viernes, 19 de noviembre de 2021

Exhumación.

 

Una jueza de Madrid ha suspendido cautelarmente las obras iniciadas en el Valle de los Caídos para exhumar los restos de víctimas de la Guerra Civil y el franquismo, atendiendo las demandas de la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica, que recurrió ante los tribunales la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento de San Lorenzo del Escorial a Patrimonio Nacional.

Lo bueno que tiene nuestro Estado Democrático de Derecho, y también su servidumbre, es que además de los directamente afectados puedan recurrir los actos administrativos las personas físicas o jurídicas que, sin haber iniciado el procedimiento, tengan derechos que puedan resultar afectados por la decisión que en el mismo se adopte. Y también lo es la llamada suspensión cautelar que pretende evitar que la consumación de un acto impida un daño irreparable en caso de que la sentencia sea contraria a aquel.

Pero el verdadero problema está en que tras cada acto administrativo o judicial (y en todos los ámbitos de la vida) hay personas que los realizan (a veces los “ejecutan”). Y esas personas pueden ser buenos o malos profesionales, y actuar o no según su propia ideología o, lo que es peor, creencia.

La Ley de Procedimiento Administrativo Común reconoce que “las asociaciones y organizaciones representativas de intereses económicos y sociales serán titulares de intereses legítimos colectivos en los términos que la Ley reconozca”. Nada que objetar, en principio, a que la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica se persone en el procedimiento si ve afectados sus legítimos intereses.

Pero a diferencia con las personas físicas que pueden tener interés en cualquier tema, las personas jurídicas son definidas por sus estatutos y no tienen más intereses que en aquello que reflejan. Y, sin conocerlos, tengo bastantes dudas de que entre los fines definidos en sus estatutos esté el urbanismo. Por eso extraña que en la suspensión cautelar la jueza haga mención a la opción de que la sentencia estimara que el instrumento necesario para acometer los trabajos "era un Plan especial, como pide la parte actora". Porque si entre los fines sociales de la asociación no está el urbanismo, por este motivo no debería de haber admitido a trámite el recurso.

Otra cosa es que la admisión a trámite se sustente en lo señalado por la parte actora en el recurso "el derecho a la intimidad de los fallecidos y de sus familias y la necesidad de respetar el sagrado reposo eterno que se vería vulnerado". Añadiendo, además, que las obras precisarían "el traslado de los restos humanos existentes, de todos ellos, sin diferenciación, por lo que se afectará al derecho de otros familiares que se han opuesto a la intervención". Sorprende, en primer lugar que ninguno de dichos familiares recurriese la licencia, para lo que si estarían legitimados. Pero además, en el plan de la actuación autorizada se establece la previa identificación genética de los restos y la posterior exhumación de los identificados cuyas familias lo haya solicitado.

Además, tengo fundadas dudas de que ninguna Ley reconozca el derecho al sagrado reposo eterno de los fallecidos. En primer lugar porque no está en manos del Estado garantizar la eternidad. Y tampoco, establecer o definir lo sagrado. Por eso supongo que se referirán a las leyes divinas o de los correspondientes ídolos que son los únicos con capacidad para intervenir en tan transcendentes derechos. Y además, en lo que sé de religiones ese descanso es del alma o el espíritu, no del cuerpo cuyo descanso será seguramente perturbado por los gusanos creados por el mismo dios. Sin olvidar que, si hubiese que respetar el “descanso del cuerpo” habría que prohibir, por ejemplo, las autopsias.

Por tanto, a mi juicio, la jueza se equivocó con la admisión  trámite del recurso.

Pero incluso, si admitiésemos la existencia al descanso sagrado y eterno de los cuerpos, deberíamos admitir también el de los fallecidos cuyos familiares solicitaron la exhumación, que seguramente ni descansaron durante su vida de esclavos, ni sus cuerpos reposan, aún, donde sus hijos y nietos desean.

Finalmente señalar que el Estado, y la Justicia es un poder del Estado, tienen la obligación, también sagrada, de reparar los daños que el Estado haya causado a los ciudadanos y que estos no tengan el deber de soportar. Y por más que no nos guste el dictador fue el Estado durante 40 años (concretamente fue él solo todo el Estado), y de ahí nace la obligación de que el Estado, nosotros, reparemos dichos daños trasladando sus restos a donde su familia quiera, y pagando la exhumación, traslado y posterior inhumación.

