jueves, 5 de mayo de 2011

Oigan, ¿hay ahí afuera alguien que crea en el Estado de Derecho?

En tema tan delicado empezaré rezando la letanía para que el santo en cuestión me perdone: San Mayor Oreja, ante ti confieso que no apoyo a ETA. Supongo que ya puedo dar libremente mi opinión sin ser políticamente excomulgado.
Y ya obtenidas las oportunas indulgencias plenarias, empezaré a opinar libremente sobre la ilegalización de Bildu.
Cuando se promulgó la Ley de Partidos, fui de los que me mantuve en contra. Dudaba de su constitucionalidad y de que el Tribunal de Estrasburgo le diese su bendición. Al final resultó plenamente legal, pero sigo dudando que fuese oportuna. Yo, en vez de prohibir el partido, lo hubiese dejado presentarse, pero haciendo una ley que permitiese dejarlos sin recursos económicos públicos en caso de no acatar la Constitución y demás legislación aplicable.
Hoy el Tribunal Constitucional tendrá que decidir sobre la legalidad de la candidatura. Y, aunque ellos salpican hacia otro lado, el PP y sus turiferarios mediáticos ya lo presionan anticipando la crítica al alto tribunal si no ratifica la sentencia del Supremo.
Por su parte el PNV rompe relaciones con el gobierno socialista por la sentencia del T. Supremo, como si la dictase el mismo Zapatero. No. El gobierno lo que hizo fue presentar el caso ante los tribunales. Y eso tiene solo dos posibles consecuencias. Que ratifiquen la tesis del Fiscal y el Abogado del Estado, y entonces tendremos que reconocer todos que el gobierno hizo bien, o que la rechacen, con lo que todos reconoceremos, o debíamos de reconocer, que la presentación de Bildu es legítima.
Pero no. Unos tiran por un lado y otros por el otro. Y no hay tribunal, ni árbitro de fútbol capaz de contentar a las dos aficiones. Nadie valora l jugada de Mesi, Xavi o Ronaldo. Ni la parada de Casillas. Cada uno acaba el partido confirmando lo que ya sabía al empezar.
En fin. Que en lugar de las subvenciones electorales a algún partido (o a casi todos) habría que financiarle una brújula para que no pierdan el norte.
Seguramente, si hoy gobernase el PP en las mismas circunstancias, aceptaría sin dudar el alto el fuego de lo que Aznar llamaba Movimiento Vasco de Liberación Nacional, los nacionalistas estarían contentos, y el PSOE, con Zapatero, con Felipe, con Almunia, con Borrell, con Rubalcaba, con Chacón, con Blanco o con Pablo Iglesias resucitado mantendría un respetuoso silencio y un apoyo total.
Pero estos... miserables, impresentables, indeseables, o lo que se quiera, no. No importa la desaparición de ETA. Importa que no sea gobernando el PSOE.
Está bien querer la desaparición de ETA. Pero supongo que nadie querrá el genocidio de la desaparición de los 100.000 abertzales más o menos que puede haber. Y por tanto, en un Estado de Derecho, sobre la presunción de culpabilidad debería de primar la de inocencia. Con medidas que impidan la continuidad en el cargo de los electos que no cumplan.
Pero, ¿con qué cara podemos decir que el candidato número 7 de la lista electoral de no sé donde no puede presentarse porque puede ser que ETA diese instrucciones a alguien de que engañase a dos formaciones legales para colarles un “terrorista” que aún no hizo nada, y miramos para otro lado cuando se presentan presuntos delincuentes imputados o procesados como los Camps o Fabra? O candidatos del PP que como su partido aún no han condenado el terrorismo franquista.
En todo caso. Decida hoy lo que decida el T.C. todos deberíamos acatar, con todo lo que eso implica, la sentencia. Por cierto ahora mismo oigo al González Pons diciendo que si la sentencia difiriera de la del supremo...
Realmente, ¿alguien cree en el Estado de Derecho?
Rafa Castillo.

1 comentario:

  1. Pues 'maño mío', que decimos por mis lares, servidora que con estas pintas, tampoco cree una palabra del estado de derecho a la manera que lo mangonea monseñor Oreja Mayor: Bildu no, Bildu sí, mas sin 'pesoe'.
    Y González Pons ya se sabe lo que dirá hoy cuando se agote el plazo hasta la campaña elctoral. Seguirá pasándose la sentencia por el forro. Su cuestión no está en la ETA, que le importa una higa con tal desbanque a Z-ETA-pé. Pues eso.
    Mater redemptor mundi Deus, miserere nobis.

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