lunes, 28 de noviembre de 2011

In memoriam.

Tocaba hoy hablar de economía, pero hoy tengo que hablar de ti.
Hoy conocí a tu sobrino. Seguramente el día de hoy te encantaría estar con nosotros. Fue un día muy emotivo en el que no pude dejar de pensar en ti. Hoy, tu sobrino, yo, tú y nuestra causa común, la humanidad, estábamos allí.
Manuel Díaz González (Foto: AEP)
La intensidad de tu ausente presencia nos acompañaba. Tu silencio era el centro de nuestra conversación,
Tú conociste a mi madre poco antes de morir. Tú conociste a mi hija mucho antes de morir. Tu muerte fue  cuando mi madre tenía cinco años. Tu muerte fue después de nacer mi hija.
Te recuerdo porque hiciste de tu lugar de trabajo la casa de tu pueblo. Porque fue un lugar de acogida. No te olvido porque nunca olvidaste a quien te necesitaba. Te admiro, sin conocerte, por ser ejemplo para tus vecinos. Te admiro, conociéndote, por ser ejemplo para tus vecinos. Te respeto por no imponer nunca tus ideas.
Quisiera ser como tú oponiéndote al poder. Quisiera ser como tú en la ayuda a los débiles. Quisiera ser como tú defendiendo tus ideas. Quisiera ser como tú, aplicándolas.
Eras bajito, pero con altura de miras. Eras pequeñito, pero un gran hombre. No era tu homenaje, pero te homenajeamos. Era tu homenaje y te homenajeamos.
Hoy estabas con nosotros, pequeniño de O Incio. Hoy estabas con nosotros, cura don Ángel.
Rafa Castillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario