Las derechas,
mediáticas y políticas, tratan de centrar el debate en la amnistía y en un
pretendido referéndum de autodeterminación. Y en eso basan la definición de
constitucional y lo que llaman igualdad entre los españoles.
Lo tengo dicho más
veces. Una pareja no se casa un día. Se casa todos los días. Es decir, sus
miembros tienen que decidir cada día si quieren mantener la relación. Cierto es
que antes el matrimonio era indisoluble. Quisieras o no, tenías que aguantarte.
Hoy puedes separarte o divorciarte, lo que, paradójicamente, enriquece la vida
de pareja. Hay que esforzarse para mantenerla, no caer en la rutina, y ese
esfuerzo convierte la pareja en un ente vivo y en crecimiento.
Lo mismo ocurre
entre el Estado y las diferentes nacionalidades y regiones (por cierto
reconocidas en la Constitución y que los de VOX, constitucionalistas según el
PP, quieren eliminar). Nadie duda de que fuimos y somos un Estado, un país
llamado España. Pero ninguna es una colonia a la que haya que integrar y
retener por la fuerza como pretenden algunos anulando además su personalidad
(jurídica) como en los antiguos matrimonios se anulaba la personalidad de la
mujer.
Porque, qué propone
la derecha para solucionar el evidentemente existente problema catalán? Un 155 permanente?
Nombrar un nuevo Miguel Primo de Rivera capitán general de Catalunya? No se ve
en el PP, y mucho menos en VOX una propuesta para mejorar las relaciones entre
todos los ciudadanos españoles.
Si hay en cambio
propuestas de la izquierda. Pedro Sánchez propone desjudicializar la política. Y
este es un gran objetivo de convivencia. Cuando la proclamación unilateral de
independencia de Catalunya, no cabe duda que el Estado tenía que actuar. Y hubo
dos actuaciones, a mi juicio una correcta y otra excesiva. La primera, la
política. La aplicación del artículo 155 de la CE que todos apoyamos. Y con
ella se acabó el problema. La declaración de independencia no fue más que la
pataleta de un niño pequeño al que le quitaron su juguete, y ni los que la
impulsaron creían en ella. La otra actuación, la excesiva, fue la de la
fiscalía.
Y es posible que la
desjudicialización de la política pase por una cierta forma de amnistía. Amnistía
que no es anticonstitucional ya que no está prohibida en la CE. Es por tanto un
hecho de voluntad política. A diferencia del indulto, que es de aplicación
individual, la amnistía tiene carácter colectivo y se aplica en circunstancias
excepcionales como el fin de una guerra, una transición política (Ley de
Amnistía de 1977) o el fin de un período de excepción.
No cabe duda de que
el vivido en los últimos años en Catalunya fue un periodo de excepción. De hecho
el Estado uso una medida de excepción, el 155. Eso sí, a mi juicio, la amnistía
no puede ser, aunque estén relacionados, solo a cambio de los votos de
investidura. Debe suponer realmente el fin de un período, y exigir la renuncia
a la vía unilateral.
Y que nadie se
apure. Que no incluye la reforma del Código Penal. Por lo que la declaración
como no existentes de los delitos previos, no impide que actos similares
futuros sigan siendo delitos.
Y el temor a un referéndum
de autodeterminación carece de sentido. La autodeterminación implica una
modificación de artículos fundamentales de la CE, lo que necesita, ya para su
primer paso, una mayoría de dos tercios de cada Cámara, 234 diputados. Imposible,
por tanto, solo con que el PP y VOX voten en contra. Podría ser que el PSOE y
sus socios parlamentarios alcanzasen ese número de escaños. Pero en ese caso,
salvo que los independentistas vascos y catalanes saquen escaños hasta en Huelva,
el PSOE, solo o con Sumar, tendrían mayoría absoluta suficiente para no
necesitar los votos nacionalistas.
Y este es el
señuelo de la derecha para no exponer públicamente su programa de gobierno. Y que
nos olvidemos de lo que ya están haciendo en los gobiernos autonómicos que
gestionan. Y ese programa a corto y largo plazo, incluye, entre otros puntos,
los siguientes:
-
Privatización
de la sanidad. Recorte del gasto en la pública y apoyo a la privada, de forma que
la pública sea una vuelta a la antigua beneficencia.
-
Cierre
de unidades en la enseñanza pública y reforzamiento de la concertada, incluso
la que segrega por sexo. Potenciación de la competición frente a la integración.
-
Congelación
del SMI, y reforzamiento de la patronal en la negociación colectiva y de
empresa.
-
Práctica
congelación de las pensiones.
-
Rebaja
en los impuestos directos progresivos, lo que beneficia a quienes tienen
mayores ingresos. El déficit de recaudación se suplirá con mayores tasas y
precios públicos en los que todos pagamos lo mismo.
-
Supresión
de los impuestos sobre el capital que los ciudadanos normales ya no pagan y que
solo afecta a las grandes fortunas.
-
Vuelta
del “impuesto al sol” penalizando la autoproducción de energía ecológica.
-
Fin de
las políticas medioambientales primando los intereses empresariales
especulativos.
-
Fin de
las políticas de igualdad y de derechos LGTBI+.
-
Fin de
la memoria democrática.
Esta es la “igualdad
entre españoles” que propugna el PPVOX. Y este debería de ser el debate.
Rafa Castillo.