miércoles, 5 de septiembre de 2012

Elegancia.

Es cierto que no está escrito en ningún sitio que los coordinadores de campaña electoral deban dimitir cuando se convocan las elecciones. Por tanto es algo que está en su criterio personal. Pero naturalmente los observadores políticos y los electores tienen también el derecho a juzgar la actitud de cada uno.
Porque lo primero que tiene que tener un político o un partido es coherencia, ya que si carece de ella, lo dicho o hecho algún día, puede pasarle factura en el futuro. Y no voy a hablar ahora del cumplimiento del programa popular por parte de Rajoy, que eso llevaría mucho tiempo.
Cuando se anunció que Alfredo Pérez Rubalcaba se presentaba como candidato en las elecciones generales, el PP salió en tromba a pedir su dimisión o cese en el gobierno ya que, decían, no era lógico que el Ministro del Interior, de alguna forma responsable del funcionamiento del proceso electoral, fuese el candidato de un partido. Y, pese a no ser obligatorio por ley, Rubalcaba dimitió.
El martes pasado se convocaron elecciones autonómicas en Euskadi y Galicia. Automáticamente el Consejero de Interior del Gobierno Vasco, Rodolfo Ares renunció al cargo para dedicarse a la coordinación de la campaña electoral del PSE. Sin embargo, su homónimo en Galicia, Alfonso Rueda, es el coordinador de la campaña electoral del PP de Galicia y mantiene el cargo institucional. Es legal, sin duda. Pero, ¿es ético o estético?
En fin. Cuestión de elegancia.

Rafa Castillo.

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