En una alternativa a la política europea, cuyo resultado está a la vista en Grecia y en las famosas primas de riesgo, Obama está intentando una salida keynesiana a la crisis dinamizando el mercado con una importante inversión estatal.
Y para no aumentar, sino disminuir, el déficit, en lugar de recortar gasto social e inversión, hace lo que a todas luces es más justo y que demandan incluso personas multimillonarias como Bill Gates y Warren Buffet; subir los impuestos a las rentas más altas .
Dicen los republicanos, especialmente los del Tea Party, equivalente ideológico al núcleo duro del PP en España, que el impuesto a millonarios es una medida para poner a unos contra otros. Es una lucha de clases.
Es decir, cuando se toman medidas contra las clases medias y bajas, no hay lucha de clases porque los “tontos” acaban soportándolo todo. Pero si se les toca un pelo a los poderosos, entonces ellos se revelarán.
Pero a mí, realmente, me encanta que alguien como Obama tenga claro, en su expresión, que culo patear, y haga que los que se enriquecieron en la bonanza y con su codicia provocaron la crisis, nos ayuden a pagarla.
Y, como parece que “nuestros” ricos, los Ortegas, las Koplowitz, Florentinos, etc. no están por el altruismo, tendremos que reflexionar los españoles si queremos un posible Obama o que nos gobierne el Tea Party. La respuesta, el 20-N.
Rafa Castillo.
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