viernes, 4 de febrero de 2011

Elegibles

Por si no fuese suficiente con Camps a la presidencia de la Generalitat Valenciana y Fabra a la Diputación de Castellón, también el ex-alcalde de Ponferrada, Ismael Álvarez, condenado por acoso sexual sobre la concejala y compañera entonces de partido Nevenka Fernández, pretende presentarse a la reelección.
De Camps, sus trajes y sus amiguitos del alma ya está casi todo dicho. En todo caso, de momento solo está imputado y por tanto es libre de presentarse o no, por más que su partido debiera pensar en las consecuencias para la comunidad si su presidente acaba siendo procesado.
Lo de Fabra es ya de nota. Está satisfecho (aunque hoy llevó un palo) de ser “absuelto” de 4 delitos fiscales por prescripción. Pero aún le queda otro y ya veremos. En todo caso, si a mí me procesasen, y me supiese inocente, no me gustaría que prescribiese el supuesto delito. Me gustaría llegar a una sentencia que aclarase urbi et orbi mi inocencia para que no quedase duda.
El del ex alcalde de Ponferrada es un caso distinto. Fue declarado culpable y cumplió, parece ser, su condena, fuese esta de cárcel, inhabilitación o ambas. Ha cumplido con la ley y la sociedad y goza plenamente de todos los derechos civiles y políticos y por tanto a presentarse.
Claro que debería reflexionar si con eso no pone en un compromiso a sus amigos y partidarios. Porque de alguna manera él fue apartado de la actividad política por cometer un delito. Y votarle puede interpretarse como un respaldo al delito cometido, como un plebiscito sobre él.
Rafa Castillo.

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