tanto deberían cuidarse el Gobierno y el PSOE de dejar claramente establecido que el límite del déficit se pueda superar por un acuerdo de la UE del G-20 o el organismo que proceda. Si no estaremos como estuvo USA hasta el 2 de agosto, peleando por un aumento de margen.
Por cierto. Se podría aprovechar la reforma para constitucionalizar el carácter progresivo que deberían tener los impuestos.
Y ya puestos a pedir, a ver si aparecen 35 buenos diputados que pidan un referéndum. La Pepa se merece un mejor tratamiento que un viva-la-pepa.
Rafa Castillo.

domingo, 21 de agosto de 2011

Solidaridad.

Un amigo mío dice que está orgulloso de tener la mente blanca, la sangre roja y el corazón a la izquierda. Yo siempre le apostillo diciendo que, como todos, tiene la bilis a la derecha.
Otra frase hecha que tengo oído, y que comparto, es que un rico de derechas es lo normal, un pobre de izquierdas es lo lógico, un rico de izquierdas es solidario y un pobre de derechas es estúpido.
Y hoy quiero hablar de alguien solidario. De un rico con planteamientos solidarios, de izquierda. De Warren Buffett, el tercer hombre más rico del mundo según la revista Forbes.
Este hombre se queja de que el Congreso norteamericano mima a los mega ricos como si fuesen especies en extinción. Pide que suban sus impuestos (y de los otros como él) ya que paga el 17% mientras sus empleados, con ganancias infinitamente menores, pagan entre el 33% y el 41%.
Por cierto. Quien hizo esas rebajas fiscales para los más ricos, las rentas más altas, fueron personajes como Bush en USA o Aznar aquí.
Sin datos reales, pero utilizando información que circula por internet, podemos hacer una estimación que seguro que no se aleja demasiado de la realidad.
Al parecer el capital total de todos los millonarios (en euros) españoles asciende a 1,4 billones de euros. Si a esa cantidad se le impusiese, por ejemplo, el 1% de impuesto sobre el capital durante 10 años (mejor que poner el 10% solo un año que haría difícil abonarlo) tendríamos cada uno de los 10 años, unos ingresos para el estado de 14 mil millones de euros (más de 2 billones de pesetas).
Esos capitales suelen tener altos rendimientos (por eso suelen crecer a más cada vez). Pero seamos moderados en nuestra especulación. Si de media dan una rentabilidad anual del 7%, implica unas rentas totales de cien mil millones de euros. Solo con incrementar un 10% su fiscalidad implicaría unos ingresos al estado anuales de diez mil millones de euros (1,6 billones de pesetas).
Es decir, entre ambos conceptos, que no supondría un pago porcentualmente superior a los asalariados con mejor sueldo, obtendríamos anualmente 3,6 billones de pesetas más, lo que supondría no recortar ninguna prestación social y aumentar la inversión y con ello el empleo.
Se argumentará que así los capitales huirían de España. Pero, ¿qué ocurriría si esto se hiciese a nivel global?
Rafa Castillo.

jueves, 18 de agosto de 2011

Una buena mala noticia.

Después de década y media sin rumbo, sin nadie que vele por los intereses comunes de desarrollo de la que debería ser Nuestra Europa, sino por los intereses egoístas de cada país, que se pretenda establecer un gobierno económico de la zona euro parece, en principio, una buena noticia. Y, por supuesto, mejor que seguir por donde íbamos, es.
Lo malo es el cómo y el resto de contenido que se adivina de la letra pequeña y del análisis de la noticia. Porque puede que nos lleve al fin de la Unión que tantos años y esfuerzos nos costó construir.
El desideratum sería que las grandes decisiones emanasen del Parlamento Europeo. Y que la Comisión fuese cada vez más independiente de los Estados y gobernase la UE. Pero no es así. ¿Por qué se encarga al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, presidir ese nuevo “gobierno” y no al de la Comisión, o al Comisario que corresponda?
Erlich
La respuesta es fácil. Merkel, y Sarkozy apuestan por la eficacia por encima de los principios políticos y ponen un punto y aparte, sino un punto final, a la esperanza de continuar profundizando en la Unión Europea como futuro estado integrado, y, en su lugar, resucitan la Comunidad Económica Europea, como un conjunto de intereses nacionales en mayor o menor cooperación.
Y ya que son ellos quienes más contribuyen, serán ellos quienes tomen las decisiones. Luego se las comunicarán al Presidente para que convoque el Consejo y, o bien las apruebe, o bien las apruebe.
Y si a cualquier país se le escapa el déficit por encima de lo marcado, se queda sin fondos. ¿Y sí se les escapa a ellos como ya pasó hace unos años?
Rafa Castillo.

martes, 16 de agosto de 2011

Sigo sin esperarte.