Y tal vez también una compensación por las retribuciones no percibidas en su esclavitud.

Rafa Castillo.

viernes, 20 de agosto de 2021

Lealtad.

 


Las dos primeras acepciones de la palabra “leal” en el diccionario de la RAE la definen como:

1. adj. Que guarda a alguien o algo la debida fidelidad.

2. adj. Fidedigno, verídico y fiel, en el trato o en el desempeño de un oficio o cargo.

En el de la Real Academia Galega, se define: “[Persoa, colectividade] que mantén unha firme actitude de apoio a outra persoa, a un ideal etc., e que non os traizoa nin abandona”.

La palabra leal procede de la latina “legalis” y así en gallego tenemos la expresión: “é de lei”. Y es importante definir el concepto porque algunas palabras son usadas a la ligera por según que personas.

El número dos del PSdeG incendia el partido tras criticar a Besteiro y  FormosoEl día 17 de agosto un diario gallego publica un artículo de opinión de quien, hasta hoy al menos, es el secretario de organización del PSdeG. Y en él solo se encuentran dos verdades. Que fueron los militantes quienes dieron el liderazgo a Gonzalo Caballero (y yo entre ellos), y que ahora, 4 años después la militancia decidirá nuevamente el futuro del partido. Porque, efectivamente, el liderazgo no es vitalicio, y se renueva o cambia periódicamente. Y es precisamente en estos procesos de elecciones internas cuando los militantes tienen el derecho ¡y el deber! de manifestar sus discrepancias con el líder para que los militantes tengan los necesarios elementos de juicio para que el sistema no se convierta en caudillismo.

Y por eso no queda más remedio que señalar que el Secretario de Organización es desleal con sus compañeros, y por ende con el partido al enturbiar un proceso cuya limpieza debería garantizar. Pero eso no es lo más grave.

Desconozco si las afirmaciones de que Formoso siguió coaligado a la empresa térmica de su ayuntamiento, una de las más contaminantes de Europa, tiene alguna base, o a que se refiere, pero en todo caso me parece de una altura moral muy escasa.

 El final del calvario judicial posibilitará a Besteiro volver a la primera  línea política

Respecto a lo que dice de Besteiro “…tuvo que  enfrentarse a los jueces por varios casos de los que está quedando felizmente exonerado, pero también es consciente de que la sombra del  Garañón, pendiente de derribo e indemnización, sigue presente en la ciudad y en Galicia.” Ya me parece rastrero. Recuerdo que en unas primarias del partido en las que ambos apoyábamos a Touriño frente a Cortizo, uno de los acompañantes de este dejó caer ante los militantes en Monforte que Touriño podría verse salpicado por algún escándalo como alto cargo del Ministerio de Fomento, y recuerdo como Quiroga ponía “a parir” a José Luis Díaz por esa insidia.

 José Antonio Quiroga, secretario de Organización del PSdeG, junto a Gonzalo Caballero, en un acto electoral hace un año

Claro que José Antonio Quiroga tiene de quien aprender. Su jefe Gonzalo Caballero, al conocerse el archivo del llamado caso Garañón, en el que estaban imputados José Clemente López Orozco y José Ramón Gómez Besteiro, lejos de hacer lo que hicieron otros líderes y la mayoría de militantes, manifestar la satisfacción por la sentencia y reivindicar a los compañeros, Caballero entrehebró en sus declaraciones insinuaciones sobre que Besteiro tiene casos pendientes.

Señalaba en mi artículo en el blog de 8 de febrero de 2021, “Besteiro vs…” (http://rafacastillo2.blogspot.com/2021/02/besteiro-vs_8.html) como participé en reuniones de críticos tanto en la etapa de Ceferino Díaz como luego de su fallecimiento. Fue Quiroga quien me introdujo en esos círculos. Hasta un momento en el que dejó de avisarme. Seguramente cuando empezaba a fraguarse la candidatura de Gonzalo. Porque si en el anterior artículo aludía a alguien que jugaba a dos barajas, sabía bien a quien me refería. Y al parecer no soy el único. También Pilar López, exalcaldesa de Sarria, al presentar su carta de dimisión de la CENG dice: "Me parece que este señor lleva jugando a dos bandas desde hace mucho tiempo.”

