viernes, 9 de agosto de 2013

Muerte merecida.

El alcalde de Baralla, Manuel González Capón afirmó en un pleno que quienes fueron condenados a muerte durante el franquismo será que lo merecían. Cuando sus palabras transcendieron a los medios, como siempre, dice que sus palabras se sacaron de contexto y que si ofenden a alguien las retira. Pues claro que ofenden a alguien. A todos los demócratas, a todos los defensores de los derechos humanos, a todos los defensores del estado de derecho, y por supuesto a todas las víctimas, seguramente alguna de su propio municipio. Hay que ver como se le calienta la boca a esta gente. Siempre es a ellos a quienes se les sacan frases de contexto, porque siempre son ellos los que pronuncias esos exabruptos. Da igual la Fabra con el que se jodan, este con los crímenes franquistas o que hablen de la mal nutrición o de los derechos de las mujeres. Siempre son ellos los que dicen algo. ¿Irá en sus genes ideológicos? Porque a esta gente les sale más natural ofender a “los rojos” que condenar el golpe de estado franquista y la dictadura con toda su represión. No lo condenaron en el Congreso de los Diputados, en la Diputación de Lugo y en miles de ayuntamientos. ¿Será que en el fondo están de acuerdo? Y por cierto, que dice la legislación antiterrorista de no condenar el terrorismo? Y junto a esa característica, esta otra. Con lo bien que lo hacen en tercera persona, que difícil les resulta conjugar en primera persona el verbo dimitir. Se dice la burrada, se disculpa más o menos y aquí no pasó nada. En cambio recuerdo, por ejemplo, como un diputado socialista, cuando lo del Prestige, hizo un comentario como “les hundimos otro barco y ganamos” y tuvo que dimitir. Con contexto y sin él. Dice usted, señor Capón, que será que lo merecían. Nadie va a decir esto sobre usted nunca, tranquilícese. Pero tal vez sí merezca su final, su muerte política. Rafa Castillo.

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