lunes, 10 de enero de 2011

Y, una vez más, me equivoqué.

Decía Sócrates en la vieja Grecia, “en oida oti ouden oida” que significa “yo solo sé que nada sé”. Un amigo mío, José de las Viñas” dice siempre “estoy muriendo y estoy aprendiendo”. Y eso lo dice sin haber leído a Sócrates, como tampoco yo lo leí. Al final, del siglo V a.c. al XXI d.c. poco avanzó la filosofía. O es cierto que Sócrates no sabía casi nada, como José y como yo, o José es tan sabio como el griego.
Seguramente quien me lea se preguntará a que viene esta disquisición. Y no sabría explicarla sin reconocer previamente que Sócrates (por supuesto) y José (también por supuesto) saben más que yo.
Ayer me equivoqué. Por encargo del grupo de gobierno del ayuntamiento de A Pobra do Brollón, organicé el acto de homenaje a los represaliados del golpe de estado y la dictadura en el municipio. Acordamos una intervención inicial del alcalde, la mía propia y finalmente unas palabras de clausura de la primera teniente de alcalde. Pero fue, lo veo ahora, un error. Lo veo ahora que vengo de comer con mi madre. Tanto José Luis como Dori, y creo que yo también, tuvimos palabras muy emotivas. El acto fue precioso y lleno de sensibilidad. Los familiares de las víctimas lloraron, y alguno de los presentes, sin relación con ellas, también. Muchos nos conocimos en el acto y “recordamos” la amistad y el compañerismo de nuestros padres y abuelos.
Pero si el acto fue emotivo, lo fue por ellos. Ellos aportaron el sentimiento, la emoción que llevaban dentro contenida en estos 70 años transcurridos.
¿Cuál fue mi error? Mi error fue que hablásemos nosotros tres. Porque los tres, aun queriendo poner lo mejor de nosotros mismos, hablamos en prosa. Hablamos intentando dar emoción, pero desde la racionalidad, desde el cerebro, no desde el corazón. Escribimos, al menos yo lo hice, un discurso políticamente correcto y muy preparado para lucir en los medios de comunicación.
¿Qué es poesía? Bécquer lo respondía en una prosa versificada de la que me quedaré con la última frase: “poesía eres tú”.
Y ese fue mi error. Confundir la poesía con los versos y la prosa con los textos mal escritos. Y hice un discurso que parecía épico, que emocionó a muchos, pero al que le faltaba algo. Algo fundamental. Nacía seguramente del corazón, pero muy tamizado por el cerebro hasta ser pura prosa.
Tal vez el mayor error, Dori y José Luis, fue que hablásemos nosotros. Seguramente hubiese sido mejor que simplemente leyésemos la lista de los represaliados y dar un tiempo a cada uno de sus familiares para que allí expresasen sus sentimientos. Sus sentimientos encerrados tantos años.
Por eso ahora voy a transcribir la auténtica poesía que escribió mi madre, que llevaba en un bolsillo y que ni siquiera se atrevió a leerla ni a decirme que la tenía. La transcribiré literalmente sin más correcciones que las ortográficas y de signos de puntuación y la traducción. Pero conservando íntegra la redacción.
Que nadie espere sonetos o cuaderna vía, versos o estrofas, rimas, métrica y ritmos. Es poesía autentica; no de estilo literario, sino manada de un gran corazón y de un alma a los que cada día tengo que admirar más. Mamá, aunque me intento oponer a ello, cada día aprendo más de ti. (Y de mi hija) ¡Gracias, mamá! ¡Gracias a las dos!
"Gracias señor alcalde y corporación porque sea posible este homenaje a los que siempre estuvieron olvidados, no por sus familiares, eso nunca, pero sufrimos en silencio tanto miedo y tanto dolor.
Y le pido (a) esos que dicen que no se debe recordar el pasado, que eso es malo... será para ellos que siempre pudieron hablar y tener buenas tumbas.
Nosotros, que no tenemos los cuerpos de nuestros familiares no debemos hablar. ¿Qué daño le hacemos a nadie?
Solo pido por favor que nos respeten, que no es malo que hablemos.
Perdonamos, por supuesto, pero olvidar no puedo ni quiero.
Dejen que (los) busquen en las cunetas o dónde estén. Nosotros por desgracia a nuestro padre no podemos (buscarlo)
Ya hace muchos años, en el cementerio viejo de Lugo, yo sí vi su tumba. Allí estaban todos juntos porque enterrarlos por separado salía caro. Ese cementerio se deshizo por edificar encima.
Que yo sepa no se trasladaron al nuevo cementerio que sería lo normal. Por eso creo (que) mi padre estará en el Miño o en un barranco.
Pero, papá, tus hijos y toda la familia no te olvidamos y estamos orgullosos de ti. Moriste por que eras un hombre honrado que defendías a los que tenían poco y eso en aquella época era peligroso.
Tu hija Luz".

3 comentarios:

  1. Realmente emocionante. Siento no haber estado presente en el homenaje a mi abuelo, José López Casas y a mi tio abuelo, Benedicto y al primo Anselmo...y a tantos otros que sufrieron directamentente la represión (idirectamente la sufrieron muchos millones de españoles).
    Te agradezco el haber movido todo esto y a la corporación municipal de A Pobra...Es una deuda que el estado español aún tiene pendiente. Ojalá cunda el ejemplo en otros ayuntamientos y la bola siga creciendo. Y habría que seguir peleando para poder recuperar los restos de todos aquellos que quedaron por las cunetas. ¡Hay que ver, el único que se atrevió con ello, el juez Garzón, ahora lo está pagando...!
    Gracias otra vez.

    Ana Jesús López

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  2. Rafa, enhorabuena por tu blog. Te expresas con una sinceridad y claridad dignas de alabar. A partir de ahora no me perderé ninguna de tus publicaciones.
    Con respecto al artículo "Y una vez más, me equivoqué" te voy a dar la razón con respecto a que los familiares de los represaliados tenían que haber hablado para llenarnos a todos con sus palabras y contar la historia como ellos la vivieron. Pero tengo que decir también que vuestras intervenciones, la del alcalde, la tuya y la de la teniente de alcalde, no sobraron, ni mucho menos. Estuvieron muy bien tanto para abrir el acto como para despedirlo.
    Y ya por último, tengo que elogiar la labor que has realizado y que toda la familia te agradece.
    Gracias...
    Una prima que te quiere.

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  3. Amigo Rafa:
    Sabes que tengo un cariño enorme hacia ti, pero en estos momentos se acrecienta porque has encontrado con tu blog un espacio más en el que, libremente, expresas lo que siempre hablas y sientes en privado, y que hace, también, que las ideas de muchos ciudadanos se vean reflejadas a través de las tuyas.
    El acto de Puebla de Brollón estuvo muy bien y es normal que, una vez pasado el tiempo, se valore si en el mismo sería necesario un desahogo para las familias, pero no sé si podrían agüantar la emoción, dado que a los demás nos ha costado mucho, y, a lo mejor, en vez de ser un acto emotivo, como fue, se convertiría en una valle de lágrimas y eso no era el objetivo.
    Pero desde mi humilde opinión sí se podrían hacer públicos, en otro acto, todas esas cartas y testimonios que para mucha gente tienen un valor incalculable y ejemplarizante:en primer lugar, por lo que representan y, en segundo lugar, por lo que significan.
    Belén, tu amiga que también te quiere.

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