Desde que nos conocimos en el partido, sintonizamos bien. En mi etapa de coordinador del PSdeG de Lemos fue un gran apoyo. Aunque en los últimos meses, y ante una situación depresiva mía, propició mi relevo. Y yo también lo apoyé en todas sus etapas. Y claro, sabía lo que había. Quiroga apoyaba en su día a Gómez Besteiro. Y todos lo sabíamos.

Durante el segundo gobierno Zapatero, Quiroga fue Director Provincial del INEM. Nada que objetar a que un político del partido de gobierno ocupe un cargo de designación política. Y nada que objetar a que en 2012, tras la victoria electoral del PP, se le cesase en su puesto.

Pero en la Diputación de Lugo seguía gobernando el partido. Y allí buscó nuestro personaje un nuevo cargo político. Así desde 2012 fue técnico de gestión de proyectos en la Diputación de Lugo. Pero para obtener un puesto de designación política no basta con ser militante del partido. Hay que tener sintonía, personal o política con el líder de la institución. En nuestro caso José Ramón Besteiro. Y tampoco nada que objetar. En palabras de Tomé Roca, actual alcalde de Monforte y presidente de la Diputación de Lugo, “temos aí algún carguiño”.

De su sintonía con Besteiro tengo conocimiento por nuestras muchas charlas en el marco de la sintonía y colaboración mutua que antes señalaba. Especialmente cuando me contó, tras el fiasco electoral de Pachi Vázquez en 2012, que Besteiro le había pedido consejo sobre la oportunidad de su salto de la Secretaría General de Lugo a la de Galicia, cosa que ocurrió en 2013.

Pero las reuniones del grupo del que hablaba antes continuaban. Yo no tenía relación personal con ninguno, por lo que mi enlace con él era Quiroga. Y por conocer su doble juego “caí en desgracia” y no me llamó más.

Bueno, tuve dos contactos con él. En una visita con el alcalde de A Pobra do Brollón a la Confederación Hidrográfica, me dejó caer que tenía un problema ya que se temía que Tomé quería apostar a la Diputación. Realmente esperaba ver y analizar mi posición.

También me llamó este año el 17 de marzo. Me dijo que había visto en la prensa que A Pobra tenía alta incidencia en COVID-19 y que se acordó de mí y me preguntó por mi situación y la de mi familia. Aprovechó para decir que teníamos que retomar el contacto. Casualmente el 18, Gonzalo Caballero visitaba a Pobra, acto del que no se me avisó pese a mi condición de militante y ex-Coordinador Comarcal. La llamada, había sido realmente para interesarse por mi salud, o para saber si tenía conocimiento de la visita? El caso es que semanas después lo llamé yo. No contestó.

Lo dicho en el artículo antes indicado. Mi humilde, pero total, apoyo a la eventual opción de Besteiro a la Secretaría General del PSG y/o a Presidente de la Xunta. Y si es a Formoso, a quien ni conozco, también.

Rafa Castillo.

 

viernes, 26 de marzo de 2021

Libertad vs Socialismo.

Díaz Ayuso tenía tan pensado adelantar las elecciones autonómicas a la menor ocasión, que ya tenía pensado el eslogan electoral: Socialismo o Libertad. Lo que tengo más dudas es que tenga pensado un programa electoral serio y coherente lejos de cuatro lugares comunes.

Pero ese eslogan plantea un falso debate, un enfrentamiento entre dos posturas que solo ven los que tienen una visión parcial de la libertad. La visión de los neoliberales tal lejos de los liberales clásicos de los siglos XIX y XX que, junto a socialistas y democristianos, crearon el estado del bienestar y fueron el germen fundacional de la UE.

En efecto. El liberalismo que plantea Ayuso no defiende lo que podíamos denominar libertades personales: sexual, sentimental, a decidir sobre el propio cuerpo, a una muerte digna… plantea, respecto a libertades personales las que son imposibles de ejercer y que, en realidad, son libertades de las empresas afectadas: libre elección de médico y de centro educativo. ¿Y si todos queremos ir al mismo médico o a la misma escuela?

Lo que no propugna, la Trump española, es la libertad de conciencia. Quiere imponernos a todos el pacato pensamiento de su ideología religiosa. Y más, aún. Quiere que la legislación se adapte a esta, haciendo que lo que ella y los suyos consideran pecado se convierta ex lege en delito. Mucha libertad, sí.

