lunes, 2 de marzo de 2015

Será el cambio?

Puede ser que finalmente la izquierda en España empiece a entender la realidad. Que se vayan dando cuenta de lo que la sociedad les quería decir el 15-M. que se habían desviado de su camino y de que así no íbamos a ningún sitio.
Los partidos, para su vergüenza también los de izquierda, se habían convertido en sindicatos de intereses. Pero no para velar por los intereses generales, ni siquiera los intereses de clase. Estos eran solo el pretexto para perpetuarse en el poder. El poder, que tenía que ser el medio para transformar la sociedad, se convirtió en un fin en si mismo. Para mantener mi poder, miro la encuesta y actúo en consecuencia.
Y al igual que a veces los árboles no nos dejan ver el bosque, la encuesta tapa la calle, la sociedad. Y el poder olvidó que tras los números había personas, y tras las estadísticas, problemas. Y en este juego de sombras, el poder político no era más que la marioneta del Poder.
Y para mantener su propio status quo, y justificar su eterna permanencia, las familias de los partidos vestían de democracia interna, primarias incluidas, el proceso de su endogámica reencarnación en la poltrona. El sistema aparenta democracia, pero ser candidato sin parroquia propia, era imposible. Y así siempre los candidatos eran los que tenían el respaldo de la nomenclatura.
Pero estas semanas, primero el PSOE cuya candidatura en Madrid era un claro ejemplo de lo expuesto, como IU que sufrió el efecto contrario al triunfar una candidatura populista, han dado un golpe de mano que, si se puede achacar de no ortodoxo en las formas, no deja de ser esperanzador en sus efectos.
Ambas formaciones presentan a la presidencia de la comunidad madrileña unos candidatos que no son hijos de las tradicionales familias ni de compadreos entre estas. Y que resultan, además, interesantes. Y abren la esperanza de un nuevo discurso de mayor altura que el consabido “y tú más”.
En el PSOE, Ángel Gabilondo, exministro y filósofo, es, según propia definición, independiente pero no indiferente. Sin militancia partidaria estoy seguro que es de militancia socialista. Su hermano Iñaki dice de él que ha sido valiente dando este paso. Pero tengo que reconocer que Pedro Sánchez también me ha sorprendido con su valentía y audacia. Un independiente de la talla de Ángel puede proporcionar el 24 de mayo una importante cantidad de votos. Pero a partir del 25 puede convertirse en un problema si la voluntad de regeneración del partido no es sincera. El candidato, gane o no, será una conciencia crítica molesta. Y experiencias ha habido.
Lo mismo puede predicarse del candidato de IU, García Montero. Milita en la formación pero sin dependencia de ninguna de las corrientes de la misma. Podría considerarse un independiente sin carnet. Al fin, como Gabilondo, alguien que va a valorar más su autoritas que la permanencia en el cargo.
Atentos a la campaña.
Rafa Castillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario