Hace unos días, en unas desconcertantes declaraciones, el pseudo progre ministro de Justicia Gallardón hablaba de recortar el derecho al aborto, volviendo a la ley anterior, para proteger el derecho de las mujeres a ser madres, alegando que muchas sentían presión social para no serlo.
Alguien del entorno del gobierno salió en su apoyo diciendo que el 80% de los empresarios discriminaban a las mujeres que optaban por tener hijos. Y el propio ministro lo redondeó diciendo que mientras haya una mujer que queriendo no pueda tener hijos...
Como estoy seguro que Ruiz Gallardón no es estúpido, tengo que concluir que toma por tontos a sus votantes. Alguien tendrá que explicar que tiene que ver el prohibir abortar a quien voluntariamente quiera con proteger el derecho a la maternidad. Porque, recordemos, el aborto es voluntario.
Tendría en cambio mucho campo, don Alberto, para apoyar y ayudar a las mujeres que deciden ser madres. Pudo, por ejemplo, aprovechar la reforma laboral, que permite considerar procedente el despido de alguien por absentismo de 8 días en dos meses (una mujer con problemas en el período, quien padezca frecuentes jaquecas o dolores de muelas, o tenga enfermedades no diagnosticadas) metiendo en el mismo paquete a los verdaderos vagos y a los trabajadores con problemas. Pudo, decía, aprovechar esa reforma para tomar medidas con ese 80% de empresarios, según ellos, sinvergüenzas.
Pudo recuperar el cheque bebé de Zapatero, ampliándolo incluso, o evitar que se suprimiese la bonificación de 100€ en la Seguridad Social a las empresas con madres recientes en su plantilla.
Y pudo evitar uno de los recortes presupuestarios que más afectan a las mujeres que tienen o quieren tener hijos. En la comparecencia ante el Congreso, la Secretaria de Estado de Educación anunció que se retiraba el programa Educa-3, establecido por el anterior gobierno, porque su fin no es pedagógico sino de conciliación.
Negando la primera, pues sí tiene componentes pedagógicos como es la entrada del menor de forma gradual al sistema de enseñanza, ¿qué opina Gallardón sobre la supresión de un necesario programa por ser de conciliación?
Por favor. Que digan esas cosas en la intimidad, en sus congresos, en sus asambleas, pero que no intenten engañar a los ciudadanos. Al fin, solo hay un colectivo de mujeres a las que su entorno social les impide realmente tener hijos. Las monjas.
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