sábado, 15 de octubre de 2011

Locales vs. Globales.

A estas horas empieza la manifestación de Monforte, a la que no asisto.
No lo puse antes para no influir directamente en nadie que quisiese ir, pero quiero exponer mis razones.
Hace ya más de año y medio empezó mi indignación, solo, por mi cuenta. Luego, cuando supe de la existencia del 15-M me sumé a él entusiasmado. Y así, aunque no fui andando a Madrid, me sumé a la marcha del sur de Galicia con quienes estuve en todas las paradas de Monforte al Barco. Y luego los esperé en Madrid.
Pero allí vi, como en parte de la marcha, como en Monforte, un desvío, no sé si voluntario o no, del principio por el que se debería luchar. El movimiento no puede articularse como un sumatorio de pequeñas indignaciones. Cada cuál puede tener la suya. Por la gestión de un político local, por la limpieza de una piscina o por el cocido de la suegra.
Cartel de protesta en Hong Kong
Pero se trata de un gran problema mundial, de estructura social y de establecer globalmente las normas del mercado y las reglas del poder, y no tiene sentido que a ese problema global nos enfrentemos con pequeñas soluciones, que pueden ser muy bonitas, muy utópicas o muy bucólicas, pero que desvían la atención de lo más grave. Está bien que cada uno adopte esas pequeñas soluciones si quiere, pero ese es un problema de moral personal, no de lucha contra la esclavitud que viene.
No tiene sentido que mil ciudades en cien países se manifiesten a un tiempo por problemas locales que incluso pueden ser contradictorios entre sí.
Si nos unimos tiene que ser para buscar una solución global a un problema global. Por eso no puedo manifestarme tras el eslogan de ante las crisis globales, soluciones locales.
Rafa Castillo.

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