miércoles, 14 de septiembre de 2011

11 S (y III)


El 11-S de 2001 empezó una nueva etapa de la historia de la humanidad caracterizada por el retroceso en los avances que se habían logrado en los siglos anteriores. Ese día, de alguna manera, murió la civilización conocida.
Con las torres gemelas cayó el derecho internacional. Los gobiernos occidentales (trío de las Azores) decidieron entrar en una guerra contra Irak sin autorización de la ONU y con motivos que resultaron ser falsos.
Con el cambio de horizonte de Nueva York, se cambió la justicia por la venganza. Naturalmente había un culpable. Y muchos cómplices. Pero no se les juzgó porque talvez los detenidos no fueran los implicados. Pero, ¿qué más daba? El pueblo tenía su venganza.
Antes de construir los nuevos edificios de la zona cero se construyó en Guantánamo el primer campo de concentración del siglo XXI donde los prisioneros, culpables o no, reciben el mismo trato que los de los campos nazis.
Mientras los neoyorquinos que estaban en las torres perdían su vida, nosotros, sin saberlo, empezamos a perder nuestra libertad.
Cuando los bomberos morían, nacía el nuevo enemigo externo que el PODER necesitaba para recuperar el poder que había perdido cuando el enemigo era la URSS.
Con el secuestro de los aviones comenzó el secuestro de la soberanía popular substituyendo los gobiernos elegidos democráticamente por marionetas en manos del PODER.
Al caer los aviones sobre sus objetivos, caían, sin que lo percibiésemos, las esperanzas que teníamos en un mundo mejor y más justo.
Cuando los nuevos pistoleros asesinaron a Bin Laden, este ganó su última batalla contra nuestra cultura.
Rafa Castillo.

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