En el mundo multilateral que vivimos son habituales las visitas de jefes de estado o de gobierno de unos países a otros. Y en el mundo de grandes corrientes políticas (socialismo, liberalismo, comunismo, democracia cristiana...) es también habitual que en campañas electorales líderes políticos de unos países participen en actos de otros en viajes privados, por supuesto. Lo que nunca ocurriría es que un político estuviese en el mismo viaje, a cuenta del estado, unas horas de visita oficial y luego interviniendo en un mitin a favor o en contra del gobierno visitado.
Archivo:Papa Benedetto.jpg
Estos viajes de estado traen a veces personajes incómodos o pintorescos. Los lazos históricos, culturales o comerciales nos hacen relacionarnos a veces con dictadores cuya presencia no se puede evitar, pero a los que se da un trato diferente a los demás. En otras, reyes o gobernantes de otros países se presentan con indumentarias propias de su cultura, muy diferentes de las europeas, y muchas veces expresión de su posición religiosa.
Pero hay también en Europa una excepción. Hay un pequeño país dictatorial incrustado en el mapa de las democracias. Un bastión de la intolerancia en el mundo de la libertad. El paraíso de la misoginia y la discriminación por sexos en la sociedad de la igualdad de derechos. El último retal medieval en la Europa moderna. Eso sí. En algo coincide. En un mundo de mercados ellos también venden su mercancía. Merchandising para financiarse y parcelas de cielo para asegurar su poder.
Y ese jefe de estado vestido de época viene a España con el protocolo, las atenciones y los privilegios de esa posición institucional, pero aprovecha el viaje para aleccionar a sus cachorros, desautorizar el Estado democrático e intervenir activamente en la campaña electoral a favor de la opción que más beneficia sus intereses. Y se aprovecha para ello de que sus súbditos son nuestros ciudadanos.
¿Le consentiríamos lo mismo a Sarkozy, Obama, Fidel Castro o Gadafi?
Rafa Castillo.

domingo, 14 de agosto de 2011

El billetito.


Estamos en crisis y la presión de los mercados hace que todos sintamos en mayor o menor medida sus efectos. La falta de ingresos hace a los gobiernos autonómicos y municipales aumentar sus tasas y precios públicos para intentar equilibrar sus cuentas.
Unos pretextan que el gobierno anterior les dejó las arcas vacías. Pero otros, como el de Madrid, no pueden escudarse en eso. Siguen gobernando los mismos. Y claro, o no vieron la crisis hasta la segunda mitad de 2011 (tres años después de ZP) o simplemente actúan de forma puramente electoralista, como suele ser habitual.
Si es necesario que el precio del billete del metro suba un 50%, seguramente el año pasado habría sido necesario subirlo un 30%. Pero había elecciones y no se podía soltar el fantasma. Ahora ya pasaron, ahora ya ganaron y ya es igual.
Pero con todo esa forma torticera de actuar podría pasarse si no fuese por otras actuaciones de la Espe en el tema del metro. Siempre esperamos de nuestros gobernantes un mínimo de justicia social, de política de reparto. Incluso aunque sean de derecha, un mínimo de reequilibrio. Que los impuestos de los más acomodados contribuyan a mejorar mínimamente las condiciones de vida de quienes más lo necesitan.
Pero no. Con estos chicos del PP la esperanza se hace vana. A todos los privilegios y exenciones que le dieron desde siempre a la iglesia, y que los socialistas no fuimos capaces de recortar, suman uno más. A los turistas que vienen a ver al ocupante del papamóvil, cuya situación económica no debe ser demasiado desesperada ya que pueden viajar sin necesidad y permanecer varios días en Madrid, además de financiarles el circo, además de permitir su manifestación política en la capital con reserva absoluta de espacio, ahora se les financia el desplazamiento en metro.
Curas y monjas, sacristanes y monaguillos, beatas y cofrades, devotos y meapilas, tendrán una bonificación del 80% en el abono del metro. Es decir, el trabajador que tiene que usarlo para trabajar o el estudiante que lo utiliza para ir a la universidad, pagarán el 50% más. Los otros, las juventudes católicas, incluyendo los guerrilleros de cristo rey si aún queda alguno, pagarán el 80% menos.
Así es como redistribuye la riqueza la derecha que padecemos. Siempre a favor de los suyos. No en vano las palabras de Ratzinger serán uno de los primeros actos de campaña del PP. ¿Alguien lo duda?
Rafa Castillo.

