lunes, 18 de julio de 2016

La culpa es del Chachachá!

Al parecer, pase lo que pase, haya gobierno o no, se repitan las elecciones o no, la culpa será en todo caso del PSOE. Estamos en un juego de frivolidades y postureos donde todo el mundo echa la pelota al mismo tejado. Y el caso de Rajoy es paradigmático. No hace ninguna propuesta nueva y espera que le firmen un contrato de adhesión para gobernar como hasta ahora, validando así su nefasta política. Por eso, si yo fuese Pedro Sánchez, daría un paso adelante.
Empezaré diciendo que nunca fui partidario de permitir, por activa, por pasiva o por perifrástica, un gobierno del PP. Solo la noche electoral llegué a pensar que lo mejor era abstenerse en la investidura por la frustración de los resultados, pero pronto se me fue esa idea. Pero tal como están las cosas, y pensando que unas nuevas elecciones podrían empeorar la situación, yo hoy permitiría gobernar a Mariano con mi abstención. Pero con condiciones.
Así, yo hoy haría a Rajoy una propuesta de abstención, e incluso el compromiso de aprobar, o no rechazar, el presupuesto de 2017 con las siguientes condiciones.
La primera, y condición sine qua non, un gesto claro de higiene democrática. La destitución en sus funciones, no me vale ya la dimisión, del Ministro de Interior. Y la expulsión del PP de señalados personajes tocados por la corrupción como Rita Barberá.
Y hecho esto negociaría el compromiso del futuro gobierno con las siguientes medidas, bien sabiendo que un proceso de negociación no implica la consecución del 100%.
Derogación de la reforma laboral, de la de la justicia, de la llamada ley mordaza y de la reforma Wert, entre otras. Estas derogaciones, salvando en su caso aspectos técnicos que se acepten consensuadamente, llevarían la situación de los respectivos sectores a la posición de 2011, punto de partida para analizar las reformas necesarias con amplio consenso.
Que las medidas necesarias para reducir el déficit recaigan sobre las rentas altas y no supongan mayor carga sobre las rentas medias y bajas ni más recortes al bienestar.
Establecer una estrategia de reformas económicas que pasen por la industrialización de nuestro sistema productivo, aumentando significativamente la inversión en I+D+i, y con especial atención a la potenciación de las energías alternativas sostenibles.
Consensuar una reforma fiscal progresiva que garantice la sostenibilidad económica del estado de bienestar reduciendo el peso de tasas y copagos y elevando la contribución de las rentas más altas.
Elevación del SMI y de las pensiones mínimas del 20% en 4 años, adecuándose, su posterior incremento como mínimo a la inflación.
Y echa la propuesta le toca a Rajoy decidir si quiere gobernar o no. El PSOE habría hecho una propuesta de Estado que permitiría un gobierno pero sin traicionar a sus votantes. Luego le correspondería liderar una oposición responsable.
Rafa Castillo.