Eso sí. La libertad que quiere es la de la empresa para poder despedir libremente a sus trabajadores, fijarles las retribuciones que quieran y competir en un mercado cainita sin regulación. Mercado en el que las empresas grandes acabarán devorando a las chicas y sustituyendo los antiguos monopolios estatales por monopolios de capitales. Y suprimir impuestos. A cambio de eso, privatizar servicios públicos como la sanidad y la educación, e incluso, si pudiese, la Seguridad Social.

Por el contrario, el Socialismo en España y la UE, fueron y son los pioneros en establecer las libertades personales de las que antes hablamos. Y cada legislatura con gobierno de izquierdas, nuevas leyes consolidan más conquistas. Leyes seguramente mejorables, pero que paso a paso van consolidando una sociedad mejor.

Y más justa. Cuando los neoliberales afirman que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos, omiten decir “de los ciudadanos que lo tienen”. Un sistema impositivo progresivo hará que paguen más quienes más tienen en beneficio de unos buenos servicios públicos para todos.

El socialismo democrático europeo suma el mayor respeto de las libertades personales con el mayor apoyo a los derechos básicos de las personas. Y avanza en la consecución de una sociedad más libre, más igual y más solidaria. Los principios básicos de la revolución francesa que dio paso al estado moderno.

Por eso, no es socialismo o libertad. Es socialismo Y libertad.

Rafa Castillo.

lunes, 8 de febrero de 2021

Besteiro vs...

 

En Galicia dos veces el BNG le hizo el sorppaso al PS de G-PSOE en unas elecciones autonómicas. Y casualmente en ambos casos, 1997 y 2020, los dos candidatos se apellidaban Caballero. Abel y Gonzalo. Tío y sobrino. Y ambos alcanzaron el record de obtener los peores resultados de la serie histórica.

Los conocí a los dos. Además de una visita de Abel a Monforte, mi primer contacto con él, sin hablar personalmente, fue en el congreso del PSG en A Coruña, al que asistí como invitado, y en que Caballero, mano derecha de Paco Vázquez, se autoproclamó candidato a Presidente de la Xunta. Poco después fui elegido coordinador comarcal del partido en la comarca de Lemos, y como tal participé en la campaña electoral.

Además de abroncar a la ejecutiva local porque no había puesta cartelería suficiente, recuerdo un par de anécdotas que lo definen. Había en aquel momento un debate amplio sobre si la sempiterna llegada del AVE a Galicia sería por Monforte o por Ourense. Antes de una rueda de prensa preguntó si la prensa de Monforte se leía en Ourense para ver así si hablaba o no del ferrocarril.

Días después se celebró un acto en Quiroga tras el que tuvimos una cena con militantes y simpatizantes. Yo estaba sentado a su lado. Después de la cena un compañero que se iba a marchar se acercó a él y le dijo: “cuando gobiernes tienes que acabar con la parcialidad de la TVG manipulada por el PP”. Abel, entre risas contestó: “estos son unos simples aprendices. Cuando yo gobierne van a saber lo que es manipular la TVG”. Y yo pensaba, “esto” es lo que tengo que votar?

Después de su gloriosa derrota electoral, se celebraron en Galicia elecciones primarias a la secretaría general del partido. Competían por el puesto Touriño, Cortizo, Caballero y Ceferino, a quien yo apoyaba, aunque acabamos todo su grupo apoyando a Touriño. Lógicamente, y pese a mi inclinación, en la comarca invitamos a los cuatro a hablar ante la militancia en un salón de actos facilitado por la UGT. Caballero, con su habitual cinismo dijo que lo de las primarias lo había “inventado” él en el partido, al ofrecerse como candidato en el Congreso de A Coruña, y no presentarse nadie más. Sin palabras.

Siempre fui crítico dentro del partido. Y seguramente eso ayudó a que nunca llegase a ningún “carguiño”. Apoyé a Borrell frente a Almunia, y en Galicia a Ceferino Díaz. Con él participé en varias reuniones lo que me llevó a conocer a varios compañeros destacados como Enrique Curiel, Miguel Barros, Sineiro, Bugallo y Rodríguez Pardo entre otros. En un Comité Nacional, al que asistía como invitado, presencié una intervención de Gonzalo Caballero que me gustó.