viernes, 12 de agosto de 2011

¡Se venden parcelas a buen precio!

Se llamaba José Morillo aunque todos lo conocíamos como “o Liralla”. Lo recuerdo como una culta persona sin estudios con esa cultura que crece y se alimenta con la vida, la experiencia, el sufrimiento, la guerra estúpida y la infame represión.
El Greco 016.jpg
Lo estoy viendo con su cayado, la boina calada y el eterno ideales (¡caldo!) entre los labios liado a sus años con una habilidad que para si quisieran muchos porreros. Y oigo en el recuerdo muchas de sus frases, de sus sentencias. Cuando su hermano Antonio, el entrañable Lagareto se presentó como primer candidato socialista de la transición en A Pobra do Brollón, alguien le dijo: “habrá que votar PSOE ya que se presenta tu hermano” a lo que Liralla respondió “hay que votar PSOE se presente mi hermano o no”.
Aquel devoto ateo militante definía perfectamente la historia de la iglesia, al menos desde Constantino hasta ahora. “Venden parcelas de cielo a cambio de oraciones y sobre todo dinero”.
Redes sociales, la opción del Vaticano en la Jornada Mundial de la Juventud
Y viene este recuerdo a cuento porque, como en todo comercio que se precie, los mercaderes del templo han instaurado las rebajas. ¿Está usted excomulgada por haber abortado? Nosotros se lo solucionamos fácilmente. Venga a Madrid a ver el Papa, confiésese, cumpla la penitencia y todo arreglado. ¡Ningún otro producto podría blanquear así su alma! Pero ya sabe. ¡Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo!
Pero, ¿no es el aborto el más grande de los pecados? Pues que fácil superarlo. Si la penitente tiene suerte de vivir en Madrid o tiene tiempo y dinero para viajar a Madrid desde el más remoto de los rincones del mundo, todo solucionado. Si no tiene medios para viajar, lo sentimos. Que no todos somos iguales.
Por cierto, ¿seguirá vigente aquel artículo del código de derecho canónico que venía a decir que si el aborto se practicaba para salvar el honor familiar no era un pecado grave?
En fin, amigo Liralla. Que razón tenías.
Rafa Castillo.

lunes, 8 de agosto de 2011

Cuando ruge el Leviatán.

