Después de dejar pasar unos días para un estudio sosegado, del discurso y las reacciones, no puedo dejar de comentar el discurso de nuestro futuro presidente. Y como no es fácil que yo tenga una lectura lineal de ningún tema, diré que me pareció un discurso continuista y totalmente renovador.
Continuista porque mantiene la línea de la trayectoria histórica del PSOE. Pablo Iglesias levantó por primera vez, en el último tercio del XIX la bandera del socialismo en España como camino para lograr la justicia social en nuestro país. Luego, en la II República los socialistas fuimos la pieza fundamental en las transformaciones del país.En la restauración democrática tras el pequeño, pero importante impulso de la UCD de Suárez, fue el PSOE de Felipe González quien dio los primeros pasos en las conquistas sociales que llevábamos con tanto retraso respecto a Europa. Luego, tras el retroceso de la era Aznar, fue José Luis Rodríguez Zapatero quien produjo un intenso avance, lamentablemente truncado por la actual crisis.
El tempo ponderará la importancia de ese hombre de Estado que sacrificó su prestigio y su carrera política por el bien del país después de aquel dramático “me cueste lo que me cueste”.
Y veo a Alfredo continuista, no en el sentido de mantener el estado actual de las cosas, sino en el de seguir avanzando en la misma dirección en cuanto las circunstancias lo permitan.
Pero vi también al Alfredo renovador. Al capaz de no conformarse con mantener la línea, sino profundizar en ella. De abrir nuevos campos de progreso, nuevos retos de futuro. Y lo vi en su apertura a la sociedad, en su llamamiento a aportar ideas, de dentro y fuera del partido, en su capacidad de comprensión de lo mucho positivo del 15-M.
Por eso hoy renació una esperanza. La había perdido al ver el injusto tratamiento a Zapatero después del esfuerzo realizado. Pero creo que Alfredo, al igual que a mí, ilusionará de nuevo a los votantes de izquierda, a la juventud que ve un mundo que no comprende.
Alfredo es la oportunidad que los ciudadanos contrariados por los graves efectos colaterales de esta crisis no podemos permitirnos el lujo de dejar pasar.
Por eso, con la renovada ilusión responderé a la invitación de Alfredo a aportar ideas. Realmente es así como hay que prepararse para gobernar. En marzo de 2012, Rajoy llevará 9 años en la carrera presidencial. Alfredo llevará solo 9 meses, pero con un reprise que permitirá que Santa Pola recupere su Registrador de la Propiedad Titular.
Rafa Castillo.
Comparto bastante tu opinión, la verdad es que le va a poner las cosas difíciles a Rajoy, en contra de lo que parecía hace pocas semanas.
ResponderEliminarAhora bien, no quisiera dar la sensación de que estoy próximo al PP, de hecho ando mas cerca de los socialistas, pero, tú que siempre estas tan convencido de las bondades de las izquierdas, y que tienes las ideas tan claras en el terreno político, te pido que me contestes a una pregunta:
¿Por qué en el ámbito europeo la derecha va ganando terreno de forma muy clara en los últimos años? De hecho en la actualidad los países gobernados por las izquierdas son residuales. ¿Como si interpreta este hecho? Cuando todos sabemos que con ellos en el poder los derechos sociales del pueblo van en retroceso.
Un abrazo
Miguel
Es la pregunta del millón. Pero además es una pregunta que me exige responder explicando lo que para mí es inexplicable. ¿Cómo es posible que tanta gente vote a la derecha, simplificando, sin ser ricos? Pues la verdad, no es fácil de entender. Pero un analista político tiene que trascender los límites de su propia postura e intentar imaginar porque la gente actúa como lo hace.
ResponderEliminarPero como además de analista soy políticamente significado, y además de izquierdas, aprovecho la oportunidad para realizar un análisis autocrítico de la situación. Si creemos en la democracia como principio, no podemos plantearnos el porqué tanta gente se equivoca. Tenemos que pensar en que nos equivocamos nosotros para que tanta gente nos ignore.
