miércoles, 24 de agosto de 2011

¡Viva la Pepa!


Con este grito los demócratas españoles mostraban su adhesión a la Constitución de 1812 aprobada por las Cortes de Cádiz. Pero esa expresión tiene también una connotación negativa en la que un “viva-la-pepa” es un irresponsable o despreocupado.
Pues bien. Parece ser que tendremos una reforma exprés de la Constitución que pondrá, de hecho, el epitafio al estado de bienestar.
Hace ocho años el Presidente Zapatero propuso una reforma constitucional limitada a cuatro aspectos de la misma. Ni que decir tiene que contar con el necesario consenso del PP fue imposible.
Sin embargo ahora, entre infinitos “noes” irresponsables, el PP da un sí a esta reforma que el gobierno asume por imposición europea. Y lo hace porque realmente ya fue propuesta suya, porque está en su verdadero programa.
Esto será un “viva-la-pepa” hecho deprisa y corriendo, sin meditar, sin nacer de la voluntad popular sino de la imposición de la Ángela Merkel. No surge del consenso de los ciudadanos sino de la victoria de los mercados. Y en efecto así es. Es la imposición, a España y todos los demás, de una norma como los aliados hicieron con Alemania y Japón tras las guerras mundiales. Se va pues a jugar con la Constitución de una forma peligrosa ya que se perturba su propia naturaleza.
¿Qué significa esta reforma? Que el Estado pierde su capacidad de decidir, ante una crisis, que política realizar. No habrá más remedio que aplicar ante ella políticas restrictivas, de ahorro. En la crisis aumentará, por ejemplo el número de parados y disminuirán los ingresos por impuestos y cotizaciones. Y la única opción que tendrá el Gobierno de turno será pagar menos, es decir, recortar la prestación que cobran los desempleados.
El problema será si los otros países deciden en una crisis futura aplicar políticas keynesianas y aquí el PP está en la oposición. A ver quien hace que apoyen una reforma de sentido contrario. Por tanto deberían cuidarse el Gobierno y el PSOE de dejar claramente establecido que el límite del déficit se pueda superar por un acuerdo de la UE del G-20 o el organismo que proceda. Si no estaremos como estuvo USA hasta el 2 de agosto, peleando por un aumento de margen.
Por cierto. Se podría aprovechar la reforma para constitucionalizar el carácter progresivo que deberían tener los impuestos.
Y ya puestos a pedir, a ver si aparecen 35 buenos diputados que pidan un referéndum. La Pepa se merece un mejor tratamiento que un viva-la-pepa.
Rafa Castillo.

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