CAPÍTULO I
Cae la noche en el poblado. El día ha sido duro y los habitantes se recogen en sus chozas. Parece que ha cambiado el tiempo y al final habrá buena cosecha. Gracias al brujo de la tribu. Él nos dijo que haciendo grandes sacrificios contentaríamos a los dioses y vendría el buen tiempo. Y así ha sido. Nosotros, y nuestros hijos podremos comer durante un año. Ya ningún peligro nos acecha.
El último rescoldo de la hoguera de la choza se ha extinguido. La noche se ha hecho más negra mientras todos duermen. De pronto, el espeso silencio del poblado, se rasga con un sonido estremecedor. Todos se levantan aterrados. ¡Ha vuelto! El monstruo que nos amenazaba y había desaparecido, ha regresado.
Fuera de las chozas hablan unos con otros. Cuando hace meses el brujo nos pidió sacrificios no solucionó nada. Se equivocó. El monstruo no desapareció. Se fue pero regresó. Los más intrépidos de la tribu dicen que los sacrificios no sirven de nada. Que los dioses son ciegos y sordos y no nos hacen caso. Hay que preparar una estrategia. Hay que luchar contra el monstruo y vencerlo. Dominarlo y matarlo.
El monstruo sigue rugiendo. El brujo toma nuevamente la palabra. Dicen los dioses que los sacrificios estuvieron bien, pero hacen falta más. Además no todas las tribus de los alrededores hicieron los sacrificios suficientes. Algunos no cumplieron sus deberes y siguen teniendo deudas con los dioses. Y ahora todos tendremos que pagar más.
Los tantanes de las tribus no dejan de sonar. Los brujos de cada una se comunican para acordar cuáles deben de ser los nuevos sacrificios. El nuestro hace una propuesta, pero de otra tribu le responden que no es suficiente. Tenemos que ayudarnos entre todos para cumplir los designios de los dioses. Quieren más esfuerzos, más sacrificios. Y de todos. Todos en la ortodoxia que los dioses nos imponen. Al fin llegan a un acuerdo. Cada tribu ya sabe cual será su contribución.
Con dolor ejecutamos los sacrificios. Y esperamos. Nadie duerme en la tribu el resto de la noche. Nuestros oídos escrutan el silencio y nuestros corazones están tensos temiendo escuchar un nuevo rugido. Pero nada se oye.
Los primeros rayos de sol empiezan a asomar en lo alto de la Cordillera Sagrada de los Dioses. No ha pasado nada de noche. Se organizan expediciones de guerreros que temerosos recorren las zonas próximas a ver que ha ocurrido. Nadie se acerca a la Sagrada Cordillera. Allí el rayo divino los fulminaría.
Hemos tenido que entregar la mitad de las cosechas. Hemos tenido que entregar a nuestros primogénitos que habrán muerto devorados por el monstruo, pero eso es un mal menor. Nosotros y el resto de nuestros hijos podremos comer. Poco, es cierto. Pero sobreviviremos.

CAPÍTULO II
Al otro lado de la cordillera.
Ha amanecido también en la ciudad. Una ciudad moderna de pocos habitantes. Por las calles principales, circulan coches deportivos conducidos por jóvenes ejecutivos y automóviles clásicos en los que chóferes con librea conducen a los acaudalados banqueros a sus lugares de ocio.
Chabolas en las azoteas de Hong Kong by l3utterfish
Parece que nadie trabaja en la ciudad. Parece que funciona sola. Pero no es así. Eficientes esclavos sirven a sus amos con tal profesionalidad que apenas son perceptibles. Si un papel cae al suelo, en minutos desaparece como por arte de magia. Los esclavos no deben perturbar con su presencia la vida de los amos. Cuando no tienen que hacer deben de regresar a los barrios bajos en las traseras de los edificios de los potentados. Al fin tienen mejores condiciones de vida que sus familias.
Ellos son los que hacen trabajar la ciudad. Ellos son los que mantienen los servicios de ocio para sus amos. Ellos hacen funcionar el holograma que se hace visible desde el otro valle una noche después de las cosechas. Ellos hacen sonar el potente amplificador que emite aquel desgarrador sonido que un día escucharon.
Ellos almacenan la comida que acaba de llegar a la ciudad. Ellos adiestran a los niños y jóvenes que han llegado con los alimentos en sus futuras tareas.

