viernes, 9 de marzo de 2012

El 29 no podemos hacer huelga total.

Hay quien mide la salud económica de un país por la riqueza de sus millonarios, y si eso fuese así, deberíamos concluir que España tiene motivos para ser feliz. A los éxitos deportivos se añade el de nuestros potentados que aumentan su presencia en el club de los supermillonarios y escalan puestos hasta el punto que ya es nuestro el 5º más rico del mundo. Otro dato importante es el increíble crecimiento de la venta de vehículos de alta gama y de lujo.
Pero esto que puede parecer divertido, analizado seriamente no tiene gracia ninguna. En estos años que el Producto Interior Bruto está estancado, la misma riqueza tenemos que repartirla entre más población. Ahora que decrece, ese decrecimiento se soporta sobre las clases medias y bajas, unos con más impuestos y menos ingresos, y los otros con menos beneficios sociales.

Pero si el PIB es la suma de la “riqueza” de todos los ciudadanos, resulta que si los millonarios tienen más, los demás tenemos menos. Es decir. No solo tenemos que soportar la bajada del P.I.B. sino también el aumento de los beneficios y capital de los “pobres” ricos. 
Por eso tenemos que hacer una huelga general, pero no una huelga total. Nuestra mente y nuestro cuerpo no se dedicarán al trabajo. Harán huelga. Pero nuestro cuerpo tiene que trabajar en la participación activa en las manifestaciones. Y nuestra mente tiene que ocuparse totalmente en pensar de donde venimos, a donde vamos, porqué ocurre esto y sobre todo, a donde queremos ir.
No me puse trascendente. Sigo hablando de política.
Rafa Castillo.

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