Dice Cospedal que si Blanco fuera del PP hoy no sería candidato. La frase no merecería mayor comentario si doña Dolores fuese una recién llegada al cargo. Bastaría la obvia negación de la mayor. Blanco nunca sería del PP.
Pero doña Cospe lleva casi cuatro años como Secretaria General del PP. Y como tal avaló y bendijo entre otras las candidaturas de Camps y Fabra. Y sin ruborizarse. Apelando al derecho constitucional de presunción de inocencia. Derecho que todos respetamos, menos ella.
Cuando Camps y Fabra fueron candidatos ya estaban imputados. Habían sido objeto de investigaciones policiales y judiciales, incluso con decisiones exculpatorias revocadas (aquel juez amiguito del alma) y con testigos irreprochables que declaraban a la luz de la prensa.
Contra Blanco solo hay, de momento, lo que publica El Mundo (si alguien puede creer a El Mundo) que dijo el presunto delincuente Dorribo (si alguien puede creer a Dorribo) según un sumario que nadie conoce. Lo único que Blanco tiene es indefensión en un acoso político basado en lo que presuntamente dice un delincuente que saca beneficio (o beneficios) por decirlo.
Supongo que Cospedal no es católica. Por más que ella y su partido quisieran imponernos esa moral. Pero, si lo fuese, le recomendaría que releyese el pasaje evangélico de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio. O lo de que quien esté libre de pecado que tire la piedra el primero.
Por cierto. Termina su insidia doña Cospe de la Mancha diciendo en un juego de palabras “blanco y en botella”. A mí me recuerda aquello de sepulcros blanqueados.
Rafa Castillo.
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