EPÍLOGO.
Esta historia ha habitado mi cerebro todo el día de hoy hasta ahora que la plasmo. La inspiró no una Musa del Olimpo. La inspiraron las noticias de la radio. Cuando oía al conductor del programa y los contertulios relatar los movimientos de los últimos días y esperar expectantes y con emoción contenida la apertura de las bolsas o el nuevo valor de la prima de riesgo.
Archivo:Bolsa Mexicana de Valores.png
Recuerdo que cuando aparentemente los estados mandábamos en la economía, las reuniones de los G-7 o G-20 eran casi actos sociales, intensos pero relajados donde las decisiones se tomaban en reuniones presenciales y las más importantes, seguramente, a los postres o cafés de una comida distendida.
Pero esta semana no. Ayer no. Las videoconferencias recorrían el ciberespacio como lo hacían en las selvas primitivas los sonidos del Tantán. Gobernantes nerviosos, privados de sus vacaciones se colgaban de teléfonos, cámaras y ordenadores día y noche, jueves y domingos.
Y llegó el momento en que no se podía hacer más. Pero no de la relajación. La noche del domingo tuvo que ser de insomnio. ¿Qué harían los mercados? ¿Hicimos lo suficiente o no? Presidentes y ministros esperarían las noticias en sus despachos o reunidos en un intento de conjurar la maldición. Políticos opositores, en sus lugares de descanso estarían acostados seguramente con las radios encendidas y las baterías de sus móviles totalmente cargadas para reaccionar según los acontecimientos.
En las redacciones de los informativos los periodistas que realizarían los programas de la mañana tenían claro el guión del programa. Igual que el hombre del tiempo cuenta en cada hora las variaciones producidas, o el locutor deportivo va dando el minuto y resultado del partido, ellos llenarían el programa con la información puntual de la evolución de los indicadores. Y para abrir el programa, como las previas de los partidos. Describir la alineación e intentar adivinar las tácticas.
Y al otro lado de la Cordillera Sagrada de los Dioses, el PODER que maneja y dirige la mano invisible del mercado, los amos del Leviatán, recontando beneficios y preparando la siguiente jugada del ajedrez. Neutralizadas las torres española e italiana, es hora de atacar la dama francesa para poder dar tranquilamente el jaque al rey alemán.
Rafa Castillo,

sábado, 6 de agosto de 2011

El círculo vicioso.

La noticia de este viernes, que España frenaba su crecimiento, no puede sorprender a nadie. Y su causa es el consumo interno que cayó en el 1,9%. Y seguirá  cayendo, naturalmente. ¿Qué cabía esperar?
En otra de sus predicciones auto cumplidas, analistas y agencias de calificación vaticinan que la recuperación será más lenta. Realmente es increíble que se les pague tanto a esta gente para decir perogrulladas.
La gente solo puede gastar sus sueldos, los productos de sus ventas o el dinero que les prestan. Y en función de que gasten más o menos, el consumo interno aumenta o disminuye.
Pero si las medidas que nos imponen son bajadas y congelación de salarios en el sector público, práctica congelación en el privado, congelación de las pensiones y subida del IVA y otros impuestos, es decir, menos dinero y productos más caros, el consumo tiene que ser necesariamente más bajo.
Si por encima los bienes inmuebles o las acciones bancarias solo se pueden vender con grandes pérdidas, y lograr un préstamo es toda una aventura imposible, necesariamente el consumo no puede aumentar.
Y lo grave es que sin crecimiento es imposible crear empleo. Pero además, con el alto interés que el Estado tiene que retribuir su deuda soberana, y la obligación de reducir el déficit, quedarán menos recursos para invertir. Esto no solo lo digo yo. Lo acaba de decir la lumbrera de González Pons, experto en descubrir lo obvio sin aportar nada más que la cantinela del re-adelanto de las elecciones. Como si las elecciones en Portugal, Inglaterra, Holanda o Finlandia hubiesen servido para algo.
La diferencia entre Pons y yo es que él es partidario de hacer más reformas y ahondar en las hechas que alimentan ese circulo vicioso al reducir el consumo privado y el público, mientras yo lo soy de políticas keynesianas, aunque aisladamente no podemos aplicarlas, y tal vez para hacerlas en conjunto ya es tarde. O no.
Pero es que incluso aunque su política hiciese acabar antes con la crisis, cosa que no creo, dejará más efectos colaterales, más cadáveres en las cunetas. Dejará más pobres, más gente al margen de la sociedad, el país crecerá, pero muchos ciudadanos no. Del otro modo, con políticas sociales se ayudaría a la subsistencia de los ciudadanos, con inversiones se crearía empleo y con un cambio en las reglas de juego del sistema, el control de la banca y la subida de impuestos para las rentas más altas y los beneficios del capital, habría recursos para financiarlo.
Claro que para el PP puede haber ventajas en las elecciones. En Holanda y Finlandia creció la ultraderecha, y seguramente en ello está la esperanza de mejorar sus resultados.
Rafa Castillo.

jueves, 4 de agosto de 2011

“Pa habernos matao”.



