Sabes seguro, Pepe, que no soy un adulador. Que nunca hago cuento. Que nunca pongo la mano en el fuego por nadie. Que durante años, dentro del partido, y desde mi modesta influencia, me opuse a tu ascenso político. Con lealtad, como tú reconociste en alguna ocasión, a ti y al partido, cuando ya eras el candidato.
Por eso sé que estoy legitimado para lo que voy a escribir. Porque no espero nada a cambio. Porque lo hago, no en el momento de hacer méritos, sino en los momentos difíciles. Y porque lo digo sinceramente.
Ayer comimos ambos en el mismo acto de Monforte. Te observé varias veces y te vi preocupado. Es más, apenas comiste. Hoy leí El Mundo (porque me lo dijeron, no acostumbro a leer el papel higiénico) y supe el porqué.
Otra vez J.R. vierte insidias como es habitual en su libelo. Lo hizo con Felipe, lo hizo con Zapatero, y lo hace ahora contigo. Y, por supuesto, que ese lo haga, me reafirma en mi opinión.
Cuando yo desde mi modesto puesto de coordinador comarcal de Lemos me oponía a ti, no era por dudar de tu honradez, tu ideología o tu bonhomía. Era por cuestiones estratégicas, tácticas, por las personas que a cada uno nos rodeaban. Por cuestiones
menores.
Pero hoy tengo que decir algo. Estoy, como sin duda todos los compañeros, contigo. Pero más que nunca. Y no solo como candidato, como compañero, como persona, como amigo.
No sé si fuiste el mejor ministro que tuvo España. O el peor. No sé si hiciste más infraestructuras que nadie. O menos. Y tampoco me importa. Hace cuatro años te oí en Lugo de “telonero” de Felipe González. ¿Lo recuerdas? Tú escribiste en tu blog sobre el discurso de Felipe. Yo te contesté sobre el tuyo. Sé que lo leíste porque me lo comentaste al saludarnos después de un mitin.
Desde entonces sigo tu trayectoria, tu opinión. Y veo que estaba equivocado en su día tal vez por una impresión de primera vista.
Ahora que veo mi error de apreciación, tengo que decirte, Pepe, con más fuerza que nunca, olvida a los que no llegan al nivel de que sus críticas e insidias nos afecten, fuerza, ánimo y a ganar. Por el mundo, por Europa, por España, por Galicia, y también por ti.
Yo que por mi trabajo paso el día en el proceso electoral, acostumbro a votar al mediodía. En estas elecciones mi voto será a las nueve. El primero de A Pobra do Brollón.
Un abrazo con todo el cariño, Pepe.
Rafa Castillo.
Ojalá, por el bien común, lo de Blanco no sea cierto. Lamentablemente no lo creo así.
ResponderEliminarmandaluzalba@gmail.com
Ojalá, por el bien común, lo de Blanco no sea cierto.
ResponderEliminarLamentablemente lo creo así.
Lamentablemente porque va a ser muy difícil reparar el daño causado.