Como toda realidad tiene mil matices, podría redirigirte a muchas de las entradas de mi blog. Pero asumo ahora una respuesta específica a tu planteamiento.
Decía Carlos Marx que el conflicto es la máquina del progreso. También la gente de izquierdas de mi edad decimos que “contra Franco luchábamos mejor” (también que con Franco éramos más jóvenes).
Pero en efecto ahí está una de las contradicciones de la izquierda. Ha sido la izquierda en Europa quien ha traído el estado del bienestar. Pero una vez “logrado” se ha convertido en su conservadora en lugar de seguir provocando el conflicto, de crear nuevas utopías y dar pasos para lograrlas.
Y claro. Cuando un partido progresista pasa a ser el conservador de lo existente, por bueno que ello sea, pierde en sí su esencia. Y como la gente progresista es crítica y autocrítica, no asume esta actitud conservadora de sus representantes. Y como la derecha ya no amenaza (¡amenazaba!) lo logrado, no encuentran motivación para votar.
Ahora la situación se complica aún más. Porque ese maldito PODER que todo lo domina exige a los gobiernos, de derechas o izquierdas, a adoptar las medidas que le impone, y además, sin decir que son impuestas, sino que son las necesarias y que las adoptan, como tales, de buen grado. Ya Castelao decía aquello de “mean sobre nosotros y hay que decir que llueve”.
Paradigma de esa situación es lo ocurrido en Portugal. La derecha económica mundial, el capital, provoca la crisis. La derecha europea impone la solución. La izquierda portuguesa la asume y la derecha vota en contra.
¿Qué pasa en Europa? Básicamente, tres problemas. Primero falta de liderazgo. Esta no es la Europa de Adenauer y los suyos. No es la Europa de Felipe, Mitterrand, Delors y Kohl. Es la Europa artificialmente ampliada a 27 miembros y que líderes de medio pelo como Aznar, Blair, Berlusconi y Barroso sacrificaron en el altar de George W. Bush. La Europa que acoge 12 países ex-soviéticos resentidos de lo que suene a socialismo y en la que coincide, por primera vez, que los dos países del eje franco-alemán están gobernados por la derecha.
Y mientras, los mercados atacan a los países que intentaron aplicar políticas alternativas, de gasto social (prorroga de la percepción por desempleo, incremento de pensiones, cheque bebé...), y de inversión pública, como el famoso PlanE, de corte Keynesiano. Y Grecia, Portugal y España son el objetivo directo de ese ataque de un capital que, sintiéndose libre, tiene ahora la potestad de bendecir o condenar políticas. Y la gente no conforme busca alternativas nuevas (15-M) en lugar de intentar impulsar el avance de la izquierda.
¿La razón última de todo esto? La izquierda, alcanzados ciertos objetivos, no fue capaz de prever el siguiente paso de progreso. Y eso desencanta a sus votantes.
Mientras la derecha mantiene mensajes simples sin comprometerse, y más basados en el “váyase...” que en aportar una solución a algo.
Porque, al final, en la grandeza de la gente de izquierdas está su condena. Somos críticos con nosotros mismos y los nuestros. Y si los nuestros no plantean un paso adelante... nos defraudan y no les votamos. Ellos sí les votan igual.
¿La solución? Que esta crisis nos sirva de catarsis y que la izquierda “olvide” defender las respuestas del siglo XX y diseñe las del XXI. Así tendremos votantes y apoyos sociales.
Suscribo tu último párrafo, estoy totalmente de acuerdo "...Mientras la derecha mantiene mensajes simples sin comprometerse, y más basados en el “váyase...” que en aportar una solución a algo.
ResponderEliminarPorque, al final, en la grandeza de la gente de izquierdas está su condena. Somos críticos con nosotros mismos y los nuestros. Y si los nuestros no plantean un paso adelante... nos defraudan y no les votamos. Ellos sí les votan igual.
¿La solución? Que esta crisis nos sirva de catarsis y que la izquierda “olvide” defender las respuestas del siglo XX y diseñe las del XXI. Así tendremos votantes y apoyos sociales..." Un abrazo