domingo, 20 de septiembre de 2015

Es esta la mano invisible del mercado?

A veces una noticia te puede hacer pensar: Qué bien! Al fin se toman medidas.
Eso me pasó al ver en la edición digital esta noticia http://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2015/09/20/competencia-revela-marcas-coches-amanaron-precios-durante-9-anos/0003_201509G20P41991.htm
Pero luego piensas, le das dos vueltas, analizas y ves que es algo terrible.
Claro. Piensas, estas 21 empresas que ganaron más de lo debido pactando precios durante 9 años van a llevar su merecido. Y van a pagar 171 millones de multa. Y sí, pero no.
Esa multa no devolverá ni un euro l los cinco millones de ciudadanos que compraron un coche en esos años. Pagaron un precio por encima de lo que marca el sacrosanto mercado, pero este no les devolverá nada.
(Permítaseme un inciso. No os da la impresión con estos del liberalismo y el mercado que nos pasa como con las iglesias y religiones? Nos imponen un dogma, pero al final ellos no lo respetan. Los religiosos anatemizan el sexo, pero luego, algunos, ejercen hasta la pederastia. Los gurús económicos reniegan del Estado hasta que necesitan un rescate.)
Volvamos a los coches. Está claro ya que quienes compraron un vehículo por encima del precio del mercado no recuperarán ni un “duro”. Pero al menos tendrán el consuelo moral de que las empresas los beneficiarán con una millonaria multa al erario común. Craso (nunca mejor dicho, craso=rico) error.
Cierto que las empresas pagarán la multa (o no!). Pero que implicará eso? Al final que los próximos 500.000 coches que se vendan serán 342€ más caros. La multa irá a la cuenta de resultados y se aplicará, esta vez sin necesidad de pacto, a los precios del producto.
Y es que manteniendo la cuenta de resultados, los culpables, ejecutivos de empresa y miembros de los consejos de administración, mantendrás sus beneficios, sus primas y sus cláusulas de rescisión. La empresa al final del proceso seguirá teniendo ganancias y retribuirá (no hasta la obscenidad sino hasta la pura pornografía) a los buenos gestores que dan tan buenos beneficios.
Igual que el dolo es un agravante en un robo (común) o un asesinato, ¿cúando legislaremos que el dolo en la gestión de grandes empresas, el enriquecimiento ilícito o el fraude al mercado sea un delito personal de sus causantes?
Rafa Castillo.

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