martes, 9 de enero de 2018

Cuando la solución soy yo. El suyo beneficio político.

Estos chicos siempre hacen lo mismo. Se creen que son en sí mismos la solución, y por eso nunca hacen nada. Y luego claro, los coge (nos coge) el toro. Veamos algún antecedente.
En 1992 estalló una crisis económica mundial. Su solución en la mayoría del mundo fue rápida, pero en España tardó más. Eran los años de la caída de Felipe González y muchos inversores, animados por el PP (váyase señor González) retardaron su decisión de invertir de nuevo esperando un cambio de gobierno. Las circunstancias que nos llevarían a un nuevo crecimiento estaban creadas, pero faltaba el detonador que las pusiese en marcha. Y este fue, efectivamente el cambio de gobierno.
Y el país empezó a crecer de nuevo. Eran los años del España va bien. Pero no entendieron o no quisieron explicar el porqué. Cuando preguntaban a Aznar por el “milagro económico” español, el becario de Bush respondía desde su proverbial modestia: el milagro soy yo (y Rodrigo Rato, claro).
Y así superamos una crisis creando los cimientos para que la siguiente fuese peor. Y nunca mejor dicho lo de los cimientos, por cierto.
Cuando la crisis que empezó en 2008, los muy desleales antiespañoles de CiU pedían desesperadamente al PP que colaborase con el gobierno para reducir los daños. Pero el patriota Montoro respondía… dejad que la hundan que ya la levantaremos nosotros.
Y efectivamente. Estamos saliendo de la crisis (más tarde que todos y peor que ninguno) y otra vez son ellos el milagro. Genial.
Cuando en agosto de 2005 empezó el gobierno bipartito en Galicia, se produjo a los pocos meses una plaga de incendios forestales que cogieron al nuevo gobierno sin tener desarrollada una política forestal propia y con los medios escasos heredaros. El problema solo pudo solucionarse con la inestimable ayuda de la manguera de Feijoo. Pero como ello son la solución no necesitan hacer nada cuando llegan al gobierno. Solo estar ellos en él. Y claro, en el otoño de 2017 viene otra plaga de incendios y los coge en pelotas.
En 2009 hubo fuertes nevadas que originaron cierto caos circulatorio. Y todo el PP con Marianico el corto al frente exigieron la inmediata dimisión de la ministra Magdalena Álvarez. Bien. Pero, aprendieron algo? No hacía falta. Bastaba con cambiar al gobierno. Con ellos eso no volvería a pasar.
Ahora otra nevada. Mayor o menor no importa. Se anunció con contundencia el peligro o hubo mensajes contradictorios? Se extendió sal de forma preventiva? Los quitanieves estaban en el garaje o ya desplegados? Muchos conductores irresponsables circularon sin cadenas. Hobo medidas preventivas o de control que lo impidiesen?
En 2012, cuando el Prestige, en ministro de Fomento, Cascos, y el presidente de la Xunta, Fraga Iribarne, no permitieron que ese incidente les arruinara un finde de caza. Ahora el ministro del Interior estaba en el fútbol y el Director General de Tráfico de vacaciones familiares en Sevilla.
Qué más da. Si gobiernan ellos, todo saldrá bien, no?
Rafa Castillo.

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