Hay quien mide la salud económica de un país por la riqueza de sus millonarios, y si eso fuese así, deberíamos concluir que España tiene motivos para ser feliz. A los éxitos deportivos se añade el de nuestros potentados que aumentan su presencia en el club de los supermillonarios y escalan puestos hasta el punto que ya es nuestro el 5º más rico del mundo. Otro dato importante es el increíble crecimiento de la venta de vehículos de alta gama y de lujo.
Pero si el PIB es la suma de la “riqueza” de todos los ciudadanos, resulta que si los millonarios tienen más, los demás tenemos menos. Es decir. No solo tenemos que soportar la bajada del P.I.B. sino también el aumento de los beneficios y capital de los “pobres” ricos.
No me puse trascendente. Sigo hablando de política.
Rafa Castillo.
Excelente! (Mª José)
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