viernes, 24 de junio de 2011

El re-rescate de Grecia.

El rescate hecho en su día a Grecia, Irlanda y Portugal perece no haber dado el resultado apetecido. Efectivamente, Grecia tiene que ser rescatada de nuevo, dando de paso a nuestra ex-Unión Europea una nueva ocasión para reafirmarse en el más contundente ridículo.
Y es que claro. A Grecia, y a los otros, se les presta dinero para refinanciar su deuda, pero se le imponen unas medidas que limitan su capacidad de crecimiento. Pero, si no crece, ¿cómo y con qué va a pagar?
Y ahí tenemos el círculo vicioso y la pescadilla que se muerde la cola. Grecia tendrá que adoptar nuevas medidas restrictivas que aplazarán nuevamente su salida de la crisis.
Pero no solo Grecia. También a nuestro país, como a Irlanda y Portugal, cumplida una obligación impuesta, cuando decimos “¿Ahora, qué?” Nos aparecen nuevos deberes imprescindibles para obtener la bendición de los mercados.
¿Quién garantiza a Grecia y a los demás que cumplidos los nuevos requisitos y aceptado el retraso en el crecimiento el insaciable mercado no exigirá más? Nadie, por supuesto. Al día siguiente pueden bajarnos la calificación y los expertos exigirán nuevos sacrificios.
¿Hasta cuando soportarán esto nuestras sociedades?
Solo espero que, el día que los ciudadanos no aguanten más, no tomen la opción de Alemania después de las draconianas exigencias del tratado de Versalles.
Rafa Castillo.

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