El agujero negro.

La ciencia define el agujero negro como un cuerpo espacial formado por neutrones colapsados de tal densidad, por reducción del volumen, que provoca una fuerza de gravedad tan elevada que ni la luz se escapa de su interior. Y esta gravedad atrae toda la masa existente en su alrededor de forma que la materia es atraída a su interior como el agua que gira en espiral sobre el centro de un sumidero.

Y a eso nos está llevando la política impuesta por del dúo Merkozy e inspirada por los teóricos del ultraliberalismo y por las fuerzas ocultas del PODER. A una espiral viciosa que acabará en el colapso de la sociedad que conocemos.

No son necesarios muchos conocimientos de economía para saber que para montar una empresa, el emprendedor tiene que tener acceso al crédito (condición necesaria) pero sobre todo tiene que tener garantía de vender sus productos (condición suficiente), ya que sin esa expectativa, ni él se animará a crear la empresa, y en el supuesto de que lo hiciera, nadie le haría un préstamo.

Pero he aquí que la pareja que nos gobierna decidió que lo importante es que hubiese crédito y que para ello era necesario acabar con la deuda pública que pasó a ser la madre de todos los males incluso en países como España en los que no superaba el 60% del PIB. (Francia 82%, Alemania 83,2%).

En esas circunstancias el 11 de mayo de 2010 la prima de riesgo de España estaba en 99 puntos básicos. La UE obligó a España a adoptar el día 12 medidas muy drásticas que empezaron en la autoinmolación del Presidente “me cueste lo que me cueste”, y por supuesto con el sacrificio de pensionistas, empleados públicos mileuristas (que son la mayoría) y consumidores en general. Un mes después la prima de riesgo que hasta entonces era asumible se había duplicado llegando a los 208 puntos. Y de ahí siguió creciendo con altibajos hasta llegar a los 441 puntos en plena resaca electoral, creciendo más cuanto más duras eran las medidas impuestas.

¿Por qué creció entonces? Porque los inversores actúan por su cuenta y según sus propios criterios. Y a nadie se le escapa que si se reduce el gasto público aumenta el paro, si se sube el IVA baja el consumo, igual que si se congelan pensiones y se reducen sueldos. Y si baja el consumo privado, baja la recaudación del Estado, y por tanto será más difícil que pueda pagar la deuda, con lo que sube la prima y lo hace aún más difícil. Seguimos endureciendo las condiciones y sigue creciendo la prima indefinidamente hasta que un día llegue a ser impagable.

Pero además de las consecuencias macroeconómicas están las que afectan a las personas. Ayer mismo nos decía la OCDE que la diferencia entre los más ricos y los más pobres era la mayor de los últimos 30 años, y que había más pobres. Y, añado yo, esos más pobres con menos beneficios sociales que, además, seguirán recortándose.

Y es curioso, porque si hay más dinero en manos de los ricos, y dado que por mucho que gaste, una persona tiene un límite en su capacidad de gastar, se supone que hay más ahorro. ¿Por qué entonces no hay crédito? La respuesta no puede ser otra. Ese dinero no va al crédito porque va a la especulación con lo que se agrava el problema.

Por cierto. Hay países que tienen la prima de riesgo negativa. El mismo 11 de mayo de 2010 que nuestro país la tenía en 99 puntos, los Estados Unidos la tenían en el 59%. Mientras nosotros adoptábamos medidas restrictivas, Obama las tomaba expansivas aumentando el gasto social y la inversión. Estos días, mientras nosotros bailábamos alrededor de los 400 ellos rondaban el –30. Sigamos, Europa, en nuestro agujero negro.

Rafa Castillo.