Como siempre se mueven en la ambigüedad, argumentando con lugares comunes, hablando de reformar, cambiar, avanzar, decidir, hacer, pero sin decir lo que, al final casi siempre hay que acabar diciendo que tienen razón a medias (la Razón la tienen toda, y el Mundo y el ABC...).
Y así, claro, tiene media razón González Pons. Claro que hay que actuar, y reformar, y cambiar. Y claro que tiene que ser una reforma estructural. Pero no solo de la economía española, que también. De la economía mundial. Del sistema mundial que hace que unos pocos sean cada vez más ricos, una gran parte nos vayamos empobreciendo poco a poco y el resto directamente mueran de hambre.
Esteban González Pons en el acto. | Efe
Que esos más ricos sean aún más poderosos, que los que nos empobrecemos perdamos peso en las decisiones, y que los “morituri”, pues como siempre: sigan sin contar. Total, ¡“pa” lo que van a durar!
Y como son más poderosos podrán, cada vez más, seguir contaminando sin importarles el cambio climático ni el futuro de la humanidad más allá de sus despreciables vidas y como mucho las de sus hijos, podrán seguir explotando recursos hasta la esquilmación sin pensar en un desarrollo sostenible, podrán inventar más guerras para mantener su poder, mejorar sus inversiones en armamentos y controlar el crecimiento de la población, sin importarles los seres humanos que mueren en ellas o las padecen.
Y tiene toda la razón, el señor Pons, cuando dice que la actual situación es “pa habernos matao”. Lo que le pasaría a cualquier ciclista que tuviese al tal Pons y sus compadres metiendo palos en la rueda.
Rafa Castillo.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Austeridad popular.


La austeridad en el gasto público fue el caballo de batalla del PP durante la reciente campaña electoral en las autonómicas y municipales. Pero, como en todo, el partido popular promete una cosa pero su programa oculto es el contrario.
Eso sí. Su método habitual para aparentar lo contrario es el cambio de nombres. En Galicia, el Gobierno de Feijoo suprimió todos los Delegados Provinciales de todas las Consellerías. Pero creó, para cada provincia, y para Vigo que antes no había, un Delegado Provincial de la Xunta y un Jefe Territorial por cada Consellería, excepto en Ourense donde la Consellería del Mar creo que no tiene a nadie.
Y yo que sé... El concepto de jefe me gusta tan poco... Suena algo autoritario.
Pero bueno. Todos recordamos cuando Aznar suprimió todos los Gobernadores Civiles, pero creo los Subdelegados de Gobierno. Al final, estas operaciones de maquillaje lo único que sirven es para gastar más. Hay que cambiar los rótulos, tarjetas de visita, etc. y todo ello para seguir igual.
Pues bien. Para dar ejemplo a seguir, y con la bandera muy alta, la número dos del PP (la más alta dirigente con cargo institucional) Dolores de Cospedal empieza su mandato incrementando en 4.000€ anuales las retribuciones de los jefes de Gabinete de Castilla La Mancha. Antes decían que con el PSOE cobraban mucho, y ahora que el PSOE no tiene derecho a criticarlos. Claro, ellos son honrados por la gracia de dios.
Y el ejemplo de Cospedal lo han seguido muchos de los nuevos y antiguos presidentes y alcaldes populares tras el 22-M. Así como ejemplo tenemos a la alcaldesa de Villanueva que después de obligar a reducir en 7.000€ el sueldo del anterior alcalde, ahora ella se sube 10.000€.
Como se ve, hay de todo, como en todas partes. Pero ¿todos? ¡No!
En el rincón noroeste de Hispania, en la provincia Aurensis gobernada por Baltaris, hay una irreducible pareja que se niegan a cobrar del erario publico. Son la alcaldesa de Melón, ayuntamiento de 3.000 habitantes y su marido, nombrado por ella Director General del municipio. Si llega a tener 10.000 lo nombra Ministro. Eso sí es reducir cargos públicos y mantener solo los estrictamente necesarios.
Pero eso sí. Ni ella ni él cobran. Faltaría más. Él, experto condenado en firme por prevaricación, cumple la ley a rajatabla. Con los ingresos extra, que seguro que sabe obtener, no puede recibir otra retribución de la administración. ¡Hasta ahí podíamos llegar!
Rafa Castillo.