Tiempo después, fallecido Ceferino, fui invitado varias veces a reuniones en Santiago de gente crítica. Allí, además de compañeros que jugaban con dos barajas, estaba Gonzalo. Y de esas reuniones surgió su liderazgo. Y yo lo apoyé sin reservas. Me parecía muy diferente a su tío. Pero, como muchas veces, me equivoqué.

Porque Gonzalo, que empezó generando ilusión en muchos de los que veíamos en él un cambio y el fin de algunas políticas sectarias de ejecutivas anteriores, acabó “superando” todas las expectativas y tuvo una actuación que en efecto superó en sectarismo a las anteriores. El mejor ejemplo es lo ocurrido en las candidaturas al Congreso y al Senado de Lugo en las fallidas elecciones de 2019.

También su labor como principal partido de la oposición hasta las últimas autonómicas pasó con más pena que gloria. Hasta el punto que pese al desplome de En Marea (perdió 14 diputados) se estancó en los diputados obtenidos dando lugar al segundo sorpasso, mayor que el sufrido en la época de su tío.

Y desde entonces, nada que destacar. Discurso de tarifa plana sin repercusión en los medios y el parlamento. Eso sí, muy difundido en las redes sociales y órganos de comunicación del partido con un exacerbado autobombo. En fin una trayectoria con mucha más pena que gloria.

Pero lo que para mí colmó el vaso, lo que me parece… (dejémoslo en impresentable) son sus declaraciones al conocerse el archivo del llamado caso Garañón, en el que estaban imputados José Clemente López Orozco y José Ramón Gómez Besteiro. Lejos de hacer lo que hicieron otros líderes y la mayoría de militantes, manifestar la satisfacción por la sentencia y reivindicar a los compañeros, Caballero entrehebró en sus declaraciones insinuaciones sobre que Besteiro tiene casos pendientes.

Antes he dicho que siempre fui un militante crítico. Leal a mis ideas, leal a mi partido, pero crítico siempre. Y como ni tengo nada que perder, ni busco nada (que tampoco me lo dará nadie precisamente por eso), voy a mojarme antes de saber si José Ramón tiene o no decidido presentarse. Mi humilde, pero total, apoyo a la eventual opción de Besteiro a la Secretaría General del PSG y/o a Presidente de la Xunta.

Es de justicia.

Rafa Castillo.

miércoles, 20 de enero de 2021

Eso no, Pablo!

 Este domingo en una entrevista con Gonzo en el programa Salvados de La Sexta, Pablo Iglesias hizo una afirmación que no podemos dejar pasar como si fuese una simple comparación sin importancia. Es muy grave. Y además, en las ocasiones que tuvo, no se rectificó. Al contrario, se reafirmó en lo dicho.

Se puede pensar y decir que nuestro actual sistema político es imperfecto, y sin duda mejorable, y estoy de acuerdo. Pero es un buen sistema homologable a los mejores del mundo, reconocido como tal por todas las democracias y envidiado por las oposiciones de las dictaduras. El franquismo no. Era una dictadura declarada repudiada por las democracias europeas.

Hace unos meses, en sede parlamentaria, el líder de VOX, Santiago Abascal decía, y también se reafirmó, que este era el peor gobierno, no en los últimos 40 años, que sería opinable, si no en 80 años, incluyendo el franquismo. Comparte Pablo Iglesias con Abascal la idea de que nuestra democracia es igual que la dictadura y que eso justifica la existencias de exiliados?

Yo comparto la posibilidad, e incluso la necesidad política, de que se indulte a los políticos presos (ojo, no presos políticos) a causa de su actuación en el llamado procés. Yo no criminalizo tampoco las ansias independentistas de quien las tenga y su derecho a defenderlas, siempre que lo haga de acuerdo con la Ley. Pero los presos del procés fueron juzgados en un proceso justo, con plenos derechos de defensa, con posibilidad de recurso incluso ante las instituciones europeas y de acuerdo con una Ley, mejor o peor, democráticamente aprobada por el poder legislativo del Estado.

Y Puigdelmont no es un exiliado. Es un prófugo de la justicia de la que se evadió a un exilio de lujo en coche oficial y con escolta pública. Y ni a él y los otros fugados, y a los presos, no se les priva de sus derechos políticos a opinar.

Por el contrario, los auténticos exiliados, los republicanos que huyeron de la dictadura no huyeron de la justicia, sino de la más atroz injusticia de la dictadura. Lo hicieron para salvar sus vidas y las de sus familias. Cruzaron andando los Pirineos o la frontera con Portugal, o salieron de manera precaria por el mar.

