domingo, 23 de enero de 2011

El chocolate del loro.


 Mariano Rajoy acaba de anunciar que propondrá que se revise el sistema de compensación de pensiones de los senadores y diputados. Esa es la máxima conclusión de la convención popular en la que el programa electoral “ni está ni se le espera” salvo lo que de él se intuye por las intervenciones de líderes en la sombra como Aznar o Mayor Oreja.
Pues bien. Si esa es la gran medida económica que nos va a sacar de la crisis será que él la ve menos grave de lo que dice. En efecto. De los 3.609 parlamentarios del Estado habidos desde el comienzo de la democracia, sólo la perciben 70 con una aportación media de 1.066€ mensuales, es decir, 1.045.000€ anuales entre todos, cantidad que obviamente no gano todos los días pero que supone el 0,000381% del presupuesto del Estado (capítulos 1 al 8) consolidado de 2010. Queda claro que ese millón de euros que se propone ahorrar son la “solución” del país. Y eso si las suprime al 100% porque si solo las rebaja será aún menos.
No cabe duda de que una rebaja tiene en efecto un carácter ejemplificador. Pero no debemos en esto dejarnos llevar por la demagogia barata.
Comenzar por decir que tanto cuando se aprobaron como la última vez que se debatió el tema, el PP que preside Rajoy votó a favor y ahora al grito de “mar... el último” se lanza a las rebajas.
En segundo, aclarar algunos conceptos que la demagogia embarulla.
No es cierto que con 7 años cotizados se perciba el 100% de la pensión máxima sino el 80%, necesitando para el 100% ser parlamentario 11 años (3 legislaturas).
Ese complemento no se percibe con cargo a la seguridad social, sino que es un complemento que el Parlamento (la empresa) da a sus diputados como otras empresas financian planes de pensiones de sus trabajadores. Puede parecer mucho o poco, pero sale de ahí, del presupuesto de las Cortes.
Ninguno alcanza con 11 años el 100% de la pensión máxima, porque no se percibe en la actualidad hasta los 65 (luego será a los 67), y se supone que en una vida laboral de, digamos, 40 años, si ha sido por ejemplo parlamentario 12, en algo tendrá que trabajar, y por tanto cotizar, los 28 años restantes para poder vivir.
La mayoría de los parlamentarios, por su titulación y profesión, médicos, abogados, empresarios..., ya alcanzan en una vida laboral normal la cotización máxima motivo por el que no acceden a dicho complemento.
Claro que, con un poco, aunque menos, de demagogia, también se podría decir que en el PP hay más empresarios, abogados... lo que implica que a ellos su eliminación les duele menos.
También hay que recordar que muchos parlamentarios de las primeras legislaturas vivieron antes en la clandestinidad por lo que no pudieron cotizar, y de ahí salió la necesidad de la medida. Cierto que de estos muy pocos militan en el PP.
En fin. Esperemos que en el año largo que queda de legislatura el PP celebre más convenciones a ver si, ahorrado ya el chocolate del loro, en la próxima Mariano Rajoy decide reducirle el pienso al gato.
Rafa Castillo.

1 comentario:

  1. Todo o mundo xa sabe que o que rebaixan estes políticos por un lado, compénsano polo outro...
    e todos tan contentos.
    Saúdos Rafa. Magnífico artigo.

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