sábado, 7 de mayo de 2011

¿Quien gana?

Aún no tenía blog, pero cuando Bush, Blair, y Aznar empezaron la guerra de Irak, escribí una colaboración en la prensa diciendo que Bin Laden había ganado porque había puesto fin a nuestra civilización, al Derecho Internacional, al Estado de Derecho, al imperio de la Ley y de la Justicia, a los derechos humanos y hasta al mínimo de juego limpio que teóricamente había en las guerras.
Pero esta semana hemos dado un paso más hacia atrás. Confiaba, talvez porque sea necesario confiar en alguien, que con Obama se había acabado, que retomábamos la senda internacional de la civilización. Cuando murió Osama Bin Laden, supe desde el primer momento que lo habían liquidado. Pero quise creer que esa no era la orden de Obama, que había sido la CIA incumpliendo la orden del presidente de intentar capturarlo vivo. Pero esa vana esperanza se rompió cuando vi la obscena imagen de los dirigentes de USA viendo la cacería en los monitores.
Como tengo defendido hablando de ETA, no siempre es bueno capturar a un terrorista en cuanto se localiza. A veces es mejor seguirlo un tiempo para ver sus movimientos, sus contactos, conocer mejor la red. Y cuando el dispositivo de espionaje se “quema” es el momento de la detención masiva de todos los localizados.

¿Hacía falta matar a Bin Laden y todos sus acompañantes? ¿Tan encarnecida era la resistencia de un reducido grupo de personas desarmadas? ¿Si los ocupantes del edificio no tenían armas, para qué necesitaron 40 minutos los asaltantes de élite de los yankees?
Había que intentar por todos los medios capturar vivo a Bin Laden. Su detención desmoralizaría más a sus partidarios que su muerte que lo puede convertir en un mártir de la causa. Su confesión en la cárcel ayudaría a tener valiosa información sobre la organización y funcionamiento de Al Qaeda, sus redes, sus comandos despiertos y dormidos, sus zulos, sus arsenales, su financiación, su infraestructura. Y más con los yankees procedimientos de los bárbaros (¿o se dice al revés?) para obtener confesiones e información con eficacia. Y después juzgarlo y en su caso condenarlo. Y aunque yo soy contrario sin paliativos a la pena de muerte, como en USA es legal, aplicársela si fuese el caso. No me gustaría, pero no tendría argumentos para criticarlo.
Pero no. Hubo que matarlo. Y a todos los que estaban con él, hombres, mujeres, niños o lo que hubiese para que no quedasen testigos. Y ello, por dos motivos.
Cuando el primer día Obama dijo que había sido una actuación justa, pensé que no. Que no era justa. Era justificada, que no es lo mismo. Hacer justicia es lo que dije antes. Esto sería en todo caso venganza. Y por supuesto un asesinato. Creí que de la CIA. Ahora creo que del presidente.
Sadam HuseinPero había una razón más. Como cuando se mató en la época de Bush a Saddam Hussein después del primer juicio sin esperar a juzgarlo por los demás delitos. Unos pasan 20 años en el corredor de la muerte, y a otros se les ejecuta sumarisimamente. ¿Por que? Porque tanto Sadam como Bin Laden podían hablar demasiado. Esos incómodos antiguos aliados podrían contar todo lo que hicieron para la CIA, por encargo de quien y a cambio de que. Como el doctor Frankenstein de la novela de Mary W. Shelley, había que matar los monstruos que habíamos creado.
Y así, con el asesinato de Obama Bin Laden a manos de Barak Osama, o al revés, ¿qué más da? Ha habido muchos más muertos. El mundo multilateral y civilizado, la paz, la victoria contra el terrorismo y la esperanza y confianza que muchos habíamos depositado en Obama.
Y al final, como el Cid Campeador, Osama ganó su última batalla después de muerto.
Rafa Castillo?

1 comentario:

  1. ¡Ah! Pero olvidaba que a Bin Laden le encontraron gracias a las confesiones de un preso mediante tortura. ¿Estaban seguros los yankees de que ese preso sabía donde estaba Bin Laden? A buen seguro que no.
    Por lo tanto, la conclusión más "razonable" es que torturasen a muchos hasta que uno confesó.
    Que salvajes eran los romanos...
    Rafa Castillo.

    ResponderEliminar