Y no era un miedo irracional o sin motivos. Había causas fundadas. Antonio Machado huyó para no correr la misma suerte que Federico García Lorca. Miles de políticos y concejales y alcaldes de miles de pequeños pueblos de España lo hicieron para no ser enterrados en cunetas o fusilados ante una tapia como le ocurrió a mi abuelo, concejal de A Pobra do Brollón, que muchos ni sabréis donde es.

Me pregunto qué opinarán de lo dicho y reafirmado por Pablo Iglesias los militantes y votantes de IU, herederos políticos de los luchadores del PCE contra el franquismo. Y seguramente muchos de Podemos. O los hijos, nietos y bisnietos de aquella media España a los que la otra media les heló el corazón. Tal vez, como yo, también se sientan insultados.

Pablo. Si no te gusta el sistema, deja el gobierno y lucha por cambiarlo. Es legítimo. Pero no ofendas a nuestros muertos.

Rafa Castillo.

lunes, 11 de enero de 2021

La factura de la luz.

 

Con las falsas verdades a las que nos vamos acostumbrando, las derechas y ultraderechas, y sus extensiones en las redes y la prensa culpan al gobierno de la subida del precio de la luz consumida durante esta ola de frío.

Si analizamos cada uno nuestros recibos de electricidad, veremos que además de los impuestos (IVA, como cualquier compra, e impuesto de electricidad que es sobre el 5%) veremos que tiene otros dos componentes. Los llamados costes regulados y el coste de producción y margen de comercialización.

El primero incluye los incentivos a las renovables, con el que deberíamos de estar de acuerdo si queremos mejorar en nuevo ambiente, el coste de redes de distribución y transporte, una parte para el Estado por el mantenimiento de la red de alta tensión y el resto para las empresas, y la anualidad del déficit, de la que luego hablaremos, cuyo importe va para las eléctricas.

Los costes de producción se calculan en función del origen de la electricidad y el sistema de cálculo se estableció durante el gobierno de M. Rajoy en 2013. Básicamente se establece el precio de toda la energía en función del componente más caro, en este caso el gas natural. Y en días como estos la producción renovable es mínima (ni hay Sol ni viento fuerte) y por tanto prima el gas.

Y esto es lo que ha subido aproximadamente el 23%. Incluyendo el margen de comercialización (beneficios de las eléctricas). Y eso es consecuencia de la liberación del mercado establecida por Aznar. En cambio, los costes regulados (los que decide el Gobierno) han sido recientemente rebajados en un 13%. Por tanto el Gobierno ha reducido el coste y no es responsable de la subida. Para encontrar los responsables habrá, como siempre, que repasar la historia.

Y la historia empieza con Aznar y su ministro del “milagro económico” Rodrigo Rato. El primer paso fue la privatización total de Endesa, empresa estatal cuya actuación en el mercado ayudaba a regular los precios. Con ello, además de beneficiar a empresarios amigos, financiaba los gastos del Estado, en la demagógica política de vender las joyas de la abuela para pagar y rebajar impuestos, rebajas que bien analizadas beneficiaban más a los que más tenían, y que ahora estamos pagando todos.

Además, en 1998, Aznar “regaló” 1,3 billones de pesetas (más de 7.800 millones de euros) con el pretexto de prepararlas para la libre competencia. Luego, durante casi todos los años de su gobierno (desde el 2000), congeló el precio de la electricidad, lo que le sirvió para controlar la inflación, otra parte del “milagro”, y cuyas consecuencias aún estamos pagando mediante la “anualidad del déficit (tarifario)” al que nos referíamos antes.

Vino luego la gran crisis de 2008 y el gobierno del PP a partir de 2012. El consumo de electricidad se redujo como consecuencia del cierre de empresas, las bajadas de salarios y la cantidad de gente que perdía sus trabajos. El consumidor intentaba consumir menos al tener menos ingresos. Pero M. Rajoy encontró la fórmula para no perjudicar a las empresas. Subir fuertemente los costes regulados (el componente fijo de la factura). Así, aunque yo intentase ahorrar consumiendo menos, que es lo único que estaba en mis manos, acababa pagando más por los fijos.

Se ve bien la diferencia entre subir y bajar los costes regulados? Quien no lo vea que repase Barrio Sésamo.

Rafa Castillo