miércoles, 3 de agosto de 2011

Austeridad popular.


La austeridad en el gasto público fue el caballo de batalla del PP durante la reciente campaña electoral en las autonómicas y municipales. Pero, como en todo, el partido popular promete una cosa pero su programa oculto es el contrario.
Eso sí. Su método habitual para aparentar lo contrario es el cambio de nombres. En Galicia, el Gobierno de Feijoo suprimió todos los Delegados Provinciales de todas las Consellerías. Pero creó, para cada provincia, y para Vigo que antes no había, un Delegado Provincial de la Xunta y un Jefe Territorial por cada Consellería, excepto en Ourense donde la Consellería del Mar creo que no tiene a nadie.
Y yo que sé... El concepto de jefe me gusta tan poco... Suena algo autoritario.
Pero bueno. Todos recordamos cuando Aznar suprimió todos los Gobernadores Civiles, pero creo los Subdelegados de Gobierno. Al final, estas operaciones de maquillaje lo único que sirven es para gastar más. Hay que cambiar los rótulos, tarjetas de visita, etc. y todo ello para seguir igual.
Pues bien. Para dar ejemplo a seguir, y con la bandera muy alta, la número dos del PP (la más alta dirigente con cargo institucional) Dolores de Cospedal empieza su mandato incrementando en 4.000€ anuales las retribuciones de los jefes de Gabinete de Castilla La Mancha. Antes decían que con el PSOE cobraban mucho, y ahora que el PSOE no tiene derecho a criticarlos. Claro, ellos son honrados por la gracia de dios.
Y el ejemplo de Cospedal lo han seguido muchos de los nuevos y antiguos presidentes y alcaldes populares tras el 22-M. Así como ejemplo tenemos a la alcaldesa de Villanueva que después de obligar a reducir en 7.000€ el sueldo del anterior alcalde, ahora ella se sube 10.000€.
Como se ve, hay de todo, como en todas partes. Pero ¿todos? ¡No!
En el rincón noroeste de Hispania, en la provincia Aurensis gobernada por Baltaris, hay una irreducible pareja que se niegan a cobrar del erario publico. Son la alcaldesa de Melón, ayuntamiento de 3.000 habitantes y su marido, nombrado por ella Director General del municipio. Si llega a tener 10.000 lo nombra Ministro. Eso sí es reducir cargos públicos y mantener solo los estrictamente necesarios.
Pero eso sí. Ni ella ni él cobran. Faltaría más. Él, experto condenado en firme por prevaricación, cumple la ley a rajatabla. Con los ingresos extra, que seguro que sabe obtener, no puede recibir otra retribución de la administración. ¡Hasta ahí podíamos llegar!
Rafa Castillo.

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