domingo, 20 de julio de 2014

Apología del terrorismo

Cuando vivíamos en el régimen anticuado, todo acto público terminaba con lo que la prensa llamaba las voces de rigor, “José Antonio, presente! Arriba España! Viva Franco! Pasó el tiempo, y gobernando Aznar, después de su fallida negociación con lo que él llamó “movimiento vasco de liberación nacional” [sic], se volvieron a imponer las frases de rigor. No podías hablar de Euskadi ante un popular sin empezar diciendo “yo no apoyo a ETA” so pena de ser anatemizado. Por eso empezaré diciendo que ni apoyo a ETA ni siquiera la independencia de Euskadi (que no es lo mismo). Pero el simple hecho de que alguien haya pensado que la entrevista en el “A vivir que son dos días” de la Cadena Ser de la semana pasada a Urrusolo Sistiaga merece la suspensión de los beneficios penitenciarios de que gozaba, es cuando menos un despropósito, si no es un inconsciente intento de reavivar las llamas. Hace ya años que este exetarra fue expulsado de la banda por arrepentirse, pedir perdón y el final del terrorismo. Joseba Urrusolo está en la llamada vía Nanclares y se ha reunido con alguna de sus víctimas para pedirles perdón. Para quien no oyó el programa decir que junto a él estaba el hijo de un asesinado por los Comandos Autónomos, (literalmente a su lado) y estaban también José Martí Gómez, Ander Gurrutxaga y Ángel Gabilondo. Fue una entrevista realmente emotiva cuyo punto culminante fue cuando Urrusolo dijo que se sentía responsable de todas las víctimas de ETA, no solo de las que había causado personalmente. Ninguna frase puede expresar tan claramente el arrepentimiento. Ninguna puede estar más lejos de la apología del terrorismo. Ayer en el informativo Hora 25 de la Ser, Javier del Pino contaba que Urrusolo le había dicho que su temor era que se pensase que buscaba mejorar su situación penitenciaria. Y paradójicamente la ha empeorado. Naturalmente que los crímenes que cometió son graves y merecen el castigo que padece. Pero hasta la política penitenciaria tiene que hacerse con inteligencia. Y si en toda la entrevista hubo la más mínima apología del terrorismo, yo hago mía la entrevista, la repito y que me acusen también de apología. Rafa Castillo.

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