jueves, 2 de agosto de 2012

Adhesión inquebrantable.

La verdad es que casi dan pena. No pueden evitarlo y les sale del subconsciente. Solo saben hacerlo así. Es su concepto, su forma inevitable de gobernar. Mandando. Ordenando o prohibiendo.
Y es normal porque formaron su conciencia política en la dictadura de Franco que a muchos les cuesta rechazar y condenar. Como a esta les cueste reconocer a los ciudadanos como mayores de edad, con voluntad autónoma. Los ciudadanos, a su entender, tienen que ser dirigidos, orientados por quien conoce la única solución existente, lo único posible.
Por eso Ruiz Gallardón cree que tiene que proteger a las mujeres de la cultura social que les hace abortar, prohibiendo cuantos más supuestos de aborto pueda. Por eso el PP no admite que una chica de 17 años aborte si no es por orden o prohibición de sus padres. Por eso Juan Cotino dice que hay que obligar a las mujeres a ver las ecografías antes de permitirles abortar.
Por eso Montoro no dialoga con las Comunidades Autónomas. Les ordena y manda como actuar aceptando lo que un genio como él ya tiene decidido como bueno. Y a los ayuntamientos y diputaciones lo mismo. Ni siquiera se ha parado a pensar en el resultado aberrante de su decisión, no de establecer bandas de salario para alcaldes, sino establecerlo en un simple porcentaje. Y con la misma tranquilidad suprime de un plumazo mancomunidades y entidades locales menores. Lo suyo es lo simple.
Por eso el gobierno y el presidente Rajoy no pueden negociar con nadie. No saben. Lo suyo es pura simpleza, o como el mismo dijo, es previsible. Él manda y los demás... tenemos que tener adhesión inquebrantable a los principios del movimiento nac... perdón, a las sabias decisiones del gobierno.
Por eso en su discurso y en su actuación no se ven conceptos como permitir, facilitar, o incluso limitar, regular o condicionar. No. Solo ordenar, mandar, obligar y prohibir. Intervención y control.

Rafa Castillo.

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