sábado, 18 de diciembre de 2010

¿Responsabilidad? ¡No, gracias!

Desde el comienzo de la crisis, cuando el gobierno de España tomaba medidas anticícliclas para atajarla y evitar que repercutiese sobre los más desfavorecidos, rebaja fiscal de 400€, 462€ para los que terminaban la prestación por desempleo, PlanE, etc., el PP criticaba esas medidas y clamaba por las “grandes reformas estructurales que el país necesita” poniéndose en la línea de ciega obediencia a los mercados.
Desgraciadamente España se quedó prácticamente sola en este tipo de medidas en esta Europa, tan necesaria pero tan mal gobernada, y aunque los Estados Unidos de Obama mantienen una política similar, el gobierno español se vio abocado a dar marcha atrás, retirar todo tipo de ayuda a los más necesitados, y adoptar una serie de reformas que suponen un paso atrás, esperemos que base de futuros avances, en el estado de bienestar.
Y, ¿cómo reacciona a esto el PP?. Si estuviésemos en Portugal, con una oposición responsable, facilitaría la gobernabilidad absteniéndose en los presupuestos para evitar que se aprueban con cesiones, y negociando y apoyando las reformas. Pero no, una vez mas en esto spain is different. Y el partido popular el paradigma de ese eslogan.
Y he aquí que el partido popular se ha convertido en el partido proletario y defiende el mantenimiento por ejemplo de los 426€ que en Galicia van a defender en los ayuntamientos. Y ¿qué hace en las reformas estructurales? Pues muy fácil. Las critica y se abstiene para no comprometerse y no pronunciarse sobre si les parecen escasas, como en el fondo opina su núcleo ideológico, o les parecen excesivas como les aconsejan decir sus asesores electorales.
Así ahora el PP es contrario a la prórroga a los 67 años de la vida laboral, prórroga que se produce seguramente en un momento inadecuado pero que es lógica y debería plantearse, con o sin crisis, por la evolución de la expectativa de vida. Pero curiosamente en el Pacto de Toledo el PP no se alía con la oposición de izquierda para bloquear los 65 años. Se produce un pacto entre el PP y el PSOE para dejar el tema en una indefinición calculada. ¿Es esto un apoyo responsable al gobierno? Nunca verán eso nuestros ojos. Es un apoyo calculado en un pacto en el que los populares actúan por puro cálculo electoral (hazlo tú y quémate que después nosotros lo encontraremos hecho) y los socialistas actúan por responsabilidad y necesidad asumiendo solos los costes electorales de la medida.
Porque, ¿qué es la responsabilidad? El diccionario de la Real Academia Española la define, en su 4ª acepción como un término de Derecho que supone “Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente”. Responsabilidad deriva de responsable y esta de responder, que es asumir las consecuencias de la acción realizada. Pero de esto en el PP nunca oyeron hablar.
Ocurre lo mismo en el tema de los controladores. Ante la necesidad de prórroga en el estado de alarma, el PP se abstiene dejando la decisión en las manos del PSOE y de la única derecha responsable del Parlamento, la derecha nacionalista. Algún día habrá que analizar cuanto debe España a esta a veces denostada derecha nacionalista en la gobernabilidad y en la limitación impuesta a Aznar en su primera legislatura.
¿Por qué se abstiene el PP? Nuevamente es una trampa saducea ya que pone al Gobierno en una encrucijada cuyas dos salidas posibles serán objeto de crítica por los González Pons de turno. Si no se hubiese prorrogado el estado de alarma y los controladores volviesen a las andadas, la crítica sería que el Gobierno hizo dejación de sus funciones y no sabe gobernar y solucionar la crisis. Si como pasó se prorroga, con la inestimable colaboración de los controladores que ahora juran y perjuran que van a ser buenos, la crítica será sobre un gobierno que usa alegremente el estado de sitio y que pretende militarizar la sociedad civil.
Y estos son la alternativa de gobierno.

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