lunes, 2 de julio de 2012

Reasignar.

El gobierno valenciano, siguiendo el ejemplo del español, ha reasignado efectivos en la lucha contra el fuego. Pero ha debido reasignarlos muy mal porque el fuego no cesa. Y es que este es el problema de las reasignaciones. Le reasignamos un nuevo sitio a algo y después no hay quien lo encuentre.
Por eso es de suponer que el descontrol del fuego se debe a que unos bomberos andan buscando las mangueras, otros han tenido que ir a buscar los camiones y los pilotos no encuentran sus aviones, y claro, así nadie puede ir al fuego.
Y encima se les ocurre reasignar los efectivos cuando la naturaleza reasigna la materia orgánica transformando los árboles en cenizas y gases. Y como consecuencia ya hay docenas de familias reasignadas fuera de sus casas. Reasignadas y resignadas.
He oído en una televisión, seguramente roja, a vecinos quejándose de la falta de medios. Estos ciudadanos, sin duda manipulados por Rubalcaba y sus apoyos mediáticos, han llegado a decir que no se vio un solo avión en la zona. Y mienten como bellacos.
 Seguramente no vieron como Mariano Rajoy vigilaba el fuego desde su avión camino de Kiev. Si hasta tuvo tiempo de enviar un telegrama al presidente valenciano. Que vengan después diciendo que no se preocupa por los problemas de los ciudadanos. ¿Qué pasaría si Del Bosque quiere alinearlo en el segundo tiempo y no está en la tribuna? Menudo desastre nacional.
En fin. Que aquí, en Galicia, esto de la caza, perdón, del fútbol, como que nos recuerda algo. ¿A alguien le suena la palabra PPrestige?

Rafa Castillo.

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