miércoles, 1 de diciembre de 2010

Coherencia

Hace unos días Guillermo Vázquez, portavoz nacional del BNG hizo una afirmación cuando menos curiosa en un político que no creo que tenga mucho de monárquico, y menos de partidario de que el Rey tenga un papel político en el estado actual.
Efectivamente denunció el que calificó como clamoroso silencio de la monarquía española con respecto al conflicto del Sahara.
No voy a ser yo quien cuestione el derecho de Guillermo Vázquez ni de nadie a opinar sobre lo divino y lo humano. Es más, si hubiese criticado la postura del gobierno, posiblemente compartiría al menos una parte de las críticas.
En una monarquía democrática moderna como la actual española el Rey no juega ningún papel político y no puede, por tanto, expresar opinión en público sobre los temas de Estado. Tiene el derecho y el deber de estar informado, pero sus intervenciones públicas no pueden pasar del plano institucional, y en todo caso siempre bajo las directrices del gobierno que es quien dirige la política interior y exterior del país.
¿Qué diría el portavoz del BNG si el Rey opinase sobre el aborto, el Estatuto o las transferencias a Galicia? No es coherente decir que sobre eso no puede opinar pero criticar su falta de opinión cuando nos conviene.
Más coherente me parece la intervención de Jorquera pidiendo explicaciones al Gobierno sobre el documento 'Transforma España' que el pasado día 16 la Fundación Everis entregó al Rey don Juan Carlos, en el que se recogían una serie de soluciones y actuaciones para salir de la crisis. Porque los documentos políticos deben de ir dirigidos al Gobierno que para bien o para mal es quien tiene que tomar decisiones y no al Rey que carece de potestades.
Salvo, claro, que Guillermo Vázquez quiera regresar al absolutismo o al despotismo ilustrado.

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