sábado, 1 de diciembre de 2012

Impuestos

Hay tantos motivos para escribir tras cada Consejo de Ministros de este Gobierno que lo difícil es elegir el tema. Naturalmente el tema estrella de hoy es el engaño y burla a los pensionistas. Posiblemente también el re-indulto a los mossos d’esquadra en un claro deseo de dejar impunes los abusos y malos tratos de la policía a los detenidos. Yo hoy elegiré el tema que me parece más escandaloso.
Este gobierno, que prometió no subir ni crear más impuestos, acaba de hacer aflorar uno por la puerta de atrás, mediante enmienda en el Senado al calor de la actualidad, es decir, improvisada.
Hace diez años el gobierno extremeño de Rodríguez Ibarra estableció una tasa bancaria que el gobierno Aznar impugnó ante el TC y que este acaba de convalidar, por lo que la Junta de Extremadura, hoy en manos del PP, dispondrá de una importante cantidad de dinero por los atrasos. También Andalucía y Canarias establecieron la tasa cuando gobernaba Zapatero, y por tanto no fue recurrida.
Pues bien. A la vista de la sentencia del TC, el partido popular establece un impuesto estatal similar al de las tres autonomías citadas, por lo que, teniendo preferencia el Estado, y no pudiendo establecerse doble imposición sobre el mismo hecho imponible, los impuestos autonómicos quedan sin efecto.
La conclusión, pensando bien, es fácil. Ahora el Estado recaudará el impuesto y compensará a las autonomías que lo tenían por la recaudación perdida. Y naturalmente, para ser justos, también a las demás. Pues no.
El Estado gobernado por el PP ha puesto el tipo impositivo igual a cero. Es decir, ha creado un impuesto vacío para no recaudar nada, con el simple objeto de liberar a la banca del impuesto autonómico para que no paguen nada. Y naturalmente tampoco va a compensar a las demás autonomías.
Esto, además de ser una burla a la Constitución, al TC y al Estado de Derecho, es un claro fraude de ley y desviación de poder. Y deberían, los facultados legalmente para ello, ir interponiendo las actuaciones necesarias para anular ese impuesto y al mismo tiempo exigir que se compense en igualdad a todas las comunidades.
Si no estuviese ya claro, esta sería la prueba definitiva de la sensibilidad del partido popular. Salvar los bancos y privar a las comunidades de recursos que permitirían salvar la sanidad y la educación públicas y de calidad.
Pero eso no les importa.

Rafa Castillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario