lunes, 11 de julio de 2022

Nos están ganando el discurso.

 Hace unos días, en las fiestas de A Pobra do Brollón, el dueño de un bar de esta villa salió a la noche con un altavoz vociferando frases como fuera los cubanos, no queremos negros aquí, fuera los inmigrantes, fuera los latinos, fuera los sudacas…

Esto venía motivado, seguramente, porque el traspaso de un bar próximo lo cogió una familia de origen cubano, y seguramente no le gusta la competencia.

Días antes de que abriese el nuevo establecimiento, acabando él de atender una mesa, y al pedirle yo mi consumición, se puso a hacer el imbécil viniendo hacia mí simulando una cojera. Al decirle que dejase de hacer el tonto que tenía prisa, me respondió: “es para que te vayas acostumbrando para cuando abran las de ahí al lado”. Obvia decir que una de las cubanas tiene un ligero cojeo.

Ambos comportamientos tendrían seguramente la consideración de delitos de odio, algo que sería grave para quien, eventualmente, tuviese antecedentes.

Dos días después del primer incidente, mientras tomaba algo en el único de ambos bares al que últimamente voy, dos individuos, seguramente después de conocer la anécdota y hablar sobre ella, vociferaban la cantidad ingente de ayudas que este “puto gobierno” da a los migrantes dejando sin nada a los españolitos que lo necesitan, por los que ellos, dicho sea de paso, tampoco hacen nada. Al entrar a pedir una nueva consumición, otro individuo pontificaba ante su interlocutor que los de izquierda somos, porque me incluyo, los mayores asesinos de la historia. Al verme bajó la voz, y al salir no se atrevió a saludarme temiendo mi reacción.

Hace ya tres o cuatro años, alguien, con cerebro de tarifa plana, comentó en “face” una publicación de un periódico ultra que decía que la Comunidad de Valencia había subido a 500€ las ayudas a los inmigrantes. La medía mentira, y por tanto doble verdad, es que habían subido el equivalente al RISGAS gallego, que se aplica tanto a españoles como extranjeros con necesidades y problemas de inserción social.

Pero más curiosa fue la respuesta de otra persona que se tiene por de izquierdas. Afirmó que lo que iba a hacer era irse a Marruecos para venir en una patera y así tener derecho a las ayudas. La estupidez está en no pensar que un 20% mueren ahogados, de los que llegan la mitad son devueltos y de los que quedan pocos reciben ayudas. Yo les recomendaría que acrediten su nivel de cretinismo y se pongan en contacto con los servicios sociales, que seguramente les será más fácil obtener ayudas y sin tener que molar el culo en el Mediterráneo.

Está claro que estas opiniones cunden al amparo de partidos xenófobos y fascistas como VOX. Y el arrastre ideológico que este partido está realizando con éxito evidente sobre el PP. Y esto puede acabar siendo un grave problema para el país y la sociedad.

Por eso hace días tomé una decisión. No se puede ser neutrales y pasar o dejar como simple boutade este tipo de comentarios. Hay que actuar positivamente contra ellos, respondiendo siempre, denunciando su mensaje. Y hay que proclamar claramente que no todas las ideas son respetables. Hay muchas que no lo son y yo las rechazo totalmente y no las respeto.

Sin voluntad exhaustiva proclamo que el racismo, la xenofobia, el machismo, la homofobia, el fascismo, el nacismo, la aporofobia, el integrismo religioso (musulmán, cristiano, judío, budista o el que sea) los ultranacionalismos, los ultraliberalismos… no son respetables.

Que todo lo que signifique odio al otro no es respetable. Que todo lo que signifique insolidaridad no es respetable. Que todo lo que sea violencia no es respetable. Que todo lo que sea un sálvese quien pueda, no es respetable. Que el darwinismo social, no es respetable. Que quien pretenda imponer a los demás sus ideas, no es respetable. Que quien quiera imponer a todos sus pacatas creencias, no es respetable.

Y, por supuesto. Todo eso que no es respetable, lo combatiré con todas mis fuerzas.

Rafa Castillo.

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