Realmente esta entrada no deberían leerla los menores de edad. Se van a describir actuaciones que no son solo indecentes u obscenas. Son pura pornografía y con tintes sadomasoquistas. Porque los agentes activos actúan con más crueldad y sangre fría que el marqués de Sade, y los pacientes con más aguante que el descrito por el austriaco Masoch.
Y hechas ya las advertencias legales, entremos en el fondo del relato.
Veamos algunos ejemplos sacados de la prensa diaria.
Para quien no quiera molestarse en ver el enlace, lo resumo. Como vicepresidente de un banco cobrará 11 veces más que como presidente del BCE, trabajo que no creo yo que esté mal pagado. Pero mientras los sindicatos se pelean o organizan huelgas por un 0,11% de incremento salarial, lo que los gurús de la economía consideran un riesgo para la estabilidad, estos hablan de 11 veces, para comparar, 1.100,00% de sueldo como si nada.
Al fin, que importan estas cifras al lado de los 6.000 millones de francos suizos (5.000 millones de euros, un poco menos de un billón de pesetas) que el estado, y por tanto los contribuyentes, suizos tuvieron que aportar para salvar al banco.
Un trabajador normal entra en la empresa y lo primero que tiene es un mes de prueba y una lluvia de advertencias de lo que puede o no hacer. Estos no. Como regalo de bienvenida el tal Weber recibe 3,6 millones de euros. Eso no lo gano yo... ni con una buena primitiva. Por cierto. A ese aperitivo salarial le llaman una golden hello (saludo de oro). A los mortales, al empezar la vida laboral, ni a un café nos invita la empresa. Y hasta recibir el primer sueldo hay que seguir chupando del cordón umbilical con los padres o pasar un mes en la calle y sin comer.
Si algún día se recuperase aquello que llamábamos negociación colectiva, o a los gobiernos les da por poner orden en esto, propongo que se establezca para los trabajadores aunque sea una brass hello (saludo de latón).
Realmente encontré esto buscando información sobre Rato. Sí, don Rodrigo Rato. ¿Os acordáis?
En este país la derecha repite, como Goebels, una cosa miles de veces y acaba pareciendo cierta. Y claro, así muchos creen o dicen creer que Rato fue el mejor ministro de economía del mundo mundial solo porque en aquel tiempo vivimos como ricos.
Y claro que vivimos como ricos. Vivimos mejor de lo que podíamos y ahí está la causa de la gravedad de la crisis. Inflaron la burbuja inmobiliaria y ahora nos reventó en las narices.
Y después se fue al FMI. ¿Y allí que hizo? ¿Prever la crisis? ¿Tomar las medidas adecuadas para evitarla o al menos paliarla? ¡No! En cuanto empezó a hacerse visible fue la primera rata que abandonó el barco. Así salió indemne de la situación y seguro que tras percibir una buena golden good-bye (según el traductor así se dice despedida de oro). Y se vino “pa” España.
Y claro. Rajoy lo sacó del paro imponiéndolo en Caja Madrid. Caja que, como a todas, tuvimos que salvar con dinero de todos. Y ahora que es un banco, reflotado por nosotros, el pobre Rato se fija para sí y otros dos un sueldito de 10,1 millones de euros entre los tres, más primas, acciones, seguros y seguramente una cuenta de gastos disponible.
Muchos dirán: es un banco privado, que haga lo que quiera con su dinero. Pero no. Lo salvamos y rescatamos entre todos. Y estos individuos que se retribuyen a si mismos tan generosamente, ponen el grito en el cielo, y amenazan con mil cataclismos si los salarios o las pensiones suben un 1%. Y dicen sin ruborizarse que hay que establecer el copago en la sanidad o la educación. Y que hay que trabajar más y ganar menos.
Y el tal Rodri, que, como todos los “expertos”, dice que hay que ligar los salarios a la productividad y no al IPC, sigue cobrando como si hubiera producido algo positivo.
Y mientras por toda Europa al común de los mortales nos congelan las pensiones, reducen salarios, suben impuestos indirectos, suben impuestos directos para las rentas bajas y los bajan para las altas, expolian media paga extra, reducen la cobertura del desempleo, o nos imponen el copago en sanidad o educación.
Si leer este artículo no te produce efectos secundarios, o eres muy rico o eres autista.
Rafa Castillo.
Perfect! (Mª. José)
ResponderEliminarmuy buen artículo, felicitaciones! la realidad es que los ricos serán más ricos y los pobres más pobres, y serán aquellos quienes se enriquecen,los que marcarán las pautas de lo que tienen que hacer los pobres, para seguir siendo pobres y ellos mas ricos.
ResponderEliminarMuy bueno... (Judith)
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