martes, 13 de septiembre de 2011

Como Dios manda.

La verdad es que la crisis se lo está poniendo fácil. Lo que ni pudieron hacer con la mayoría absoluta de Aznar, lo van a lograr ahora. Las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP nos van dando la pista sobre por donde irán los tiros con Rajoy.
Como no soy maestro ni profesor, no sé cuál es el número ideal de horas efectivas que un profesional de la enseñanza tiene que dedicar a esa labor. Pero sí sé que el status quo llevaba así pacíficamente más de 30 años.
Entiendo perfectamente que en crisis hay que recortar gastos, pero siempre pensé que la educación era lo más intocable. Al fin es el aspecto del estado de bienestar que daba una esperanza a los hijos de las clases más bajas para modificar su estatus.
Pero, por lo que podemos leer, no lo hacen por ahorrar. Ese es el pretexto. Realmente, lo que detraen de la enseñanza pública lo incrementan en ayudas complementarias a la privada.
Entonces, al llegar Rajoy, nos dará su fórmula mágica. Establecerá el copago en la enseñanza privada concertada. ¡Genial! ¿No? Pues no.
Ese copago no significará que el estado aporte menos a esos colegios. Porque les retirarán estas ayudas agregadas, pero mantendrán las anteriores. Eso causará que la gente sin medios deje de enviar a sus hijos a la concentrada y los lleven a la pública.
Así la privada con más recursos y menos gente mejorará su calidad. Y la pública, más masificada y con menos medios, la empeorará.
Pero tranquilos. No desaparecerá la enseñanza pública. Al fin ya dijo en una ocasión Ana Botella que ellos no suprimirían la enseñanza pública porque los pobres también tienen derecho a estudiar.
Eso sí. Los ricos en colegios privados y sin mezclarse con los pobres. Como Dios manda.
Rafa Castillo.

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